jueves, 19 de enero de 2017

LIBRECAMBISMO O PROECCIONISMO

Si nunca es tarde para aprender lo que se ignora tampoco lo es para llegar a la conclusión de que la verdad es verdad y la mentira mentira, según el ojo con que se mire algo de lo que se dude si es mentira o es verdad.
Un suponer: el librecambismo y su filosofía contraria, el proteccionismo.
¿Por qué los ingleses y sus nietos bastardos, los norteamericanos, han sido ardientes defensores del librecambismo y  hasta que, simultáneamente,  han cambiado de chaqueta para pasarse al bando de los proteccionistas?
¿Degenerará hasta llegar a la autarquía que tradicionalmente combatieron con cañones y soldados durante toda su historia belicosa?
El librecambismo que hasta ahora profesaban ingleses y norteamericanos predicaba el rechazo a que los Estados y sus gobiernos interfirieran en la actividad económica y mercantil para que la gente pudiera beneficiarse de la amplitud de la oferta y el abaratamiento de los precios,  que tendría como consecuencia de la competencia libre de barreras y monopolios.
Y les fue divinamente a norteamericanos e ingleses hasta ahora porque lo que fabricaban era de superior calidad y, gracias a su libre circulación, llegaba a los consumidores más oportunamente y a mejor precio del que ofrecían otros fabricantes, nacionales o extranjeros.
Hasta que las circunstancias que aconsejaban la filosofía librecambista han cambiado porque los autos fabricados en México o los chalchiuis (baratijas) que llegan desde China compiten en variedad, calidad y precio con los fabricados en Estados Unidos.
Los Estados Unidos e Inglaterra han llegado simultáneamente a la necesidad de decidir:
 a) competir en calidad y precio con los bienes y servicios que llegan de países en los que su calidad y el precio desplazó en tiempos a los bienes y servicios nacionales, o
b)pasar del librecambismo al proteccionismo y atrincherarse en la autarquía antes combatida fuera, para sacudirse la competencia que hasta ahora consideraban motor del progreso.

Para Inglaterra es más cómodo salirse de la Unión Europea y, para los Estados Unidos, levantar un muro frente a México y salir huyendo del Pacto del Pacífico para no tener que competir con China.