No se deben
confundir los medios con los fines: los primeros son la herramienta para
conseguir los segundos.
Para el que no sepa la diferencia, o no le interese saberla, cualquier procedimiento
que permita lograr lo que se ansia vale, si quien lo emplee cree que facilita lo
que ansía.
No hay barreras
éticas ni morales.
Por ejemplo, la
utilización del sanguinario atentado de Las Ramblas barcelonesas como medio
para conseguir la independencia de Cataluña.
Lo hizo ayer Rosa
María Sardá, una cómica catalana que. terminó su comentario sobre el atentado
en las Ramblas de su ciudad deseando “emancipación”.
¿Estaría
abogando la cómica por la liberación del miedo y la sangre que causan en todo
el mundo los terroristas musulmanes, como acababan de hacer en Barcelona?
¿O se referiría
a la emancipación de Cataluña de España?
Demasiado ruin
sería que utilizara la sangre derramada de sus conciudadanos para lograr una
modificación administrativa que parte de sus conciudadanos desean.
No se puede ser
tan miserable. Me niego a creer que, ni siquiera Rosa María Sardá, pueda ser
tan desalmada.