sábado, 12 de agosto de 2017

UN CUENTO DE MIEDO





   Había una vez un país en el que sus habitantes estaban tan acostumbrados a las noticias sobre robos, desórdenes y desacatos a las leyes por parte de los que mandaban y de los que obedecían, que ya ni prestaban atención a la televisión a la hora del telediario.
Hasta que una noche, todas las cadenas emitieron un mismo programa.
Flanqueado a derecha e izquierda por otros  uniformados, el que ocupaba el centro dijo:
“Les anuncio que, a partir de ahora, se ha acabado el cachondeo”
Nadie necesitó averiguar lo que había querido decir porque todos entendieron lo que había dicho.
Y, a partir de entonces, los únicos que evitaban dejarse ver en las calles eran los que intentaban, y no se atrevían, a delinquir.