sábado, 14 de julio de 2018

LAS COSAS DE LA VIDA


   Si todos los que se dedican a opinar coinciden, malo.
Como el olor a chamusquina que esparcía la borla del gorro de dormir del tio Frasquito de Pequeñeces, indica que algo se está quemando.
Pues el partido popular, que anda éstos días buscando pastor que guíe a sus ovejas al matadero o al abrevadero, apesta a chamusquina.
Y todo por la envuelta que quieren ponerle al regalo electoral del día cada vez más lejano en que, el que ahora gobierna sin haber ganado las elecciones, se decida a convocarlas.
Como parece que un achichincle de los mero-mero del Partido Popular puede ganar a la que vicemandaba el tinglado, de lo que se trata es de asustar a los que caigan en la tentación de votarlo.
La improbable conveniencia de que en el ejercicio del poder haya alternancia se proclama como punto positivo de la democracia, ese sistema que consiste en que el que mejor sepa freir espárragos vale tanto como el que mejor sepa quemarlos.
Y la clave para timonear éste tinglado montado para sustituir al que terminó en 1975 es huir como de un toro enfurecido de lo que había antes de ahora: el franconismo o franconato, al que prestó su nombre el General Franco.
¿Qué necesitan ahora los españoles? Lo que no tenían hasta 1975.
¿Qué les falta ahora a los españoles? Lo que hasta 1975 tenían.
 Por eso a la cutre manía del ahorro la ha sucedido el jubiloso despilfarro del gasto, a la modestia en el vestir la ha sucedido la descarada vistosidad del desnudo y, en la manera de organizar la administración de lo común, los que aportan son cada vez menos que los que detraen.
Es mucho más alegre gastar que ahorrar y ésta España de ahora es mucho más vistosa (“gay” en ingles) que la asotanada de antes.
¿Estamos entonces ahora con la democracia mejor que antes con Franco?
El estado de ánimo, que va de la alegría a la tristeza, es personal e intransferible.
Solo hay momentos contados en los que la segunda se sobrepone a la primera: cuando, como dice la copla, “yo no tengo más remedio/que agachar la cabecita/ y decir que lo blanco es negro”.