domingo, 30 de abril de 2017

RECENTRALIZAR ESPAÑA



Cuando crees que alguien tiene razón hay que reconocérselo, aunque sea ingles.
Inglesa es una “Guia de España para xenófobos” en la que se lee que “el régimen de las autonomías extendió la corrupción a toda España”
Desde luego, de lo que no cabían dudas era de que lo de las autonomías era un contrasentido anacrónico.
En 1978, cuando los que hicieron la Constitución para repartirse entre ellos lo que había sido únicamente de Franco, la informática permitía saber lo que ocurría en todos los lugares desde uno arbitrariamente central porque confluían en él todos los enlaces informáticos periféricos.
Y es que la informática, como nos consta, permite saber lo que ocurre en cualquier lugar del planeta desde sus antípodas.
¿Para qué servían entonces las autonomías si la informática permitía saber lo que ocurra en cualquier parte, en el momento en que está ocurriendo?
Para multiplicar por 17 el número de empleados de la Administración Central, que gracias a la Informática hubiera bastado para saber desde Madrid lo que está ocurriendo tanto en las Canarias como en Cataluña.
¿Y cuál es el foco infeccioso de la corrupción administrativa, que contagia la enfermedad?
Antes de 1978 el foco estaba localizado en Madrid, de donde se extendía por el resto del territorio español, en proporción inversa a su lejanía del centro.
Ahora las 17 Madrid autonomizadas tienen más cercano el organismo al que le corresponda infectar, por lo que el contagio llega con más vigor y mayor eficacia.

sábado, 29 de abril de 2017

BAJO EL IMPERIO DE LA LEY



Todos los alcaldes que han regido mi pueblo desde que los votan los ciudadanos han sido, naturalmente, del PSOE.
¿Y por qué socialistas y no, por ejemplo, del PP?
 Porque los primeros han sabido profesionalizar la política, que consiste en ganarse el sustento desde un cargo estatal, y los del PP que siguen residiendo en el pueblo se toman la política como un hobby, que es lo que las personas normales hacen solo por placer, y en sus tiempos libres.
Pero, ¿nadie del PP vive en Palma del Rio de la política?
Que se sepa, solo Salvador Fuentes que, como dio el salto del pueblo a la provincia, viene a Palma del Rio poco más o menos como va a, por ejemplo, Cabeza del Buey.
Y ¿por qué los del PP de Palma del Rio no se dedican profesionalmente a la política?
Porque, si lo hicieran, descuidarían los negocios o trabajos privados de los que comen y come su familia.
Alguien podría pensar que los del PSOE, en esas condiciones, se eternizarán en el pueblo como Franco se eternizó en la nación.
Puede que sí y puede que no.
Porque los ciudadanos de Palma del Rio son además españoles y, por consiguiente, puede aplicárseles aquello de que “si no tienen enemigo fuera lo buscan dentro” que fue como Pompeyo Galo retrató a los que por aquí encontró. 
Por ejemplo: el alcalde socialista Salvador Blanco, que ahora ha ascendido a la política provincial de la que procede su sucesor José Antonio Ruiz, rehabilitó un antiguo convento en ruinas para trasladar dependencias municipales, despejar las actuales y, además, inducir a la gente a conocer las vecindades del convento, enclavado en el ahora desierto núcleo urbano tradicional.
Al pastón que se gastó para que los alumnos de una escuela taller local hicieran el trabajo y se entrenaran para que empresas privadas encontraran mano de obra especializada, se ha añadido el que se está gastando su sucesor que ha tenido la idea de cederlo a los empresarios de la moda Vitorio y Luchino.
(Paradojas de la vida: aquella Sor Asunta que me regalaba a través del torno que me impedía ver su rústico y pudoroso atuendo monjil, se toparía ahora con vaporosas sedas y transparentes gasas de las modelos que modelen las creaciones de la pareja de modistos.
Así que a los cuatro millones y pico de euros detraidos del pueblo para la primera iniciativa de restauración hay que añadir los 790.000 aprobados anoche para dejarlo al gusto de los modistos.
Que a nadie se le ocurra calificar de robo ese desvío de fondos que seguramente hubieran sido mejor empleados en otros menesteres.
Todo, escrupulosamente todo, se hizo respetando la letra y el espíritu de la ley.

viernes, 28 de abril de 2017

PROHIBIDO DESPATARRARSE

Mi madre, la mujer a la que más quise además de por haberme parido y criado porque sin ella no habrían nacido mis hijas ni mis nietos, no admiraba a Franco y tampoco lo detestaba pero lo elogiaba cuando lo veía en televisión, sentado y con las piernas juntas.
Le parecía un indicio inequívoco de que era persona educada y, para ella, las buenas maneras eran síntomas de buen corazón.
No opinan lo mismo, gracias a Dios, esos díscolos de la CUP de Tarrasa, buenos para nada y malos para todo.
Como se oponen a todo lo que a ellos les parezca mal, han calificado de “actitud machista” la de los hombres que se sientan en público, sobre todo en los transportes que comparten con los demás, despatarrados más o menos según el vértice de apertura de sus piernas.
Mire usted por donde los cuperos, que se han planteado permitir todo lo que Franco prohibía, para prohibir todo lo que Franco permitía, en algo coinciden con el Dictador: en la manera en la que la gente debe sentarse.

Y es que, explican esa rara afinidad, el fulano que en el autobús o el metro se despatarra, evidencia que es un machista latente que, en cualquier momento, puede evolucionar a agresor machista patente.

jueves, 27 de abril de 2017

LA PLAGA



Llevamos casi medio siglo engatusados con el señuelo de las supuestas disensiones entre los políticos que, entre todos ellos,  han conseguido que mordamos el anzuelo para caer en su trampa.
Porque, de verdad ¿a los españoles qué mas les da que mande el Partido Popular y el Socialista se le oponga, o al revés?
La infantería del PSOE y la tropa del PP (ahora ha entrado en quintas Podemos) comen y compran su comida con el dinero del que dispongan, por lo que a todos los españoles que obedecemos a los que manden lom que les interesa es su mayor o menor capacidad de compra.
Y es eso lo que mide el IPC, el índice de precios al consumo.
Si el IPC baja, lo que es infrecuente, por el mismo dinero podemos comprar más satisfactores. Si sube, que es lo habitual, menos.
En lo que llevamos de año, el IPC ha subido un 2,3 por ciento, lo que quiere decir que lo mismo que en 2016 compraba la gente, si sus ingresos no hubieran aumentado, puede comprar un 2,3 por ciento menos.
Y los que analizan y pronostican las oscilaciones de los precios dicen que será del 3,6 por ciento al final de 2017.
¿Que los que quieren gobernar robaran menos que los que ahora gobiernan?
Pues me parece muy bien, y me lo creeré cuando estén gobernando,  pero tengo mis dudas: ojalá metieran en la cárcel cuando gobiernen a tantos de los suyos como están metiendo los que ahora están gobernando a ladrones de los que son correligionarios.
Como esta plaga de langostas que son los políticos de la democracia van a devorar todo lo que sea verde como el dinero, y hasta que un insecticida los extermine, a los que siempre obedecemos, ¿qué más nos da que el insecto sea azul o rojo, si tanto uno como el otro nos quita la comida?
Un insecticida inocuo para los que somos víctimas de esta plaga política, y que elimine a las langostas sin distinción de colores, es lo que necesitamos.
Pero esa es como las esperanzas cortesanas: prisiones do el ambicioso muere y donde al más astuto nacen canas.

martes, 25 de abril de 2017

CAMBIOS Y CAMBIAZOS

Desde que mi paisano el cardenal Portocarrero dio el cambiazo al pasarse del bando austríaco al francés para la sucesión de Carlos II, el cambio es el factor político determinante  de la política española.
El de Portocarrero sí que fue un cambiazo y no el cambio que los actuales partidos políticos predican, consistente solo en que, en vez del Rajoy del PP,  mande desde Madrid el mismo perro, pero con diferente collar.
Porque el collar le sirve al perro para poner a salvo el pescuezo propio mientras muerde el pescuezo del perro que lo quiere morder.
En ésta España que nos preocupa tanto hubo una ocasión perdida de cambio y todo lo demás no ha pasado de intentos de cambalache.
Como desde Isabel y Fernando siempre han sido más o menos extranjeros los que han mandado en España, la España siempre obediente ha seguido el rumbo que le marcaban los reyes extranjeros que mandaban, generalmente en favor de los intereses de sus países de origen.
¿Y eso no ha cambiado decisivamente desde que la bandera de ese anhelado cambio la ondean los díscolos redentores de Podemos?
Pues no.
Los de Podemos, menos que ninguno de los otros partidos a los que quieren desplazar para mandar ellos: las de los moros de Persia y las de los desquiciados de Venezuela, sus dos garantes para subvencionar el gasto de sus travesuras.
Así que el cambio tan deseado por los españoles consiste ahora en que, en vez del IBEX, la Union Europea, el imperialismo yankee y la casta nativa, manden en España los hambrientos venezolanos y los tolerantes imanes iraníes.
En definitiva, que el cambio que los de Podemos y sus achichicles proponen  consiste en:
a) seguir como los españoles vivimos, deteriorando lentamente la calidad de nuestra vida, o
b) Vivir como los persas y venezolanos viven sus vidas: sin comida que los engorde, ropa con que cubrir sus desnudeces ni papel higiénico con el que limpiar lo que se ensucie.
Que lo decida la democracia, ese sistema que impide culpar a los dirigentes electos por el pueblo de las desgracias que al pueblo le ocasionen los que gobiernan.

Y es que, de los errores, tropelías o raros aciertos del gobierno elegido, los responsables son los que lo eligieron, no los electos.

lunes, 24 de abril de 2017

ESPAÑIZACIÓN DE EUROPA

Ha tardado en llegar, pero llegó.
Cuando el gobierno español solicitó y consiguió que el Mercado Común admitiera a España como miembro, lo hizo para que España se pareciera a Europa.
Casi 43 años después de la firma del tratado de adhesión, se ha conseguido que sus socios comunitarios se parezcan cada vez más a España.
Ahí tienen a Francia, ese país al que España ha anhelado siempre parecerse y que anda ahora tan liado como siempre lo estuvo España.
No es el de Francia el caso de la nube que hace verano porque, de una manera o de otra, todos los demás socios comunitarios de España  están ahora tan cubiertos de nubarrones como siempre lo estuvo España.
Hasta la pérfida Albión, esa Inglaterra que se hizo grande empequeñeciendo a España hasta arrinconarla en su último reducto peninsular, se ha españizado porque su personal anda alborotado:
Han decidido salirse del Mercado Común y ahora dudan si volver a ser solo la isla que siempre fueron o pedirle a los Estados Unidos, que hasta anteayer eran parte de Inglaterra, que los admita como su estado número 51.
Cuando Europa se españice, ¿qué será de Europa?.
Pues lo que ahora es esa colcha de retales diferentes que es España, en la que como hace un siglo que le faltan extranjeros que la zurren, cada una de las partes de España se dedica a pelearse con las otras partes.

Desde 1975 eso es lo que España está haciendo, así que tenemos la ventaja de la experiencia.

domingo, 23 de abril de 2017

LOS NIÑOS DE LOS TOREROS

Por lo que me cuentan  los de mi pueblo que acudieron a la plaza de toros atraídos por la nostalgia, lo que en ella vieron los convenció de que lo de antes era mejor que lo de ahora.
Vieron cómo dos de los niños de El Cordobés y uno de Pedrin Benjumea volvían al pueblo del que sus padres huyeron para encontrar fuera lo que aquí no había: la manera de hacerse rico sin haber heredado la riqueza.
El reencuentro con el pasado que la mayor parte de los espectadores no conoció me dicen que fue “entretenido”.
Pero de ahí, quizá para no comprometerse, no pasan.
¿Se entretuvieron viendo cómo los toros embestían a los toreros, cómo los toreros evitaban que los corneara el toro o simplemente por el ambiente festivo en el que la ocasión los volvió a juntar como los junta casi todos los dias?
Esa es una pregunta que uno no puede responder porque prefirió quedarse con la nostalgia intacta de los días que se emocionaba viendo torear a los padres de los que ayer intentaron imitarlos.
Y, ¿por qué?
Porque los años le han enseñado que lo bueno de verdad, lo que de verdad es bueno en el negocio relacionado con el toro, no es tanto ver cómo los matan sino comerse un buen chuletón de vacuno ya muerto.
Con un buen vino y un toque de chimichurri, naturalmente.

Y, después, extasiarse admirando cómo se mataban entre ellos los humanos, en aquél falso Oeste inventado por el cine.

sábado, 22 de abril de 2017

¿PARA QUÉ SIRVE EL GOBIERNO?

Una de las muchas definiciones del ser humano es la de animal que piensa.
Como además tiene la rara capacidad de expresar sus pensamientos, una observación atenta del hombre te induce a definirlo como animal que se queja.
¿Y de qué se queja, mayormente, el ser humano  que además sea español?
De que el gobierno no les resuelve sus problemas personales.
¿Puede el gobierno remediar a todos los que gobierne, si uno de ellos se queja de que es la conducta de otro de los gobernados la que lo que lo incomoda?
¿Y si fuera una decisión del propio gobierno la que irritara a todos?
Ante la evidente incapacidad de que esa entelequia que es el gobierno de todos sirva para satisfacer demandas encontradas, ¿para qué sirve un gobierno?
Para amagar y no dar, como los boxeadores practican sus fintas, para engrupir a los boludos
Para que no se líen a tortas los dos enfrentados para arreglar sus discrepancias porque confían en no tener que solucionar los conflictos que los encocoran, ya que se los resolverá el gobierno.
Eso, que se puede aplicar a cualquier clase de gobierno democrático, dictatorial o patriarcal en el primero de ellos tiene consecuencias parecidas a las que experimenta un paciente cuando le aplican un analgésico opiáceo para inhibirle el dolor.
Y, si el gobierno no sirve para resolver satisfactoriamente las quejas enfrentadas de dos ciudadanos, ¿para qué necesitamos gobiernos?
Para calmar los ánimos de los dos quejosos, y darle tiempo al tiempo para que un problema mayor haga que se olvide el inicial.

Y mientras el tiempo resuelve o difiere la solución que se les pidió, los gobernantes mandan, cobran por mandar y salen en la televisión, el orgasmo, el éxtasis, el non plus ultra de las aspiraciones ciudadanas.

viernes, 21 de abril de 2017

RAJOY ENCHIRONA A LOS SUYOS

Vamos muchos por la vida como petrimetres de chaqué blanco, nardo en la solapa y bastón de mimbre con empuñadura de obsidiana paseando por un lupanar.
Observando la mierda y afeándola mentalmente pero siempre atentos para que, en cuanto el momento sea propicio, nos enmerdemos sin que se note.
Eso, más o menos, es lo que ocurre en España con la política. Se cargaron a don Niceto Alcalá Zamora porque un extranjero le había regalado un reloj de oro a su sobrino.
Después de eso vino la guerra civil que costó a España más que todos los relojes de oro fabricados hasta entonces y desde entonces.
Y, como la historia es un permanente volver a empezar, en las mismas andamos: cargarnos el ten con ten en que los españoles han invertido 50 años, para que a otro don Niceto llamado Mariano Rajoy le quiten el cargo porque sus innumerables sobrinos políticos se llevan el santo y la limosna, todo el parné al alcance de sus cargos.
¿Son Rajoy y su partido los únicos que en España se quedan con lo que no es suyo?
Ojalá así fuera.
Lo que ocurre es que para ser descuidero, que es como los policías buenos nos llaman a los carteristas malos, hay que tener mucho cuidado para que no te trinquen.
Y es evidente de toda evidencia que los carteristas de la banda de Rajoy son más torpes que los de las otras bandas conocidas también por partidos políticos.
Todos sabemos por las películas que las más eficaces bandas de malhechores son las que más eficazmente están capitaneadas.
Y  Rajoy, que manda tanto en sus carteristas como en los agentes de la brigadilla de la guardia civil encargados de su enchironamiento, cuida más a los segundos que a los primeros.
Mientras mande Rajoy, ¿para qué necesitan mandar los jefes de las bandas rivales, los mandamases de los partidos que se le oponen?

Ninguno de los jefes de banda que le disputan el mando a Rajoy podrá  encarcelar nunca a tantos partidarios de Rajoy como el actual presidente del Gobierno y del PP está metiendo en la cárcel.

jueves, 20 de abril de 2017

LOS POLÍTICOS LADRONESos

No es que sea bueno, pero lo que roban no es lo peor de la plaga de políticos que se abatió sobre España como castigo por haber dejado que Franco se muriera.
Robar, al fin y al cabo, no es más que una tentación compulsiva que degenera en hábito  si no se penitencia debidamente.
Lo malo, lo realmente trágico, es la capacidad reproductiva de los políticos que, como piojos en los tiempos de miseria, succionan la sangre del hospedero que los aloja.
Y como plaga que no se combate para atajarla se extiende y multiplica, la España infectada está obligada para salvarse a exterminar a los políticos que succionan su sangre, o resignarse a la muerte indolora cuando los parásitos que son sus políticos la hayan dejado exangüe.
Los españoles que conocimos los tiempos en los que los piojos eran los políticos individuales de los ciudadanos aprendimos que los picores de cabeza se acababan cuando, rapado todo el pelo, se sometía la calvicie a una friega generosa de zotal para matar hasta las liendres, los fetos de los piojos.
Si los políticos son los piojos de ésta España, ¿habría que matarlos a todos con zotal?
No necesariamente porque hay procedimientos profilácticos para evitar que los piojos de la política proliferen.
Uno de ellos es que cada individuo esté capacitado para resolver sus propios problemas sin la intromisión de un gobierno que le solucione todas sus necesidades.
Otra, que solo un español mande en España, como mandaba en España El Caudillo hasta que se murió.
Porque a Franco, propietario y amo de toda España, no se le hubiera ocurrido robar parte de ella.

Ni el más pendejo, y Franco no lo era, cae en la tentación de robar una parte del todo que le pertenece.

miércoles, 19 de abril de 2017

VENEZUELA: HUEVOS O PIEDRAS.

En aquellos tiempos idos en los que uno se ganaba el caviar de cada día contándoles a los lectores lo que no sabían y por no saberlo  no les interesaba, los del oficio teníamos una lupa virtual llamada “observadores”, que miraban por nosotros para ver únicamente lo que nos interesaba que vieran.
Aquellos auxiliares imprescindibles para informar siguen siendo indispensables para opinar.
Y como ahora opino sin informar,  he vuelto a meter en nómina a los observadores.
Un suponer: dicen que en esa Venezuela en la que sus ciudadanos se quitan el hambre a guantazos por culpa del peculiar Maduro, fruta en sazón de aquel pintoresco Chaves, los manifestantes lanzaron huevos contra la policía madurista para protestar contra la escasez de alimentos.
Una de dos: o los huevos que lanzaron  abundan en Venezuela tanto como escasean las piedras, o los venezolanos comen piedras en vez de huevos.
¿A qué descerebrado se le ocurriría tirar alimentos como los huevos que se comen, en lugar de piedras que no se comen?
Uno, que en su peripatética juventud también anduvo por Venezuela, recuerda aquél país como una de las tierras que más favoreció el Creador cuando inventó el mundo.
Hubiera podido producir todo lo que el hombre necesita no para comer, sino para comer tanto y tan sabroso que todos podrían haber sido ricos Epulones y no pobres Lázaros.

Pues me encontré en aquella Venezuela unos pocos epulones y unos muchos lázaros que todo lo poco o mucho que comían les llegaba desde países menos ricos que Venezuela,  y que los venezolanos compraban con el dinero que obtenían al vender su petróleo, que no se come.

martes, 18 de abril de 2017

PERROS ESCLAVOS

El hecho, tal como he leído en un periódico tan seriamente dogmático como El Pais, es que unos individuos, sin duda animalistas, obligaron a detenerse a un coche que huía del perro que los perseguía después de haber sido abandonado.
Ganó, como siempre, el perro.
La familia del coche se vio forzada a parar, recoger de nuevo al perro indeseado y llevárselo para siempre o, por lo menos, hasta que lo abandonaran en un descampado en el que no hubiera animalistas que se lo impidieran.
Anécdota es esta anécdota aparentemente intrascendente, que ilustra la aberrante sociedad que el ser humano ha fabricado con ésta maníaca predilección por la igualdad en perjuicio de la libertad.
Porque, si hubiera sido el perro el que, harto de soportar a la familia que lo llevaba en el coche el que hubiera escapado de tan indeseable compañía ¿lo habrían detenido los que presenciaron su fuga para reintegrar al fugitivo?
No habría sido nada inaudito porque muchos animales de compañía, a los que sus dueños tienen la manía de perfumarlos con esencias aromáticas impropias de su condición para no captar los olores animales que les son propios, tienen razones sobradas para escaparse de los humanos.
Entre otras, la de recuperar la propia naturaleza animal cambiada sin consultarlos, para volver a sentirse animales y no humanos con apariencia animal.
¿Si los dueños de animales quieren que huelan y se comporten como humanos, ¿por qué en vez de animales-mascota no prefieren humanos-mascota?
En los añorados tiempos de la esclavitud legal así era, y hasta hubo dueñas de esclavos que tuvieron descendencia con su esclavo y esclavas que dieron hijos a su dueño.

Y nadie se escandalizaba.

lunes, 17 de abril de 2017

FELONIAS MERCENARIAS

Todo (o casi todo) lo que decían Franco y sus achichincles era verdad y, como consecuencia, todo (o casi todo) lo que entonces era verdad,  para los antifranquistas es ahora mentira.
Un suponer: eso de que todos somos iguales, que los antifranquistas dicen, es tan falso que los españoles, en su comportamiento diario, que es la plasmación práctica de una realidad teórica, lo certifican.
“La hija de la Paula/no es de mi rango/ ella tiene un cortijo/yo voy descalzo” cantaba ya Curro de Utrera que, si en vez de antes hubiera vivido hoy, sería tan  aclamado como, juntos, lo son ahora Messi y Ronaldo.
¿Cómo va a ser igual el que ordena lo que hay que hacer (los diputados y el gobierno) que el que no tiene más remedio que hacer lo que ellos mandan,( los que no sean del partido del gobierno)?
Pero, ¿y aquello de que “la verdad y el deber son valores permanentes de razón”?
Desvaríos de un poeta  que se metió en política para defender la memoria de su padre y se radicalizó cuando vio a su novia casada con otro.
¿Y en qué se diferencia un poeta de un político?
En que el primero dice tonterías inofensivas y el segundo es experto en felonías vergonzantes.

Como aquella del mercenario Bertrand Duguesclin que, en la disputa por el trono de Castilla, ayudó al hermano que mejor le había pagado a matar al que le había pagado menos, allá por la cada vez más cercana Edad Media.

domingo, 16 de abril de 2017

JAVIER CLEMENTE

Por reduccionismo, que es el recurso que los intelectuales de babucha empleamos para que los menos listos o más tontos que nosotros entiendan lo que decimos, estoy totalmente de acuerdo con Javier Clemente.
Ese Clemente prehistórico por cuya boca salieron tantas patadas dialécticas como recomendaba a sus pupilos que les dieran en los tobillos a sus adversarios.
¿Y qué ha dicho ahora, en esta inesperada resurrección publica éste Clemente que desde hace años  parecía descatalogado?
Pues se preguntaba, y cito; “¿qué coño me importa una obra en Granada si vivo en Bilbao?
Se lo diré: tanto como a mí, que vivo en Palma del Río, me importa lo que diga Clemente que vive en Bilbao, de donde no lo deberían dejar salir sin bozal.
Que nadie deduzca que Clemente me cae mal. Todo lo contrario porque parecemos almas gemelas.
Si a Clemente no le importa lo que pase en Granada, que se imagine lo que me preocupa a mí lo que ocurra en Bilbao, Timbuctú o en la Barranca del Cobre.
No ha descubierto la pólvora Clemente ya que los bilbaínos, si acaso, solo inventaron levantar piedras y cortar troncos porque se enteraron tarde de que había grúas y sierras.

Y propongo: en vez de ese mercado de ganado humano que es el programa televisado en el que unas gachises se pelean con otras gachises para llevarse al gachó a la cama, ¿por qué no sacan a Clemente para que nos diga a los espectadores lo que vale un peine?

sábado, 15 de abril de 2017

LOS ROJOS Y LA BANDERA

A éstos rojos españoles que se guirran de gusto cada vez que queman una bandera española les ha dado el beri-beri porque a la no roja Maria Dolores de Cospedal se le ocurrió que, como muestra de duelo por la muerte de Cristo, las banderas españolas ondearan a media asta.
Y es que los famosos rojos creen que Cristo  es menos digno de ese homenaje que el Jefe del Estado o el Presidente del Gobierno para los que está reservado ese honor, si mueren ejerciendo el cargo.
¿Cuántos jefes de estado o de gobierno murieron siéndolo, y se hubieran merecido un despliegue a todo trapo de la bandera que, por rutina, pusieron a mitad del palo que la sujetaba?
Lean la historia de éste mundo, desde que los primeros emigrantes africanos llegaron a Europa para cargarse a los cromagnones nativos, y díganme si algún nacido de mujer ha cambiado tanto la humanidad como Cristo, que hasta partió la historia en dos mitades: la anterior y la posterior a su nacimiento.
¿Es que loas rojos españoles no son humanos porque son infrahumanos o es que se creen superiores porque todo el que los contradiga merece ser descatalogado como persona, para facilitar el progreso de las masas conocidas como chusma?

Ay, rojos españoles, tan envilecidos por su condición de amorfa masa deshumanizada que les preocupa solo la bellota que hozan en el suelo, y no la encina de la que cayó su ruin alimento.

viernes, 14 de abril de 2017

14 DE ABRIL:VOLVER A EMPEZAR

Alguien que tiene en el cajón superior de su mesilla de noche un pasaporte expedido por un legitimado para hacerlo en nombre de la República Española ni se alegra ni padece porque solo sirva como curiosidad exótica.
¿Le quitaría una decena de los años que tanto le pesan ya, si en vez de desgobernar en España esta monarquía de guardarropía lo hiciera una república plebeyizada?
Una monarquía sin corona sería tan estrafalaria como ésta república monarquizada, así que ¿para qué cambiar lo malo conocido por lo peor ignorado?
Un pueblo forjado desde hace siglos en la mansa obediencia y la muda sumisión al que mande lo soporta todo y, por instinto de supervivencia, premia con aplausos a la tiranía de turno.
Sabio pueblo el pobre pueblo español: deserta de los que manden solo después de que el que mandaba haya perdido el mando.
Por eso éste 14 de abril, aniversario de que se proclamara aquella mítica república que tanto se empecinó en calentar los ánimos para que acabara a guantazos, ansía que vuelva otra vez una república que abra el camino hacia otra guerra.
Guerra civil, naturalmente, en la que no todos los que participen pierdan, sino solamente los derrotados por la parte triunfadora.

“Beging the beginning”: volver a empezar.

jueves, 13 de abril de 2017

COFRADIAS O PARTIDOS

Muy a regañadientes podría aceptarse como verdad lo que evidentemente es falso: que todos los hombres somos iguales.
Pero, lo mismo que los hombres necesitan tutela de sus mayores mientras sean menores de edad, el grupo de hombres que se conoce por pueblo también precisa verse forzado a tomar decisiones por su cuenta y sin la protección de los mayores, que es el gobierno.
Los gobiernos son los tutores de los individuos que, por no haber sido educados para que adopten sus propias decisiones, siguen necesitando que les pongan la mesa y les laven la ropa.
Un suponer, los españoles.
¿Cómo se las apañarían los ciudadanos de España si el gobierno no les proporcionara comida para comer, techo bajo el que vivir, escuelas para aprender lo que al gobierno le interese, carreteras para ir de donde el gobierno quiera, o clínicas donde te operen de enfermedades que el gobierno decida que merecen ser operadas?
Malamente. Los españoles siempre fueron, son ahora y serán siempre lo que el gobierno quiera que sean, por mucho que los que mandan los engatusen con el cuento de que mandan porque los que obedecen les han pedido que manden.
¿Y eso es bueno, es malo o es regular como los de regulares-2, el feroz regimiento en el que los más aguerridos de los sanguinarios españoles del sanguinario Franco servimos a España?
Si sarna con gusto no pica, los españoles seguirán obedeciendo al gobierno que les toque en desgracia, como vienen haciendo desde hace tres mil años.
¿No hay entonces alternativa que permita a los españoles organizarse a sí mismos como les dé la gana y no como le dé la gana al gobierno?
La hay.
O, por lo menos, yo la vislumbré cuando, espectador imparcial desde las alturas de un balcón, presencié anoche el paso de un desfile procesional de Semana Santa.
Como los que mandan en el pueblo son ateos por imperativo ideológico, ni un mandamás de esta democracia interesadamente laicista caminaba entre los organizadores de la procesión, por miedo a que los acusaran de ser tan retrógradamente cristianos como los jerarcas políticos del tenebroso franquismo, y eso pudiera costarles votos en la próxima mascarada electoral.
¿Y cómo se desarrolló esa manifestación religiosa sin tutela política?
Como la seda. Divinamente gracias a que ni los gobernantes que antes lo hacían en nombre de Dios ni los que ahora se ausentan para que no los relacionen con Dios, entorpecieran el buen orden y el estruendoso concierto de las bandas de música que amenizaban el desfile.
Al espectador pasivo del acontecimiento que era su servidor, el buen desarrollo de la procesión sin necesidad de políticos que enturbiaran su la brillantez ni interfirieran el buen orden del evento le abrió de par en par las puertas de la esperanza para ésta España mangoneada siempre por intrusos.
Y es que la selección de responsables de las diferentes tareas de la procesión, el trazado de su recorrido, la contratación de colaboradores externos, la recaudación de los gastos, la administración de los desembolsos y hasta la difusión publicitaria habían corrido a cargo de las hermandades procesionales.
Porque ni gobiernos electos por sufragio popular ni encaramados por la fuerza al poder se habían entremetido en la organización y desarrollo de la procesión.
Uno, en su visionaria adivinación del futuro, contempló desde el balcón una España hasta esa noche inconcebible y a partir de esa noche más que probable:
Una España organizada en núcleos de voluntarios que, sin interferencia de espadones ni políticos profesionales, hagan lo que crean que deben hacer y cómo hacerlo.
Un sociedad civil española en la que los cofrades asuman tareas por la simple satisfacción de hacer lo que quieren hacer y no porque les ordenen hacerlo o porque les convenga obedecer.

Una España regida desde cofradías semanasanteras y no por partidos políticos en los que la sumisión al líder se recompensa con un asiento preferente en el banquete.

miércoles, 12 de abril de 2017

POBRES Y RICOS

Ada Colau, esa mujer vulgar y corriente que mangonea (y cobra por mangonearlo) el ayuntamiento de Barcelona, dice que va poner en marcha con dineros municipales una funeraria no para ganar dinero, sino para perderlo.
Estimaciones muy pesimistas calculan en 350.000 euros anuales los que podría conseguir perder la iniciativa empresarial de la Colau.
“Pero si logramos gestionarla aplicando los baremos democráticos que predicamos (que resumimos en que la opinión del barrendero tiene el mismo valor que la del ingeniero al decidir si el tornillo debe apretarse haciéndolo girar hacia la derecha o hacia la izquierda), la rentabilidad ideológica está garantizada”.
Un periodista particularmente ceporro que no acababa de entender el razonamiento, se extrañó.
¿Y?
“Pues que, mientras los partidos de derechas quieren que no haya pobres para que, al ser ricos todos los ciudadanos se afilien a su militancia, los de izquierdas saben que mientras más pobres haya, más aspirantes a que los defiendan pedirán el carné de afiliados.
Y es que  para entender este carajal conocido por política hay que simplificar lo que se dice, para que lo entienda quien lo oiga:
Los partidos de derechas, que representan a los ricos, están interesados en que cada vez haya más ricos porque así se multiplica el número de sus posibles afiliados.

A los partidos de izquierdas, que quieren representar a los pobres, les interesa que cada vez haya mayor numero de pobres, y cada vez más empobrecidos, para ampliar imparablemente su clientela.

lunes, 10 de abril de 2017

EL PAPA Y LA ETA

Ahora resulta que Jorge Bergoglio, doblemente infalible por argentino y por papa, ha mandado a un quisdam italiano para que lo represente en la pantomima etarra de la entrega de parte de las armas con las que unos asesinos mataron a vascos y otros españoles.
Ecumenismo del crimen teatralmente representado se llama eso. Solo faltaron las víctimas o, en su representación, alguno de los familiares supervivientes a los asesinados.
Si el argentino Bergoglio se hizo representar no por un obispo vasco ni siquiera español, sino por un prelado italiano, se infiere que el Papa bendice a los asesinos que mataron y no a las víctimas que murieron.
Y después se quejan de que las iglesias españolas—antes abiertas de par en par día y noche—solo abran ahora en horas de oficina.
Cuando vuelva a mandar en la Iglesia un papa como los de antes (que perdonaba los pecados después de que el pecador cumpliera la penitencia) es posible que lo que era vuelva a ser.

Pero si la escenificación de la pantomima de la entrega de las inservibles armas etarras es la norma, la piedra de Pedro sobre la que Iglesia se cimentó se desmoronará, como los castillos que los niños hacen con arena seca de playa.

domingo, 9 de abril de 2017

SEMANA SANTA

Que no renuncie quien carezca de impulsos religiosos a presenciar por lo menos una vez en la vida una procesión se semana santa, sobre todo en esos momentos ambiguos de la amanecida y en alguno de los pueblos de la Vega del Guadalquivir.
Pasan los pasos dolientes por callejuelas retorcidas, escoltados como Cristo lo fue hacia el calvario por sayones fanáticos, por tenebrosos encapuchados de máscaras puntiagudas.
El olor a cera derretida de sus antorchas se funde y confunde con el aroma voluptuoso del azahar que nieva ya la opaca copa de los naranjos.
(Antes era habitual, pero todavía ocurre a veces, que la voz rota de vino y tabaco del algún mercenario, pagado por un señorito de rumbo, desgarre la inerte amanecida con el ronco lamento de una saeta).
Esa es la Semana Santa de mi tierra que, vivida más en el recuerdo del pasado que en la anodina vulgaridad de este presente menestral y robotizado, añora el que la conoció e ignora el que no lo hizo.
Como todo, el pasado es mejor para los viejos y el futuro es mejor para los jóvenes.

El presente, esa olla podrida que hierve al mismo tiempo frescos y añejos, es malo para todos: para los que tenemos menos futuro que pasado y para los que tienen más expectativas que recuerdos.

viernes, 7 de abril de 2017

SEVILLA Y SEMANA SANTA

Hay malintencionados que critican a los sevillanos por dedicar 51 de las 52 semanas que tiene el año a planear la feria y, la restante, a beber manzanilla y bailar sevillanas en la Feria.
Y eso es un infundio porque si algo extasía y desvela a los sevillanos que de verdad lo son es la semana santa.
(Lo descubrió el cronista una fría mañana de diciembre cuando su hermano, que residía y todavía reside en Sevilla, le señaló con la barbilla una apretada pandilla de mozallones arremolinada frente al escaparate de una tienda de televisores).
--¿Discuten de fútbol?
Se sonrió compasivamente de mi pregunta y me animó a acercarnos.
Comentaban los aciertos y errores del ensayo de un paso procesional de semana santa con tanta pasión como si, en la Sevilla de pandereta de unos años antes, discreparan de las faenas de Pepe Luis Vasquez y Gitanillo de Triana.
¿Qué hacen los jóvenes sevillanos ejecutivos de empresas de marketing que marcan la tendencia en gustos y aficiones a los sevillanos de hoy?
Se arranchan con sus esposas o parejas en amplios apartamentos de un barrio bien, con vistas a calles por las que pasen los pasos semanasanteros camino de la catedral, para opinar y discutir sobre lo separada que va la cruz de guia del resto  del cortejo o sobre el acierto en el cambio de faroles en el paso de la Virgen del Pelo Suelto.

Y sintiéndose afortunados porque otros, a los que le gustaría vivir con su mismo fervor la Semana Santa, no pueden hacerlo.

jueves, 6 de abril de 2017

RUFIAN Y SU MISMIDAD

¿Y si el buitre voraz de ceño torvo fuera realmente un manso cordero de piedad transido?
¿Y si el que se empecina en asustar ansíara realmente espantar sus miedos?
Es la duda que me corroe cada vez que presencio cómo el diputado Rufian dice lo que dice y lo dice como lo dice: porque realmente ansía que lo libren de la cruz en la que está clavado y no porque quiera clavar a los demás en sus propias cruces.
¿No son clamores desesperados para que lo quieran los que cree que lo aborrecen?
Alma sangrante de dolor debe ser el alma de Rufián: supura el pus del odio porque necesita las caricias del amor.
Pobre, infeliz Rufián: teme que lo odien todos los que no lo abrazan.
Lo angustia más ser ignorado que despreciado.
Necesita salir de su insignificancia para entrar en la notoriedad.
Aunque, para eso, tenga que disimular una condición que se concilie con su apellido, por mucho que desentone de sus anhelos.

Y es que el diputado Rufián hace lo que hace y dice todo lo que dice para llamar la atención y singularizar su mismidad.

miércoles, 5 de abril de 2017

LAS TROMPETAS DE JERICÓ

A una persona en su sano juicio, y al conjunto de personas emparentadas por su origen y su destino comunes se le suele llamar pueblo, le preocupa más lo desconocido que tienen por delante que lo conocido que dejaron atrás.
¿Por qué al conjunto de personas que es el pueblo español le preocupa más el franquismo del que escaparon que esa mítica democracia que buscan y no encuentran desde 1975?
Cuarenta años largos tardaron los judíos en llegar desde el Egipto del que escaparon a las murallas de Jericó, último obstáculo para entrar en su tierra prometida, y tan ansiada por ellos como los españoles ansían la democracia desde 1975.
¿Y cómo derribaron los judíos aquel último obstáculo? A trompetazo limpio.
(El estruendo inesperado para el que duerme plácidamente la siesta es infalible para sacarlo de su pasiva modorra y devolverlo a la productiva actividad del trabajo con el que se gane las habichuelas).
El día en que se dejen oír los claros clarines y los vivos reflejos de la espada anuncien que el cortejo está llegando, los españoles se sobresaltarán y, sin perder tiempo remangándose, volverán al tajo.

O, y ese es el peligro en el que más vale no pensar, empuñarán el martillo y blandirán la hoz.

martes, 4 de abril de 2017

LO DE GIBRALTAR



Sea usted un socio cumplidor y respetuoso de las normas que te imponga al club conocido por Unión Europea para que, en retribución por tu dócil servilismo te hagan la puñeta.
Pues eso es lo que la Unión Europea le ha hecho a España al avisar a Inglaterra de que tiene que acordar con España el futuro de Gibraltar y sus ciudadanos, como parte del acuerdo que regule las relaciones una vez abandone la Unión.
Y, para complicar más el embolado, los siempre belicosos ingleses no han tardado ni un minuto en advertir a los últimamente mansos españoles de que defenderán su posesión gibraltareña por el método con el que la conquistaron: a cañonazo limpio.
Si los españoles se quieren quedar con Gibraltar, ha dicho un eminente inglés, Inglaterra mandará sus barcos y sus soldados para que lo impidan, como hicieron cuando otro país de estirpe española como Argentina, quiso recuperar su Malvinas, unas islas que los ingleses conocen por Falklands.
No hay que menospreciar la amenaza porque, si  los belicosos ingleses han ganado desde hace siglos todos los conflictos internacionales en los que intervinieron, los españoles los perdieron todos .
Son dos pueblos tan opuestos que se parecen: mientras los ingleses ganan todas sus guerras contra extranjeros, los españoles las pierden, y solo ganan las guerras contra otros españoles.
Aunque solo fuera por esa característica diferencial, los españoles debería evitar una guerra contra los ingleses, con vencedor inglés fatalmente inevitable.
Pero es que ésta derrota a la que España estaría predestinada no sería la mayor desgracia porque,¿ y si (cosas más raras de han visto) son las armas españolas las que en ésta insólita ocasión, perdieran los ingleses y ganaran los españoles?
De la roca buena para nada enclavada en un entorno feraz útil para todo viven decenas de miles de españoles que trabajan en Gibraltar.
¿De qué vivirían los relativamente pocos que ahora viven en la roca y las decenas de miles de españoles que en la roca se ganan las habichuelas?
La prudencia aconseja no precipitarse en la toma de decisiones que alteren lo que hay (el “status quo”, que dicen los finos).
Si lo malo cambia para peor, mejor seguir como estamos.

lunes, 3 de abril de 2017

EL AUTOENGAÑO DE LA CENSURA



Ahora que se puede hablar mal de todo me ha venido a la memoria un episodio de los tiempos en los que, para no equivocarse al hablar de lo que a algunos les parecía inconveniente, a uno le convenía no hablar de nada.
No sé si el tiempo a que me refiero era así porque era la esencia del franquismo o era el temor reverencial a  Franco el que lo inspiraba.
Vamos al hecho que inspira tan profundas reflexiones:
Acababa de terminar el segundo curso en la escuela oficial de periodismo y solicité y me concedieron hacer prácticas en la Agencia EFE, que me destinó a la sección de Efe-Extranjero para que, en el horario de tres de la madrugada a nueve de la mañana, tradujera al español las noticias que llegaban en francés o inglés por las agencias France-Press, UPI (United Press International) o Associated Press (AP).
El jefe máximo del tinglado era un ectoplasma de aspecto ruin y bien ganada fama de mala leche que respondía siempre en gruñidos al nombre de Don Manuel Marañón.
No sé por qué (seguramente mi turno particular comprendía el horario completo y otros más veteranos lo empezaban después de las tres o antes de las nueve) al último mono llegado a aquella monería de redacción le tocó coordinarla.
Consistía la tarea en traducir noticias y distribuir a los demás las noticias que debían traducir.
Una aciaga mañana, cuando don Manuel Marañón llegó al cubículo acristalado desde el que aterrorizaba a todos los que no teníamos más remedio que dejarnos aterrorizar, me convocó a su presencia:
“Mire usted”—me conminó—“en ésta casa no existen Pablo Casals, Pablo Neruda ni Pablo Picasso”.
Recordé que había dado a traducir una información en la que se hablaba de Neruda y, aprendí la lección: el que niega lo que es no engaña a los demás sino, ante todo y sobre todo, a sí mismo.

domingo, 2 de abril de 2017

LA OPOSICIÓN REACCIONARIA

Una parte sustancial de ésta malaleche que cada vez afecta a una mayor proporción de la gente de éste mundo en el que padecemos más que disfrutamos se debe a que la gente ignora tanto el idioma en que se expresa que, para descansar de las ocho horas que cada día se pasa sentado como escribiente, lo mandan subir una montaña de ocho mil metros.
Y, para recuperar la normalidad de aquel período anormal en el que  se obligó a los españoles a vivir sin preocuparse de la política, se les recetó empacharse de política las 24 horas y pico de cada día.
Y sabemos los que arrieros de la vida somos que la bestia lleva mejor su paso natural mientras menos veces se le grite ”arre” para que acelere el paso o “so” para que se pare.
Y el desastre de los desastres es cuando hay un arriero que manda al burro parar, y   otro que  quiere que acelere el paso, o que acelere el paso cuando el arriero titular pretenda que se pare.
Y en ésta recua mal patroneada por los arrieros de la política española que son los políticos profesionales eso es lo que pasa. No se entienden.
El titular  para obligar a los burros a seguir el paso y mantener el ritmo de marcha se llama gobierno y el que contradice sistemáticamente las órdenes del arriero-gobierno responde al nombre de oposición.
Es el gobierno, como arriero titular de la recua, el que tiene el derecho y el privilegio de marcar rumbo y ritmo de marcha, el responsable de la acción.
¿Por qué, entonces el arriero-oposición del arriero titular que es el gobierno lo tacha permanente de reaccionario?

Aquí hay que pararse un largo momento para aclarar la confusión  antes de seguir la marcha y, por lo menos, precisar de un vez por todas que el que se encarga de estorbar lo que otro quiere hacer es el que se ha ganado que lo llamen reaccionario.

sábado, 1 de abril de 2017

LO DE RAMON (CASSANDRA) PAZ

¿A quien se le ocurre llamarse Casandra pudiéndose haber llamado, por ejemplo, Mari Loly?
Los incautos ignoran que el nombre que uno escoge, o el que escogen para uno, es premonitorio de la clase de vida que le espera al cambiar de identidad, para dejar de ser lo que había sido.
Y eso es lo que debería haber sabido el joven Ramón Paz cuando decidió pasar a ser conocido como Cassandra Paz.
Casandra fue una señora antigua que vivía en el Olimpo griego dedicada a hacer profecías que nunca acertaba, salvo en la de la destrucción de Troya.
Quince años más tarde de que Ramón pasara a llamarse Cassandra lo han condenado por unos chistes de mal gusto que publicó y, en el juicio en el que fue declarado culpable los jueces, el fiscal y los funcionarios judiciales siempre se refirieron a él como al acusado Ramón.
Sin embargo la sentencia que tendrá que cumplir, si llega a cumplirla, será por delitos cometidos por Ramón cuando ya era Cassandra.
Menudo lío se ha liado con ese episodio judicial en el que la sentencia abre preguntas de difícil respuesta.
El individuo que nace, ¿es el mismo que cuando muere?
Si la condición y la opinión sobre un mismo asunto puede ser diferente un segundo antes que un segundo después, ¿cómo va a culparse por lo que hiciera un segundo después de haberlo dicho o hecho al que lo hubiera hecho o dicho?
Decididamente, hay que cambiar la manera de impartir justicia para que un individuo solo pueda ser justiciable mientras esté cometiendo el delito.
El caso contra Ramón (Cassandra) Paz, condenado-a por reírse del atentado que acabó con la vida del entonces presidente del gobierno Carrero Blanco, que condicionó la posterior evolución del franquismo, significan un antes y un después en la aplicación de la justicia.

Hay que cargarse al delincuente mientras cometa su delito y, si fuera posible, antes de que lo cometa. Lo ideal sería detenerlo y ventilárselo en el mismo momento en el que considere la posibilidad de dar el paso de inocente a culpable.