sábado, 29 de julio de 2017

KOLJÓS CON PISCINA



En este pueblo mío que es Palma del Río se está tramando que el reloj de la historia retroceda hasta  1927, el año en el que Stalin le quitó sus tierras a los pequeños propietarios para colectivizar su explotación como peones del gran terrateniente que pasó a ser el Estado.
Stalin inventó el koljós y, al privar de sus tierras a los kulaks (pequeños propietarios agrarios), se cargó a unos cuantos millones de ellos y a otros cuantos de millones los metió en la cárcel o los desterró a Siberia.
El resultado más visible fue el hambre que asoló los 22 millones de kilómetros cuadrados de Rusia y que en casos extremos pero frecuentes, como los que se dieron en Ukrania, el hombre del siglo 20 retrocedió al canibalismo de la prehistoria.
Pero, si los comunistas no mandan porque desde que la gente elige al que manda, son los socialistas los que mandan en Palma del Rió, ¿por qué van a colectivizar la tierra?.
Porque, como todo el mundo sabe, los socialistas son comunistas vergonzantes que se enmascaran de ángeles para que no se note demasiado que son demonios.
Y los socialistas de Palma del Rió parece que están tramando la colectivización de la tierra en el koljós que van a organizar en Somontes, una finca de secano de 360 hectáreas, de la que es titular la Junta de Andalucía.
Si la junta accediera a la petición de sus correligionarios socialistas, que se vaya preparando a soltar dinero:
Lo primero que van a hacer es construir un embalse para que las pardas tierras de secano se vuelvan vergeles, gracias al regadío de toda la finca.
En el proyecto que he leído en la prensa no falta de nada: desde un perito agrícola que la dirija hasta un restaurante-merendero con piscina con su terraza y todo, para que los obreros y obreras, sus hijos e hijas, conocidos y conocidas además del publico que es tan simpático, escuchen un sentido bolero de Los Pachos.
El más solicitado, seguro, será ese cuya letra dice “Toda una vida estaría contigo, no me importa donde ni cómo ni cuando, pero junto a ti”.
Con el “a ti” los del koljos apiscinado se referirán, como es obvio, al PSOE.

CHISGARABÍES



Todos los humanos deberíamos acorazar nuestro objetivo vital, que es trasmitir la vida a los que nos sucedan, con la táctica flexible para vencer los obstáculos puntuales.
¿Y qué le ocurre al que, por carecer de un claro objetivo para su vida, recurre a tácticas oportunistas y a veces contradictorias con el propósito final?
Que descubre que su vida carece de objetivo o que pretende alcanzarlo mediante tácticas muchas veces enfrentadas entre ellas.
Por eso, inmediatamente después de afirmar que algo es cierto sostiene con el mayor descaro que es falso.
En todos los pueblos y ciudades del mundo hay gente así.
Pero en Andalucía, cuya capital es Sevilla, abundan tanto que hasta se les ha dado un nombre para identificarlos: chisgarabís
Aquellos legendarios señoritos andaluces, que seducían con promesas de amor eterno a las criadas para abandonarlas inmediatamente después junto al fruto de su engaño, eran todos chisgarabíes.
Los señoritos terratenientes ya no suelen vivir en Sevilla, pero su herencia perdura en los horteras sin bagaje académico ni patrimonial, que tasan su triunfo en el número de mujeres e hijos abandonados.
Raza esta de los andaluces que, con muy puntuales excepciones, ponen como objetivo de su vida  parecer lo que no son y quitarse de en medio en cuanto una obligación los amenace.
Cambian lo esencial por lo superfluo y por eso, en el fondo, habría que compadecerlos. Toda una vida aparentando que son lo que no son, sabiendo que solo son lo que aborrecen ser.