viernes, 19 de mayo de 2017

CATALANIDAD ANIMAL



Como fue hace setenta años el destino de los que la mecanización del campo dejó sin trabajo en la España suroriental, Cataluña será pronto refugio y amparo no solo de todos los animales de España, sino hasta de los de fuera de la península ibérica.
Una hormiga a la que hoy iba a pisar voluntariamente en el patio de mi casa (que es particular), me preguntó ansiosa: "¿cuando?"
“Cuando y si se proclama Cataluña república independiente de España”.

Y le expliqué a la impaciente hormiga que ya se ha redactado un artículo de la constitución de la nueva república que proclamará:
"Los animales son seres que sienten y, como tales, con el alcance que de manera motivada legal y científicamente se determine, la República catalana los protegerá y defenderá, respetando sus necesidades como especie y como individuo, mediante las pertinentes medidas legislativas, ejecutivas, judiciales y educativas".
Ese artículo todavía no se ha aprobado, como todavía no se ha proclamado la república  pero su simple anuncio ya ha despertado una dura controversia entre partidarios y críticos.
Los primeros arguyen que, concediéndoles a los bichos los mismos derechos que a los ciudadanos-personas, el número de catalanes se multiplicará y convertirá a la nación catalana en una de las más pobladas del mundo, casi como China.
Los disconformes están encabezados por los butifarrófagos, que tienen miedo de que se les prohiba comer butifarras por estar elaboradas con carne de ciudadanos catalanes.
Ya hay una asociación de independentistas que apuntan a una medida para eludir esos escrúpulos: que las salchichas se elaboren exclusivamente con carne de cerdos no catalanes que, por no tener la nacionalidad catalana, siguen siendo bichos y no personas.