miércoles, 28 de diciembre de 2016

INOCENTES

Aunque hay quien afirma que todavía sobrevive alguno, lo más probable es que los inocentes se extinguieran como especie zoológica hace hoy  2016 años, cuando a los últimos que todavía quedaban en el mundo se los cargaron a espadazo limpio los esbirros de Herodes.
Y, entonces, ¿por qué se celebra el 28 de diciembre en España el día de los Santos Inocentes?
Evidentemente para despistar, porque hasta el más ingenuo de los españoles de ahora es cualquier cosa menos tonto, como demuestra que todos aspiren a vivir del cuento dedicándose a la política.
Y es que, si por inocente se entiende al que esté libre de culpa o de pecado, a nadie se le ocurriría reconocerse como tal, para evitar que lo tomen por tonto o por casto.
Hay un amigo mío pensador profesional que, en sus cavilaciones sobre el qué y el por qué de la rara singularidad de sus compatriotas, ha llegado a la conclusión de que, en contra de lo que aparentan, los españoles son-somos tontos.
“Fíjate”, me confidenció, ”hasta donde ha llegado la degeneración de la raza española, que están la mar de contentos porque ahora tienen la democracia esa que antes no tenían y en la que ni siquiera ninguno pensaba”.
¿“Y”?, le repliqué yo al modo argentino como dándole a entender que siguiera exponiendo lo que había dejado a medio explicar.
“Pues que antes eran felices porque el que mandaba pensaba por todos los españoles, hablaba por todos los españoles y decidía por todos los españoles”.
¿”Y”? insistí yo.
“Pues que ahora todos los españoles tienen que pensar por sí mismos, hablar por sí mismos, decidir por sí mismos y, como lo demuestran sus quejas permanentes por todo nunca aciertan, por lo que están menos contentos que nunca”.
¿”Y”?, repetí.
“Pues que esto de la democracia es mucho peor que la dictadura porque antes solo tenías que obedecer,  y ahora tienes que decidir, elegir al que te mande y, si lo que te mande no te gusta, no te puedes quejar porque tienes la culpa de que tengas que obedecerlo”.

Mejor inocentes.