domingo, 17 de diciembre de 2017

ANTES, AHORA Y SIEMPRE

Santiago Abascal, que es presidente de “Vox”, el único partido que se opone a la inverecundia política que desde 1978 infecta a España, quiere que se ilegalice a todos los partidos políticos “que quieran romper la unidad de España”.
No hay ningún partido político cuya mera existencia no implique su propósito de fragmentar al país: la etimología descubre que “partido” es una fracción del todo.
Así que la propuesta de Abascal merece ser tenida en cuenta pero como base de partida que permita llegar a la conclusión de que solamente la supresión de TODOS los partidos españoles evitaría fragmentar el conjunto, que es España.
Todo cambio precisa un reacomodo y el que supondría para el enjuague político nacional acabar con los partidos políticos sería un cambio revolucionario, un proceso de cuyo término es imposible vaticinar el resultado.
Lo más probable, si Santiago Abascal tuviera oportunidad de hacer realidad su propuesta y hasta de culminarla encaramándose al prisma de la pirámide del poder, es que todo seguiría en España, más o menos, como ahora.
Porque, el objetivo fundamental del gobierno que encabezara sería, como el de todos los gobiernos, eternizarse en el poder.
¿Y eso como se consigue?
Pues evitando por todos los medios que le permita el ejercicio del poder  que un ambicioso sin escrúpulos consiga mandar en vez de seguir obedeciendo.

Así fue antes, así  es ahora y así será siempre.

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