sábado, 16 de septiembre de 2017

CATALUÑA Y RAJOY



La gente actúa si es consecuente con la respuesta afirmativa a dos preguntas rituales:
a) ¿pudo hacerlo?
b) ¿quiso hacerlo?
“Pues Dios lo hizo” fue la conclusión a la que llegaron los sabios para proclamar dogma la Inmaculada Concepción.
Mariano Rajoy, que desde luego no es Dios, tiene casi sus mismas atribuciones para hacer y deshacer en España.
¿Pudo Rajoy atajar la ya aparentemente inevitable secesión de Cataluña?
¿Quiso hacerlo?
Desde luego que no porque, si hubiera querido, habría recuperado para el Estado las funciones que el Estado Español delegó en La Comunidad Autónoma Catalana.
Y, como conviene personalizar en un individuo las contrariedades que el conjunta sufra,  Rajoy debería ser penitenciado para indultar al conjunto del pueblo español.
Entonces, ¿los españoles no catalanes son inocentes de lo de Cataluña?
De eso concretamente son inocentes,  pero de la culpabilidad por haber festejado a la democracia como los israelitas al becerro de oro, no hay quien los absuelva,
¿No es una insensatez que el ciudadano que no es capaz de solucionar sus problemas personales se comprometa a resolver los ajenos?
Pues eso es la democracia española.

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