sábado, 31 de diciembre de 2016

FIN DE AÑO

Chispa más menos, y si bien se mira, lo de celebrar la próxima medianoche el principio de un nuevo año es una arbitrariedad antidemocrática que los que mandan impusieron al pueblo, sin ni siquiera molestarse en consultarlos.
¿Porque en teoría, y por ser la octava de la noche más larga del año, la del solsticio de invierno, a partir de la que los días se alargan en la misma proporción en que se acortan las noches?
¿Y qué opinan los que viven en el hemisferio sur de ésta tierra y a los que les pasa lo contrario, que las noches empiezan a prolongarse y menguan las horas iluminadas por el sol?
La próxima revolución que se avizora en estos tiempos permanentemente revolucionarios tendría que ser, y será, la de los pueblos del hemisferio sur, para hacer justicia a la felonía histórica de haber sido colonizados por los pueblos del hemisferio norte.
Imagínense que, un suponer, hubieran sido los argentinos los que en lugar de haber sido descubiertos por los españoles hubieran sido ellos los que descubrieran y colonizaran España.
¿Aceptaríamos pacíficamente que, en vez de celebrar esta medianoche el gélido frío del principio del año tuviéramos que protestar por el agobiante calor de la primera semana del verano?

Pues tanto españoles como argentinos , y aunque cueste creerlo, somos hijos de un mismo Dios.