sábado, 29 de septiembre de 2018

CAMBIEMOS A SANCHEZ POR TRUMPV


       Lo lógico sería culpar del deshilachamiento de su desgobierno a la ausencia del presidente Sánchez de España, que puede que ni exista cuando vuelva, si es que vuelve alguna vez.
    ¿Y por qué no ha de volver?
Pues porque hay un perceptible sentimiento en los Estados Unidos, cada vez más profundo y extendido, para que Sánchez no vuelva a la Moncloa de Madrid y se quede en la Casa Blanca de Washington.
Eso sí: con Sánchez debería quedarse su esposa para que redecore la residencia oficial norteamericana, enseñe a los millones de afroamericanos donde está Africa y, sobre todo, para ilustrar a Ivana Trump sobre cómo debe vestir y portarse en público.
¿Y España, qué ganaría con eso?
Todo:
a) Estados Unidos experimentaría un declive de su poderío económico y militar irrefrenable.
b) Con Trump de presidente del gobierno español, España recuperaría la hegemonía mundial que en tiempos disfrutó.
¿Se adaptaría Trump a España y Sánchez a Estados Unidos?
Sin duda. Ni se percatarían porque en los dos paises, más o menos, hay la misma proporción de sudamericanos, negros y moros.
A Trump sería al que, de los dos, más le costaría adaptarse porque, siendo la población de España siete veces menor que la de los Estados Unidos, viven del Estado casi el mismo numero de enchufados.

viernes, 28 de septiembre de 2018

LA FELICIDAD


El que está atravesando la humanidad se conocerá en el futuro como “el tiempo de la evanescencia”.
Como los planes quinquenales en los que el gobierno planificaba el futuro a cinco años vista, también ahora el futuro se fracciona en partes, como las letras en la venta a crédito.
Está programada la obsolescencia de lo que se fabrica , se usa o se organiza.
A partir de la fecha de caducidad prevista, es el azar el que determina la supervivencia.
Es una manera revolucionaria de entender el futuro y, como consecuencia, de organizar el presente.
Si la solidaridad organizada asegura las necesidades vitales del individuo, ¿para qué preocuparse de su futuro?
Si esa misma solidaridad que garantiza su futuro le asegura su presente, ¿qué necesidad tiene de obsesionarse por el futuro ni de esforzarse por su día a día?
Sabios de la era más sabia de la Humanidad, identificada con el Grecia de los dioses y los filósofos, llegaron a la conclusión de que el objetivo de la vida humana es lograr la felicidad procurando el placer y evitando el dolor.
El hombre actual ya acaricia con la yema de los dedos el suave roce de la felicidad.
Ya se percibe desde la tierra el olor a incienso de la gloria.
Gloria superior a la que algunas religiones prometen porque no solo serán felices las almas sino, sobre todo, los cuerpos.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

EL HELISANCHEZ DE PEDRO


Pues menos mal que éste (des)gobierno de Pedro Sánchez lo ha cimentado el helifanático presidente sobre la igualdad (lo mismo da ocho que ochenta, hembra que macho, tonto que listo(a).
Uno, que esta pensando en organizar una línea de autobuses para trasladarse del salón al dormitorio, es tan helifóbico que renunció a conocer Babilonia porque había que desplazarse en helicóptero.
(Y porque, para qué negarlo, vista una ruina, vista la ruindad de todas las ruinas).
Por lo que se está comprobando un día sí y otro también, la igualdad sobre la que cimentó su consejo de ministros es el mayor éxito de la política igualitaria de Sánchez: unos antes y otros después, todos acaban dimitiendo.
Un futuro presidente de gobierno que está recopilando textos que fusilar  cuando elabore su tesis doctoral, como hizo Sánchez, ya tiene el título con el que espera que pase a la historia: “ (La mentira): Mientras más gorda, mejor”
Lo que más lo hizo sudar fue hallar la fórmula del entre paréntesis inicial del título, sin el cual la tesis doctoral parecería una obra pornográfica.
Para el sector lúcido de la sociedad que estima un peligro innecesario desplazarse de una forma distinta que a pié, lo que menos le gusta de Pedro Sánchez es su afición a los helicópteros, no su presunción de que la Historia de la Humanidad arrancó cuando se posesionó de la Moncloa.
Temen que, como todo se contagia menos lo bonito, en un futuro inminente se les obligue a desplazarse en helicóptero hasta para llegar a la estación del Metro.
¿Y si se le ocurriera hacer aéreo el hasta ahora metro subterráneo?
Lagarto, lagarto.

martes, 25 de septiembre de 2018

QUE DEL ESTADO NOS LIBRE DIOS


Además de la facultad para que el individuo haga, diga y piense lo que le de la gana, la libertad es la capacidad de pensar, decir y hacer lo que a cada persona quiera, sin necesidad de justificar la razón o el motivo por el que lo haya hecho.
¿Y si lo que haga daña o molesta a otro?
Puede, entonces:
a) pedirle disculpas por las molestias.
b) darle cien euros para que se tome una limonada y se le quite el cabreo.
c) meterle un metido entre los ojos para que pueda añadir uno más a su primer motivo de queja.
Todo y cualquier cosa, desde luego, antes que invocar la intervención mediadora en el conflicto de una parte supuestamente neutral, como el Estado.
¿Y si alguien siente que la libertad de otro mengua su propia libertad?
Pues, inevitablemente, salta la chispa del conflicto que, si no se limita en sus daños y consecuencias, provoca un incendio como el de Atlanta en “Lo que el viento de llevó”.
Desde luego, lo que a nadie se le debe ocurrir, (lagarto, lagarto) es pleitear contra el Estado.
¿Y por qué no?
Porque el Estado siempre gana y el ciudadano-contribuyente siempre pierde.
a) el ciudadano tiene que sufragar los gastos de la representación legal que deba defenderlo en los tribunales.
b) simultáneamente a sus gastos de defensa, paga con sus impuestos el costo de la representación legal del Estado.
Si pierde el pleito, le cuesta un  dineral y, si lo gana, consigue solo la parte de lo que la sentencia, resultante de restar su aportación vía impuestos de lo que el Estado se gastó al encausarlo.
--Entonces, ¿qué?
--Que del Estado, tan lejos como de la encina en descampado durante una tormenta.

lunes, 24 de septiembre de 2018

PEDRO Y LA GLORIA DEL PODEER


Por “acción directa” puede entenderse la iniciativa individual o colectiva para que lo que hasta ese momento haya, deje de haberlo.
Un suponer y para entendernos: si un descontento contagia su insatisfacción a otros desengañados por la manera de gobernar de un gobernante, y entre ellos conciertan poner pié en pared, al golpe de estado que lleven a cabo se le podría llamar “acción directa”.
--“Pero eso”—se escandalizaría el hipócrita—“es una barbaridad”.
Puede que sea verdad y que sea una barbaridad  mayúscula.
Pero, ¿cuántas barbaridades minúsculas evitaria esa barbaridad mayúscula?
   La gente se escandaliza porque los han acostumbrado a pensar que todo golpe de estado requiere para serlo una barbaridad de tiros, bombardeos, refugiados y colas interminables para llegar al barril en el que se reparte sopa.
Y no tiene por qué ser así:
Imagínense y esfuércense en imaginar porque el caso requiere mucha imaginación, que un individuo que ni siquiera ha sido electo para formar parte del grupo de 350 electores capacitados para designar presidente del gobierno, se salta todos los precedentes y preside el gobierno.
Y una vez presidente, se le ocurre tramar una trama que, en el orden jerárquico del Estado—Jefe del Estado, Presidente-a de las Cortes- Presidente del Gobierno—pretenda quitar a la que ocupa el segundo lugar.
Como no hay dos sin tres, ¿qué ocurriría luego?
Que le pareciera injusto ser solo el número dos en la jerarquía estatal. “Al fin y al cabo”—se preguntaría—“si ésta es una monarquía democrática,¿ por qué no va a poder ser Rey cualquier ciudadano?
Y con esa capacidad acumulativa que lo caracteriza, sería rey, presidente del gobierno, presidente de las Cortes y comandante en jefe del ejército.
--Oiga, y doctor cum laude.

viernes, 21 de septiembre de 2018

LA GUERRA QUE NUNCA SE ACABA


 

 

 

“Defensa abre expediente a los cinco militares que firmaron un manifiesto a favor de Franco”, (Diario Publico, 21/9/18.

 

   De la que me he librado…estaba a punto de firmar una carta solidarizándome con Bertrand Du Guesclin, el que ayudo a su señor a que se cargara a su hermanastro para heredar el Reino de Castilla.

   Habría sido un borrón a mi brillante carrera militar, en la que alcancé la graduación de Cabo, en el Ejército Colonial Español (Regulares 2).

    ¿Que de lo de Du Guesclin han pasado ya varios siglos?

   Lo mismo da, que el parsimonioso transcurso del tiempo no aminora la gravedad de la ofensa cometida.

    Y la ofensa de Franco no fue cualquier cosa: nada menos que anunciar que, cautivo y desarmado el ejercito rojo, las tropas nacionales han alcanzado sus últimos objetivos miliares”.

   Y para mayor recochineo, cerró su parte con el escueto “la guerra ha terminado”.

    Y ahí se equivocó porque para poner fin a un pleito, las dos partes discrepantes deben aceptar que lo que se daba se ha acabado.


jueves, 20 de septiembre de 2018

AMOR MERCANTILIZADO


Si lo que dice una información que hoy he leído en Periodista Digital fuera cierto, ese presidente prefabricado que preside el gobierno español sería lo peor que pueda imaginarse como político y, además, como persona.
Al reunirse los ministros un viernes para el habitual consejo, sobre la cartera del Presidente había una nota.
Intrigante por lo inusual.
Pronto, el propio presidente se encargó de disipar dudas al leerles a los reunidos el texto del escrito:  “Hola, soy yo y te quiero mucho, papi. Te quiero y mola mucho”, dice el digital que rezaba la nota.
¿Hasta la simpatía que arranca la prueba de amor de sus propias hijas al padre es canjeable por votos?
Miserable.



lunes, 17 de septiembre de 2018

PEOR UN MAL GOBIERNO QUER NO TENER GOBIERNO


Cuando pasen cien años, y si Dios le diera salud, Pedro Sanchez seguiría siendo presidente del Gobierno.
--¿A pesar de que lo de su tesis doctoral resultara mentira?
Toda la vida de todo político se sustenta en un pedestal idéntico: la mentira, la ocultación de la verdad, el disimulo, conseguir que lo vean como ellos saben que no son.
Y es que para ser presidente de gobierno, primera persona del presente de indicativo o number one del rock-and-roll importa, más que tener facultades para serlo, engañar a los demás para que crean que las tienes.
Es así esto de la política, que a los ingenuos parece tan complicado, lo más simple:
Consiste en engañar a los demás para que te confíen la administración de tu voluntad a cambio de que les resuelvas sus problemas.
Si no se los resuelves, el número de causas ajenas a la voluntad del gobernante, y que le impidieron cumplir su promesa, es infinito.
Es, como el caso de los eructos y los gases estomacales, la never ending story, el cuanto que nunca se acaba.
Si tanto se queja la gente de sus gobernantes, que cada uno resuelva sus problemas por sí mismo.
Verán qué pronto suplican que vuelva a mandar un cuentista al que, si no le saca las castañas del fuego, pueda culpar de que las chamuscó.

jueves, 13 de septiembre de 2018

TUNANTES Y CATETOS


Perdonen por el incomodo pero ésta España, si no es el coño de la Bernarda, es una mierda.
Con título oficial y válido gracias a la póliza de tres pesetas que lo certifica, pero una caca.
Y no solo por lo del tío ese que manda a traición en el gobierno, el tal Sanchez, sino porque a todos los que vivimos en España nos compele (obligar a una persona por la fuerza o con el poder de la autoridad a que haga una cosa en contra de su voluntad) a ser como no somos.
Los que mandan, que se supone que saben más que los que obedecemos, deben demostrarlo y, nada evidencia más su superioridad intelectual que un título académico que certifique su maestría, un máster.
La gente no tiene necesidad de aprender para saber: con un título oficial que certifique su maestría le sobra y le basta.
Así que los más listos deciden que, si lo que importa es que un título garantice que sabes mucho de algo, ¿para qué esforzarse en aprenderlo?
Con el título que acredite que sabes lo que ignoras se consigue que la gente crea lo que no es: que el titular del título sabe tanto no porque lo sepa, sino porque lo dice el título que haya presentado.
El nieto Juan del amigo que mejor conozco ha regresado a España después de tres cursos en un colegio de Dublin en el que su jefe de estudios creía que era irlandés de nacimiento y residencia, desde la infancia.
Al volver a Madrid y demostrar su perfecto bilingüismo con los responsables del centro español, le exigen presentar un certificado que a sus padres les costará unos cientos de euros.
¿Quien habla ingles? ¿El que usa indistintamente el ingles o el español como lengua de comunicación?
No. El titular de un certificado  de que habla inglés,  y que se obtiene pagando una pasta gansa.
¿Catetos?
No.¡Tunantes!

miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA TESIS DOCTORAL DEL DOCTOR SANCHEZ


Mi amigo más íntimo terminó y publicó tres libros y tiene varios otros a medio terminar y que, por desidia, vagancia o pérdida de estímulo quedarán inconclusos.
En general, la gente que escribe algo lo hace con la intención de que la Humanidad lo lea, elogie al autor y aspira a que el alcalde de su pueblo le ponga su nombre a alguna calle.
Hay solamente un conocido de oídas, un tal Pedro Sánchez, que dice que escribió un libro (una tesis doctoral lo es) y se niega a que la gente lo lea.
Una rareza de difícil explicación que puede originarla:
a) que sea mentira que escribiera el susodicho libro, en forma de tesis doctoral.
b) que en el libro defendiera la trayectoria política del Generalísimo Franco, con cuyo vilipendio se gana ahora las habichuelas con chorizo.
c) que en ésta España en la que hasta el más tonto hace relojes, le da vergüenza confesar que no solo no ha escrito ningún libro, sino que ni siquiera ha leído ninguno.
Lo que parece seguro es que, si fuera verdad lo que escribió, presentó y le fue aceptada una tesis doctoral, fue tan sin darse cuenta que no espanta la duda de si realmente lo hizo o sólo lo soñó.
Desde luego, si fuera lo segundo (que lo soñara) declina toda responsabilidad respecto a lo que la tal tesis diga.
(No vaya a decir en la hipotética tesis que el Caudillo fue un regalo que el Buen Dios hizo a la díscola España).

martes, 11 de septiembre de 2018

LA MANO QUE ALIMENTA AL PERRO


Dentro de 30 años, cuando de los que ahora lucimos calva solo quede un cráneo mondo y lirondo, a Pedro Sánchez se le podrá acusar hasta de haber matado a Abel, pero no de mentiroso.
Porque, por lo que dice la prensa que dijo hace un par de días el no-electo presidente democrático de ésta España que traga y sufre, aunque empezó gobernando de carambola, su gobierno durará 30 años.
¿Qué cómo va a durar tanto?
Deshaciendo en tres décadas todo lo que hizo el Generalísimo Franco en cuatro.
Pretende demostrar que destruir es tan necesario como destruir y mucho más cómodo.
(Le preguntó un anciano periodista, que en su infancia había sido franquista, por qué no se construía sin necesidad de destruir)
--Para que no se amontonen ni se confundan lo nuevo y lo viejo. Lo antiguo se hizo más despacito que lo nuevo y, por eso se le da injustamente más valor.
--“Y, además”, remato Sanchez, “como lo antiguo se hizo antes que lo moderno, ocuparon el mejor emplazamiento y dejaron el peor para lo moderno”.
--“Por eso”, concluyó el desenterrador de Franco y revolucionario de la democracia por gobernar sin  ganar elecciones, “para hacer algo hay que destruir primero”.
Como ejemplo de su revolucionaria praxis política, lo primero que hizo Sanchez fue cambiar a la gente que encontró en Television puesta por otros, por los que él ha colocado.
“Perro que come”—murmuró—ni muerde ni ladra al que le echa el mendrugo”.

lunes, 10 de septiembre de 2018

LOS MASTER


Pobre gente, tan descontentas de ser como son, que no pueden evitar mentir para parecer a los demás que son como les gustaría haber sido.
¿Qué les gustaría haber sido y no son, quizás porque no lo intentaron?
Titular de “master,”  el rango académico que faculta a su titular  para enseñar, porque ya sabe todo lo que tenía que saber.
En realidad, el que presume de ser lo que no es no merece castigo, sino compasión.
¿Quién puede garantizar que, si un ciudadano es titular de un máster falso,  no es también un  honrado de mentirijillas, un asesino camuflado o, vaya usted a saber, un franquista?


sábado, 8 de septiembre de 2018

CIUDADANOS Y PSOE(A) PARTEN PERAS


Hace tres años que más de la mitad de los andaluces compartieron una misma ilusión: que seguiría gobernando su partido, como lo viene haciendo desde que les dijeron y se creyeron que la democracia había llegado para quedarse.
El Partido Socialista, que gobernaba desde que se inventó Andalucía, se garantizaba en un acuerdo con el Partido Ciudadanos que seguiría siendo la única mano con acceso a la ubre de la que fluye la leche vivificante que es el Presupuesto.
Los de ciudadanos se comprometían a ayudarles en el ordeño, a cambio de que los socialistas les sonrieran de vez en cuando y no les dieran inesperadamente un mordisco en la rabadilla.
Fueron así, si no felices, al menos educados los unos con los otros hasta que los que ponían en la sociedad el apoyo sin recibir nunca ni una palmada amistosa, dijeron ayer que se acabó lo que se daba.
En definitiva: disuelta la coyunda de conveniencia, cada mochuelo tiene que buscar su propio olivo y, si quiere repartir los gastos de un nuevo acomodo, tendrá que encontrar otro partido con el que compartir cama y mesa.
Y la gente, ¿qué?
La gente de por aquí, tanto ahora como hace tres o cuatro mil años, lo que quiere es panem et circenses, pan y toros, vino y siesta, y, naturalmente,  “be together dancing cheek to cheek”, (bailar mejilla con mejilla).

viernes, 7 de septiembre de 2018

LA GLORIA


El cielo, según las tres religiones que en el mundo arrastran creyentes es no se sabe si un lugar o un estado de ánimo tan rebosante de felicidad como carente de desgracias.
La Gloria es uno de los sinónimos del cielo.
Estar en la Gloria, pues, es lo mismo que estar en el cielo.
Y ¿quién manda en el cielo, a quien le corresponde el privilegio de abrir o cerrar sus puertas a los que en el Paraíso quieran establecer su eterna residencia?
A Dios.
Hasta ahora se creía que dios carece de edad, dimensión, figura y hasta de nombre.
Desde ayer, dios o Dios (con minúscula por si hubiera más de uno y mayusculado si fuera Uno y Unico), tiene nombre, apellido, figura y aparece en el canal 5 de televisión si ese fuera el canal que conecte el telespectador que esté interesado en saber lo bueno que es Pablo Iglesias.
Tiene aspecto de mujer y es conocida por Susana Griso. No es diosa porque Dios, que lo es todo simultáneamente, es tanto mujer como hombre.
Ha sido posible identificarla como Dios-diosa por la frase con que mandó a paseo a un mortal al que estaba entrevistando: “Se acabó tu minuto de gloria”.
Lo echó de su presencia como el colega de Susana nombró a Luzbel fogonero del infierno.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

SER Y PARECER


 



Lo dijo Calderón de la Barca, y no hay más que añadir: “afortunado el hombre que tiene tiempo para esperar”.
Y uno, que lleva 75 años esperando sin saber qué, ha llegado a la conclusión de que gastarlo sin provecho material es lo más acertado que el hombre puede hacer con su tiempo.
Por ejemplo, viendo la televisión, desde la que el PODER nos orienta para que  pensemos como el Poder consigue que todos pensemos.
¿Que a qué viene tanta pavada?
A que ahora empleo mi tiempo perdiéndolo en ver los capítulos de la temporada siete de Homeland, esa serie televisiva norteamericana que tan real parece a los que no conocen ni han conocido la realidad de lo que la serie relata.
Uno de los protagonistas, el que encarna Saul Berenson, personaje de edad madura, rechoncho y abusivamente activo para los años que representa, se gana las habichuelas como Consejero de Seguridad Nacional de la Presidenta, que al principio de la temporada parecía mala y a mitad de temporada parece buena.
El personaje de Berenson aconseja sabiamente a la presidenta poco antes o después de repartir guantazos y esquivar balazos.
Hasta en su aspecto me recuerda a un ciudadano que me adelantaba o al que yo adelantaba muchos días cuando, después de aparcar ambos en los aledaños de la Elipse desde la que se contempla la parte sur de la Casa Blanca,  caminábamos  hacia la residencia presidencial.
Era el consejero de seguridad nacional, Henry Kissinger.
Después lo hizo Nixon secretario de Estado y, a partir de entonces y cuando acudía a la residencia presidencial, entraba por la puerta que da a la avenida de Pennsylvania.
No digo que no hubiera sido capaz de repartir los guantazos que reparte el personaje que en la serie Homeland desempeña el cargo que en aquel tiempo ocupó Kissinger.
Pero, según se rumoreaba, era más galante que valiente, más discreto que bullanguero.

domingo, 2 de septiembre de 2018

LA COMISION DE LA VERDAD


Que el socio-comunista-separatista gobierno de Pedro Sanchez es diferente de los que lo antecedieron lo demuestra la grandiosa tarea que ha anunciado: poner en marcha una “comisión de la verdad”.
Se supone que su primer paso será definir qué es verdad y qué no lo es.
Si necesita seguir gobernando  hasta encontrar una respuesta aceptable a esa pregunta que el hombre se viene haciendo desde que se bajó del árbol, Pedro Sánchez será presidente del gobierno de España hasta siglos después de que España desaparezca.
Verdad es la correspondencia con la realidad de lo que pensamos y sabemos, así que lo que pensábamos y sabíamos hace media no necesariamente tiene que ser verdad ahora.
La verdad es un concepto en permanente evolución por lo que ni Pedro Sánchez, el más listo de los hombres hasta ahora nacido, puede garantizar si a su “comisión de la verdad” le bastará una semana, o necesitará mil años, para establecer qué es verdad y qué no es.
A una mentalidad liberal diferente de la de Pedro Sanchez le sorprendería, pero acabaría aceptando, la conclusión de su comisión de la verdad de que todos los que combatieron en la última guerra civil española fueron tan víctimas como verdugos.
Para entonces, habrán transcurrido tres cuartos de siglo desde que las armas dispararon su última bala.
Los vencedores ya olvidaron su victoria pero, para los derrotados, el tiempo transcurrido desde que enmudecieron los cañones habrá sido una tregua para el  rearme,  que permita aniquilar al ENEMIGO.