domingo, 11 de junio de 2017

TODOS IGUALES



Si lo de los rojos contra Amancio Ortega fuera un eructo a destiempo, con olvidar esa falta de educación y buenas maneras el incidente quedaría liquidado.
Pero no es así.
El rechazo del donativo del rico resume toda la filosofía en la que los rojos basan su acción política.
Y es que los rojos no pretenden que todos los pobres sean como los ricos sino que todos los ricos sean como los pobres.
Y, además, que ricos y pobres compartan la misma pobreza no voluntariamente, sino porque el Partido, el gran igualador por abajo, permita que únicamente los jerarcas del partido estén por encima de los demás.
(Su superioridad relativa la deben al escalafón que les corresponda dentro del partido, porque fuera del partido serían nulidades abstractas, como los demás ciudadanos).
Como el partido lo es todo para los rojos, es el partido el que fija y exige lo que los ciudadanos tienen que aportar al Partido.
Dar al Partido más de lo que el Partido exige sería una transgresión, el stajanovismo ya condenado en su tiempo porque el camarada Stajanov se excedía en el cumplimiento de las tareas que el Partido le había fijado.
Amancio Ortega, es el Stajanov moderno de éste comunismo arcaico que quieren implantar en España para modernizarla, devolviéndola a mediados del siglo XIX.