lunes, 17 de septiembre de 2018

PEOR UN MAL GOBIERNO QUER NO TENER GOBIERNO


Cuando pasen cien años, y si Dios le diera salud, Pedro Sanchez seguiría siendo presidente del Gobierno.
--¿A pesar de que lo de su tesis doctoral resultara mentira?
Toda la vida de todo político se sustenta en un pedestal idéntico: la mentira, la ocultación de la verdad, el disimulo, conseguir que lo vean como ellos saben que no son.
Y es que para ser presidente de gobierno, primera persona del presente de indicativo o number one del rock-and-roll importa, más que tener facultades para serlo, engañar a los demás para que crean que las tienes.
Es así esto de la política, que a los ingenuos parece tan complicado, lo más simple:
Consiste en engañar a los demás para que te confíen la administración de tu voluntad a cambio de que les resuelvas sus problemas.
Si no se los resuelves, el número de causas ajenas a la voluntad del gobernante, y que le impidieron cumplir su promesa, es infinito.
Es, como el caso de los eructos y los gases estomacales, la never ending story, el cuanto que nunca se acaba.
Si tanto se queja la gente de sus gobernantes, que cada uno resuelva sus problemas por sí mismo.
Verán qué pronto suplican que vuelva a mandar un cuentista al que, si no le saca las castañas del fuego, pueda culpar de que las chamuscó.

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