lunes, 25 de enero de 2010

EL SINCRETISMO Y WALT DISNEY

Quienes lo escuchaban pontificar que el triunfo de la igualdad permite que ricos y pobres conduzcan los mismo autos y se bañen en las mismas playas dieron un respingo al oír que si el igualitarismo es bueno, el sincretismo es un desbarajuste.
--“El sincretismo”—pidió calma Salomón Cabeza Sagaz ante el alboroto que su última palabrota había provocado—“es la fusión de creencias o costumbres opuestas”.
Resignados a sus extravagancias, sabían que esperaba que le exigieran una explicación que pudieran comprender.
“Es como si los béticos y los sevillistas”--les aclaró—“se hicieran todos de un mismo equipo que vistiera calzones blancos y camiseta blanquiverde”.
--“Eso, mas que un desbarajuste”, lo atajó el más atrevido de sus contertulios, “es un imposible, pero no sería el fin del mundo”.
Salomón, al que apodaban a sus espaldas “Alfonso Décimo”, intentó contagiarles su sabiduría:
“No será el fin del mundo, pero el sincretismo ya ha acabado con el mundo que conocíamos y nos está metiendo en un mundo desconocido”.
Los abrumó: el inglés es ya la lengua de todo el mundo, en todas partes se oye la misma música, no hay diferencias en el vestido, se come la misma hamburguesa en todos los países, el fútbol enloquece por igual a todos los pueblos, los varones se han amariconado en sus apariencia y las hembras se han amachorrado en la suya, la diferencia de sexo no es indispensable para el matrimonio y las películas se estrenan al mismo tiempo en todas partes.
Los sufridos oyentes, indefensos a la exuberancia argumental, escucharon somnolientos que la tibieza religiosa que se había propagado en la humanidad se había aliado al fenómeno del sincretismo para transformar el mundo.
“Excepto algunos grupos musulmanes residuales, el hombre ha olvidado la práctica de las religiones que antes los diferenciaban, y pronto el tiempo dejará de medirse por la fecha del nacimiento de Cristo, la huida de Mahoma de Medina a La Meca o la de la creación del mundo, el primer dia del mes de Tishrei del año 3761 antes de Cristo”.
Un incauto, que no supo resistir la tentación, cayó en la trampa.
“¿Y qué”?
--“Que, inevitablemente”—sentenció Salomón— “ y a falta de punto de referencia que mida el tiempo, la Historia se dividirá en dos épocas, que señalará el momento más trascendental y aceptado por todos: la prehistórica, en la que hombre se sirvió del planeta y la nueva era, en la que decidió sacrificar su vida para servir al planeta”.
Salomón Cabeza Sagaz, Alfonso Décimo para los que envidiaban su sabiduría, concluyó que el sincretismo fijará como momento crucial de la humanidad el de la transformación del hombre de depredador en benefactor de la naturaleza, proclamó la ecología como única religión y declaró a Walt Disney único profeta de la Religión Universal.