domingo, 12 de marzo de 2017

BUENOS Y MALOS POBRES Y RICOS

,¿Quién podría imaginarse que Podemos es una secta aliada con el reaccionarismo más estricto, el que con el Emperador Carlos a su frente, y con los dineros llegados a España desde su América, combatió a la revolución protestante?
Porque Podemos es la versión calvinista de la revolución luterana pero al revés,  porque Calvino creía que los cristianos con buen empleo, economía saneada y vida opulenta salvarían sus almas, mientras que los pobres se condenarían e irían al infierno.
Basaba su deducción en la teoría de la Predestinación: si Dios lo sabe todo porque nada ignora, el nacimiento, la muerte y la salvación o condena de alguien son acontecimientos simultáneos y sabe al mismo tiempo si alguien que a nacer, se salvará o condenará.
El nacimiento de un niño, su muerte, salvación o condena no son para Dios acontecimientos sucesivos sino simultáneos.
Contradecía la teoría del libre albedrio, que como todas las que antepongan la libertad a la igualdad son contrarias a las que luchan contra la diferencia entre los que nacieron distintos.
El Estado, como sucedáneo ateo de Dios, es para los podemitas el contradiós que puede hacer iguales a los que Dios hizo diferentes.
¿Y qué ve Podemos cuando mira al mundo de ahora?
Pues que la riqueza de los ricos es inevitablemente síntoma de que son malos y que, por eso merecen ser castigados y empobrecidos por correctivos fiscales.
¿Y los que por su evidente pobreza eran para Calvino un signo inequívoco de que Dios les había dado la espalda en ésta vida y en la otra?
Para la Iglesia de Trento, para el Emperador Carlos y para Podemos, los pobres son tan buenos como malos los ricos.
Y, entonces, ¿por qué los de Podemos se empeñan en que los pobres buenos dejen de serlo, para que sean ricos malos? 

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