viernes, 26 de mayo de 2017

ESPAÑA,EL IMPERIO



Todos fuimos testigos de que Pedro Sánchez no supo responderle a Patxi Lopez qué es una nación.
Ahora se le ocurre es que lo que quiere que España sea es una nacion de naciones.
Como hombre de acción que lo que hace no siempre tiene que concordar con lo que dice, una nación de naciones es lo que hasta ahora se conocía por Imperio.
¿Pretende, pues, que este sistema de organización política del estado, apodado “de las autonomias” se eleve a Potencia Imperial?
Porque los Imperios tradicionales los formaban distintas naciones con diferencias culturales, étnias, lenguas, y  estructuras organizativas internas, a las que solo unía la fidelidad de todas al trono imperial.
Si eso es lo que pretende el frívolo Sanchez no se quedará en eso porque, no cabe duda, se guarda en la recámara de su escopeta el cartucho definitivo, el que mata a la pieza medio muerta.
En el pìnáculo de los imperios, imperando sobre los reyes de las autonomías integradas en la estructura estatal, el Emperador era la conjunción entre dispares.
Así que lo que Pedro Sanchez intenta es un plan a largo plazo con los siguientes pasos:
Ganar las ele4cciones parlamentarias para, una vez lo proclamen presidente del gobierno:
a) Promover y activar una reforma constitucional para que el Reino Español pase a ser República Federal española.
b) Para atajar el desbarajuste que a España traen siempre las republicas (las dos que España ha sufrido),
c) Promover el Imperio Federal Español y ceñirse la corona.
Puede parecer un plan descabellado pero, por lo mismo, netamente español y propio de Sanchez.
¿No descubrieron las Indias Occidentales los marinos onubenses de Colon, cuando intentaron llegar a China y las Indias Orientales?
¿Por qué no va a ser la proclamación de la República el paso previo para que Sanchez sea el Emperador de España y sus autonomías, elevadas a la categoría de naciones?