sábado, 15 de abril de 2017

LOS ROJOS Y LA BANDERA

A éstos rojos españoles que se guirran de gusto cada vez que queman una bandera española les ha dado el beri-beri porque a la no roja Maria Dolores de Cospedal se le ocurrió que, como muestra de duelo por la muerte de Cristo, las banderas españolas ondearan a media asta.
Y es que los famosos rojos creen que Cristo  es menos digno de ese homenaje que el Jefe del Estado o el Presidente del Gobierno para los que está reservado ese honor, si mueren ejerciendo el cargo.
¿Cuántos jefes de estado o de gobierno murieron siéndolo, y se hubieran merecido un despliegue a todo trapo de la bandera que, por rutina, pusieron a mitad del palo que la sujetaba?
Lean la historia de éste mundo, desde que los primeros emigrantes africanos llegaron a Europa para cargarse a los cromagnones nativos, y díganme si algún nacido de mujer ha cambiado tanto la humanidad como Cristo, que hasta partió la historia en dos mitades: la anterior y la posterior a su nacimiento.
¿Es que loas rojos españoles no son humanos porque son infrahumanos o es que se creen superiores porque todo el que los contradiga merece ser descatalogado como persona, para facilitar el progreso de las masas conocidas como chusma?

Ay, rojos españoles, tan envilecidos por su condición de amorfa masa deshumanizada que les preocupa solo la bellota que hozan en el suelo, y no la encina de la que cayó su ruin alimento.