“Havoc”, que en inglés significa el follón previo abocado a
terminar en desastre, es el nombre que han dado los americanos a una misión que
están tramando para llevar gente al planeta Marte, a cuya superficie
descenderán antes de volver a la Tierra,
Eso es lo que hoy publica El Pais y que, como la borla del
gorro de dormir del Tio Frasquito, me huele a chamusquina.
¿Y por qué?
Porque ni los gringos, que tan mala follá tienen, son capaces
de ser tan esaborios como para mandar a la muerte a unos individuos avisándoles
subliminalmente de que la van a palmar.
¿Con qué ánimo van a
meterse dentro de la cápsula “Desastre” los individuos de los que sus
compatriotas quieren librarse mandándolos a Marte?
Y, además, ”cui
prodest?”(que quiete decir ¿quién saca tajada” de la exploración espacial?)
Uno, que nunca
olvidará al conejo que gazapeaba sobre el césped de Cabo Kennedy, sin
preocuparse del atronador ruido de los motores del Apolo XVII que despegaba de
su rampa, cree que lo más útil que ha
dejado a la humanidad la carrera espacial ha sido el invento del microondas.