lunes, 12 de junio de 2017

PERSONAS GUARDADORAS



Aviso a los que todavía no les haya afectado la genialidad revolucionaria del gobierno socialista de Andalucía para que no se anden con el bolo colgando: tarde o temprano también la padecerán.
En uno de los impresos que facilita la Junta de Andalucía para solicitar plaza en el segundo ciclo de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Especial, E.S.O. y Bachillerato para el curso escolar 2017/18 se requiera en la casilla de “datos familiares” –donde se suele pedir el nombre del padre, madre o representantes legales del menor-,  el nombre de la “persona guardadora”, según recoge Infocatólica de COPE.
Esa sí que es una revolución de verdad y no la de añadir al vermú una aceituna pinchada en un mondadientes.
Y necesaria, no como aquella revolución comunista que solo sirvió para transferir al Partido  la Patria Potestad sobre los ciudadanos, sus bienes, su servicio y su devoción.
De un plumazo se han cargado mis socialistas andaluces ese obligatorio privilegio de padres y madres en la gestación, la alimentación y la educación de sus hijos.
Cualquier “persona guardadora”, tenga relación sanguínea o no la tenga, puede guardar mejor que el padre u la madre el bienestar del menor al que guarde.
¿Guardar contra qué  o guardar contra quien?
Protegerlo o guardarlo de nefastas influencias que algunos padres han venido ejerciendo para que sus hijos sean como ellos y como lo fueron los padres de sus padres.
Lo mejor para los niños del futuro y para que formen parte del futuro que estos apóstoles de la revolución integral están promoviendo es que se acojan a la tutela de lo que siempre perdurará: el partido que modela y modula al Estado.