sábado, 22 de abril de 2017

¿PARA QUÉ SIRVE EL GOBIERNO?

Una de las muchas definiciones del ser humano es la de animal que piensa.
Como además tiene la rara capacidad de expresar sus pensamientos, una observación atenta del hombre te induce a definirlo como animal que se queja.
¿Y de qué se queja, mayormente, el ser humano  que además sea español?
De que el gobierno no les resuelve sus problemas personales.
¿Puede el gobierno remediar a todos los que gobierne, si uno de ellos se queja de que es la conducta de otro de los gobernados la que lo que lo incomoda?
¿Y si fuera una decisión del propio gobierno la que irritara a todos?
Ante la evidente incapacidad de que esa entelequia que es el gobierno de todos sirva para satisfacer demandas encontradas, ¿para qué sirve un gobierno?
Para amagar y no dar, como los boxeadores practican sus fintas, para engrupir a los boludos
Para que no se líen a tortas los dos enfrentados para arreglar sus discrepancias porque confían en no tener que solucionar los conflictos que los encocoran, ya que se los resolverá el gobierno.
Eso, que se puede aplicar a cualquier clase de gobierno democrático, dictatorial o patriarcal en el primero de ellos tiene consecuencias parecidas a las que experimenta un paciente cuando le aplican un analgésico opiáceo para inhibirle el dolor.
Y, si el gobierno no sirve para resolver satisfactoriamente las quejas enfrentadas de dos ciudadanos, ¿para qué necesitamos gobiernos?
Para calmar los ánimos de los dos quejosos, y darle tiempo al tiempo para que un problema mayor haga que se olvide el inicial.

Y mientras el tiempo resuelve o difiere la solución que se les pidió, los gobernantes mandan, cobran por mandar y salen en la televisión, el orgasmo, el éxtasis, el non plus ultra de las aspiraciones ciudadanas.