martes, 30 de junio de 2009

LA DICTADURA DE LA ORTODOXIA

Gracias a los que osan discrepar de las doctrinas y prácticas dócilmente aceptadas por sus coetáneos, la Humanidad se despereza a veces, sacude su plácida modorra conformista y progresa en bienestar y conocimiento.
Sin los heterodoxos, que intuyen, formulan y propagan ideas que a la ortodoxia instalada les parecen chocantes, los pueblos seguirían siendo manadas de individuos que, como los rebaños de mamíferos silvestres, habrían evolucionado solamente lo que les hubiera dictado la naturaleza.
Sin el atrevimiento de los disconformes, el sol giraría alrededor de la tierra, el paisaje seguiría tan puro como cuando Dios creó el mundo y el individuo más astuto o vigoroso sería el amo de los más candorosos y débiles.
Incómodo ha sido siempre para los heterodoxos su atrevimiento al formular propuestas que se apartaran de las creencias establecidas y lo pagaron, en el mejor de los casos, con el aislamiento social de los que temían perder su comodidad si se admitían las nuevas teorías.
Pero la oposición interesada a las nuevas ideas casi siempre la compensaba el prestigio intelectual que, tácitamente al menos, se reconocía al disidente.
Ni es España el único país del mundo en el que la sociedad ha intentado acorazarse contra el contagio de las ideas heterodoxas, ni en el que con más ahínco se ha combatido al disidente.
Todas las culturas de moda los persiguieron: la musulmana aisló tanto al judío toledano Aben Ezra, precursor de la libre interpretación de los textos sagrados, como al cordobés Averroes, que equiparaba la razón al alma humana, y abogaba por el coprotagonismo de hombres y mujeres en la ciencia y la cultura.
Raimundo Lulio, Miguel Servet, o Luis Vives le olían a chamusquina a la ortodoxia cultural cristiana y Jovellanos, Blanco White o Goya a los que defendía la pureza del pensamiento castizo frente a la contaminación enciclopedista.
Hasta el último tercio del siglo veinte, los heterodoxos tenían un prestigio intelectual popular que compensaba su aislamiento oficial. A los que propugnaban la democracia como vía para el callejón sin salida de la Dictadura, sus compatriotas los aureolaron como a héroes.
A aquel esplendor del prestigio de los heterodoxos sucedió, sin transición apreciable, la reprobación de los pocos que se atreven a no aplaudir la nueva ortodoxia.
Nunca en la Historia de España—y aunque peque de exagerado o pretencioso me atrevo a decir que de ningún pueblo—el heterodoxo ha estado tan aislado y perseguido como en la España postdictatorial.
Nunca, como ahora, la dictadura de la ortodoxia había sido tan sutil, tan monolítica y tan infranqueable.

lunes, 29 de junio de 2009

HONDURAS: ¿GOLPE O LEGALIDAD?

Golpe de estado es la violación del mecanismo que la legitimidad establecida fija para el acceso al poder ejecutivo en un Estado.
En el Estado de Honduras, lo mismo que en otros regímenes de democracia parlamentaria, se establece la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, independientes entre sí y cada uno de ellos con competencias y atribuciones marcadas por la ley, por la Constitución.
¿Por qué, se han apresurado en calificar de golpe de Estado lo que la madrugada del domingo ocurrió en Honduras? Puede que el calificativo sea acertado y puede que no lo sea:
Hechos:
1.- El Presidente Manuel Zelaya, cuyo mandato político terminaba el año que viene, anuncia, propone y organiza una consulta, referendum o encuesta que, si fuera aprobada, le hubiera permitido aspirar a mantenerse en el poder mediante reelecciones sucesivas.
2.-La Corte Suprema de Justicia, en el ejercicio de sus funciones, declara la ilegalidad de la consulta impulsada por el Gobierno, que desatiende la prohibición del Tribunal Supremo hondureño y mantiene la consulta para la fecha fijada, el domingo.
3.-El Ministerio Fiscal solicita el viernes al Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo que ordene a las Fuerzas Armadas que, ante la desobediencia del Ejecutivo, impidan todas las actividades encaminadas a la celebración del referendum.
Esos son los hechos, que siembran la duda sobre si era el poder ejecutivo el que se proponía un golpe de estado, o fue víctima del golpe. Por lo menos, no está claro.
Seguramente los militares se extralimitaron como agentes de la Justicia porque detuvieron al Presidente y, a la fuerza, lo sacaron del país.
La elección de su sucesor también se llevó a cabo, al menos de manera formal, según las leyes: se leyó una carta de renuncia que se aceptó como legítima y, por unanimidad de los diputados, incluyendo los del Partido Liberal de Zelaya, se eligió nuevo Presidente, que prometió la celebración de elecciones en la fecha prevista, el año que viene.
Una pregunta insidiosa: ¿Hay que respetar escrupulosamente las leyes siempre, o solamente cuando no perjudiquen la implantación de un régimen populista y demagógicamente progresista?

domingo, 28 de junio de 2009

ESTADOS UNIDOS: INFLUENCIA PERDIDA

Los latinoamericanos han culpado durante siglo y medio a los Estados Unidos por apadrinar golpes de estado en sus países, y puede que lamenten en adelante que no sean capaces de impedirlos.
Horas antes de que los militares lo sacaran en pijama de su casa a las tres de la madrugada del domingo, el presidente de Honduras Manuel Zelaya se ufanaba de que el golpe que desde dos días antes se gestaba lo habían frenado los Estados Unidos.
Pero el presidente depuesto, en su exilio obligado de Costa Rica, ya ha debido percatarse de que Washington ya no quita y pone gobiernos en América Latina a su antojo.
Los golpistas dicen que su actuación ha seguido las normas impuestas por la ley porque las fuerzas armadas actuaron siguiendo instrucciones de los tribunales, que habían decretado la ilegalidad del referendum convocado por el Presidente depuesto para reformar la Constitución y mantenerse en el poder después de que expirara su mandato el año que viene.
El Congreso, formalmente, se limitó a aceptar la renuncia que Zelaya le presentaba, en un documento que asegura que no firmó, y a elegir nuevo presidente al del Congreso, Roberto Micheletti.
El Heraldo de Tegucigalpa, que el domingo publicaba una fotografía del supuesto documento de renuncia, asegura que ciudadanos de Venezuela y Nicaragua, que habían entrado subrepticiamente en Honduras, habían sido enviados por sus gobiernos para ayudar a Zelaya a ganar el referendum para reformar la Constitución.
No es Honduras uno de los países latinoamericanos de mayor tradición golpista porque solo ha vivido en su historia tres períodos de gobiernos de facto: entre 1956-57, 1963-65 y 1978-80.
Si la presión de Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos se demuestra eficaz, el gobierno de Micheletti tendrá los días contados y Zelaya será pronto repuesto en su cargo.
Si no ocurriera así, significaría que los Estados Unidos han perdido la influencia que tuvo, y que le permitía decidir en América Latina como en el corral de su casa.

martes, 23 de junio de 2009

LOS MOSQUITOS TOGOLESES

Seguramente tendrán tan poco cerebro como sus congéneres de las marismas andaluzas, pero los mosquitos de Lomé son capaces hasta del suicidio para impedir que un amigo los abandone.
¿Por qué, si no, decidieron que fuera el Falcon en el que volvía a España el Presidente Rodriguez, y no otro, el que intentaron averiar?
No hay que menospreciar a los mosquitos de Togo al pretender que solo el sentimiento por la marcha de un amigo los empujara al suicidio.
Que nadie ponga en duda que los mosquitos de Lomé estaban consternados cuando se percataron de que el presidente de España se decidía a regresar a su tierra y abandonarlos.
En los días que permaneció entre ellos pudieron apreciar su simpatía, los cautivó el candor de su carácter y los emocionó la bondad de su talante.
Hasta disculparon que hubiera patrocinado la abolición de la pena de muerte aunque los humanos que se libren de la ejecución sean una amenaza para la vida de los insectos togoloses.
Razones de frío cálculo materialista se aliaron a las sentimentales para convencer a los mosquitos de Togo de que, para impedir que el Presidente Rodríguez los abandonara, cualquier sacrificio merecería la pena, incluso el de arriesgar la vida.
Por eso, como kamikazes enardecidos, se precipitaron contra las toberas del reactor del Presidente español, empujados por el heroísmo suicida que impidiera su regreso a la Europa en la que los insecticidas exterminan sistemáticamente a los mosquitos.
Aunque haya sido baldío el épico gesto de los mosquitos de Lomé porque solo consiguieron retrasar el regreso de Rodríguez, merecen un tributo de admiración.
Humildes y agradecidos mosquitos de Togo, capaces de sacrificar la vida por un amigo que llegó para traeros unos cientos de millones de euros que los suyos necesitaban.
Merecíais mejor suerte en vuestro intento, y que José Luis Rodríguez Zapatero hubiera pasado entre vosotros los largos años que le queden de vida.

lunes, 22 de junio de 2009

MEXICO (NUEVA ESPAÑA),MODELO PARA ESPAÑA(NUEVO MEXICO)

Hubo una tierra habitada por pueblos enemistados a la que, para darle un nombre que los uniera, la bautizaron con el de procedencia de sus conquistadores y así, llamaron Nueva España a lo que hoy se conoce por México.
Uno imagina que, además de homenajear a los conquistadores foráneos, el nombre pretendía que los purépechas, tlaxcaltecas, aztecas o mayas nativos se transmutaran en una síntesis de sus virtudes con las de los llegados desde la lejana Europa para convertirse en españoles nuevos, en nuevos españoles.
Tanto se miraron en el espejo español que los mexicanos lograron superar el modelo: son tan fanfarrones como los españoles, a fuerza de desprendidos los superan en generosidad, son más temerarios que sus audaces conquistadores, menos laboriosos y más truhanes.
Les gusta la juerga, el cante y los toros. Han desarrollado hasta una teoría de la picaresca, esa forma de vivir que les aportaron empíricamente los españoles.
Recuerdo con creciente admiración a mi amigo Antonio Navarro Zarazúa, un reportero de “El Heraldo de México” que, en su día, elaboró una sabia “Carta de deberes y derechos del embute”.
¿Que qué es el embute, llamado también chayote? Es la gratificación que recibe el reportero asignado a la cobertura informativa de una fuente, para que mire con buenos ojos lo que vea.
Uno de los artículos de la Carta de mi amigo Antonio especificaba: “la aceptación de dicho chayote no obliga a su receptor a cumplir lo que le pida el donante del embute”.
Es lo que un sagaz diplomático mexicano me describió en vísperas de mi llegada a aquel país como “las tentaciones del establishment”. “Tentaciones”—se apresuró a tranquilizarme cuando torcí el gesto—“que no te comprometen”.
La fascinante vida mexicana está plagada de frases que definen esa civilizada forma de convencimiento de los reacios.
“No hay general capaz de resistir un cañonazo de cincuenta mil pesos”, es una de ellas y otra, tajante y digna de que la reproduzcan en letras de oro sobre un lienzo de mármol blanco es todavía más contundente: “Vivir fuera del Presupuesto es vivir en el error”.
¿Quien iba a decir a los ciudadanos de ésta España de subvenciones para todo, en la que el precio de los políticos va del traje a los diez millones de euros para la empresa en la que la hija trabaja, que los apadrinados de la Nueva España acabarían siendo nuestros padrinos?
Si la Historia admitiera rectificación y marcha atrás, la prudencia aconsejaría pensar en cambiar de nombre a esta vieja España y empezar a llamarla Nuevo México.
Aprovecharíamos y podríamos aplicar aquí la teoría de la corrupción que los mexicanos han elaborado,con la sagacidad y la sabiduría amarga de su humor.

domingo, 21 de junio de 2009

PENITENCIA POR PECADOS AJENOS

Como los flagelantes acomplejados, los votantes norteamericanos sucumben esporádicamente a la tentación de penitenciarse.
Nadie les negaría el gusto si sus latigazos penitenciales no llagaran también las espaldas de las demás naciones del mundo, inocentes de los pecados norteamericanos.
Ya les pasó cuando, escarmentados de las fullerías de Richard Nixon—uno de los presidentes más eficaces de los Estados Unidos—eligieron al candoroso James Carter.
Hace ya 33 años de eso y, aunque los logros de Nixon perduren—desenganche del oro respecto al dólar, reconocimiento de la realidad China y fin de la guerra de Vietnam, entre otros—las consecuencias de las meteduras de pata de Carter también las sigue pagando el mundo.
No digo que sin Carter el Oriente Medio sería ahora una región sin problemas, porque no ha conocido la paz en los últimos 15.000 años, pero el conflicto que ahora la agita sería distinto.
Como todo el que escribe sus memorias, Zbigniew Brzezinsky lo hizo para exculparse y el consejero de seguridad de Carter afirma que desde la Casa Blanca estaban decididos a apoyar al Sha para que siguiera gobernando Irán, aunque no dejaban de instarlo a que dulcificara la represión contra la agitación promovida por los ayatolas, y cediera a algunas de sus demandas.
Pero lo cierto es que, en Noviembre de 1978, la Presidencia de Carter ya había llegado a la conclusión de que el Sha debería abdicar y de que al gobierno de Washington le convenía “colaborar” con Jomeini para aplacar su antinorteamericanismo.
En definitiva, que había que ceder ante el adversario para aplacarlo. Ingenuidad esa de entregar al aliado atado de pies y manos al enemigo, que no es exclusiva de Carter.
Los demás era inevitable: El Irán de los Ayatolas se hizo más incómodo que el del Sha, por lo que la mejor solución fue apoyar al enemigo sunnita de los chiitas iraníes: el dictador irakí Sadam Husein.
Lograron así los Estados Unidos tener enemigos en los dos países y, por contagio, en todo el mundo islámico.
Otra jugada maestra de aquél Carter fué facilitar que los sandinistas tomaran el poder en Nicaragua para librarse del corrupto Tacho Somoza. (“Es un hijo de puta, pero es NUESTRO hijo de puta”, decían los gringos de Tachito).
No sé si Nicaragua está ahora lo mismo, mejor o peor que tras la decisión de Carter, pero sigue mal.
No fue la de Carter la última receta con que los norteamericanos se automedicaron en los últimos 50 años. El pasado, y buscando la redención de sus pecados por haber elegido a George Bush, elevaron a la Presidencia una segunda versión cándida ,ingenua, bienintencionada y pura de político inmaculado: Barak Husein Obama.
Que Dios nos coja confesados.

jueves, 18 de junio de 2009

Y DECIAN QUE ZAPATERO ERA TONTO...

Que los más preclaros sabios se reunan sin perder tiempo,que entren en ebullición sus lúcidas mentes y concierten sus esfuerzos para ayudarme a salir de la ofuscación en que estoy sumido desde que he visto y oído al Presidente Rodríguez en “Las mañanas de Cuatro” explicar por qué ha subido los impuestos de gasolina y tabaco.
Pero que nadie se confunda: mi desconcierto no lo provocó el argumento del político con apellido de artesano de la lezna y la chaveta: ya estoy acostumbrado a oírle negar lo evidente, con tal desparpajo, que hasta un cazurro como yo cae en la tentación de creerlo.
Lo que esta vez me confundió fue el esfuerzo sobrehumano que la muchacha que lo entrevistaba debió realizar, sin que su rostro la traicionara, para no soltar la carcajada cuando escuchó la explicación.
Los que calificaban a Rodríguez como el presidente de gobierno más tonto que ha tenido España desde que en el siglo pasado inició este período democrático se han lucido.
Demuestra día a día que, de todos los políticos, es el más listo y el que mejor conoce a los españoles porque sabe que están dispuestos a creer lo que sus gobernantes les cuentan:
Si creyeron que Lutero era un hereje, que la Virgen no había perdido su virginidad a pesar de dar a luz a su hijo, que los tercios defendían en Flandes la ortodoxia del catolicismo, que no era el oro sino la conversión de los indios lo que impulsó la conquista de América o que la conspiración judeo masónica tenía la culpa de que no lloviera, ¿de que van a dudar?
Rodríguez, que conoce como nadie a sus paisanos, dice que ha aumentado los impuestos del tabaco no para tener más dinero que derrochar, sino para que los insensatos españoles fumen menos, y que los impuestos a los combustibles los ha subido para que los españoles ahorren energía, no para sacarle más cuartos.
Y el tío lo dijo con tal carita de bueno que ni la muchacha que lo entrevistaba soltó la carcajada ni yo, ahora que lo pienso fríamente, estoy convencido de que me estuviera tomando el pelo.

miércoles, 17 de junio de 2009

ABUSO DE "DEMOCRACIA"

Aunque todas las palabras tengan el mismo valor lingüístico, hay algunas pronunciadas con tono reverencial que la prudencia aconseja economizar para que su uso no las devalúe.
Es lo que está ocurriendo con “democracia” y sus derivados desde que, por obra y gracia de la muerte del Dictador, pasó de proscrita a expresión que prestigia al que la emplea.
Y tanto se usa y abusa de ella que, si la moderación no limita su derroche, acabará tan sin valor como un maravedí.
Sirve tanto para un roto como para un descosido porque, si “demócrata” es el más encumbrado elogio que pueda merecer una persona, negarle ese calificativo equivale a considerarlo el felón más ruin.
Es evidente que se considera demócrata al partidario de la democracia como sistema político de gobierno y de organización del estado.
Pero su significado de gobierno del pueblo es impreciso porque, hasta el estado más dictatorial, alardea de que es el pueblo el que gobierna, delegando en el Dictador el ejercicio del poder.
Es la democracia, pues, una aspiración y no un sistema de gobernar el Estado.
A ver quien niega la adhesión inquebrantable que una mayoría de españoles ingenuos tributaba al Caudillo, la devoción fervorosa de las masas a Hitler o la adoración reverencial que su pueblo dispensaba al “padrecito” Stalin.
Pero el régimen que hicieron a su medida esos tres dictadores dista mucho de que pueda considerarse una democracia.
Tanto en las democracias como en las dictaduras abundan los panegiristas fervorosos e interesados, que etiquetan a sus adversarios con el latiguillo de “anti” para que nadie dude de su ortodoxia oportunista.
Con qué unción abacial califican ahora de antidemócratas a sus discrepantes quienes se proclaman apóstoles de la nueva ortodoxia.
No lo hacen porque en su corazón abunde su amor a la democracia, sino porque presumen de lo que carecen.
Es una nueva forma del rancio “maricón el último”: te tacho de antidemócrata para evitar que pongas en duda mi comportamiento democrático.
No es más que argucia de engañabobos, triquiñuela en esta nueva feria de los discretos aprovechados, variante de la picaresca del Buscón o el Lazarillo, sin la gracia de los clásicos.
A los que intentan silenciar llamando antidemócratas a los que discrepan de sus opiniones les faltan argumentos y les sobra malaúva . Quien no los conozca, que los compre.

martes, 16 de junio de 2009

ENVIDIA DE PORTUGAL

Si alguien quiere convencerse de que importa más aceptar lo que se es que alardear de lo que se tiene, que vaya a Portugal y hable con sus habitantes.
Por cortesía elemental, que intente hacerlo en portugués aunque, si le fuera imposible, que no se preocupe: los portugueses están acostumbrados a esforzarse en entender al visitante, si el visitante es incapaz de hacerse entender.
Después de siete días entre gente modesta, amable y orgullosa se vuelve a España envidiando la sabiduría de los que han sabido conservar lo que son, sin caer en la tentación de cambiarlo por lo que no tienen.
El viajero, que durante la década que vivió en Portugal aprendió a respetar el país y admirar a sus habitantes, se siente como en casa cada vez que regresa.
Los días que pasa entre portugueses, se vuelve parlanchín y comunicativo, como si quisiera que se percataran de que no todos los españoles son nuevos ricos que regatean a voces el precio de las baratijas que arrasan en la Boca do Inferno.
Llegó a Lisboa el viajero la noche del diez de Junio, Día de Portugal .Sorprendente unanimidad en los comentario de las emisoras, porque todos coincidían en cantar los descubrimientos portugueses.
A nadie se le ocurría mencionar que el tráfico de esclavos fue la más lucrativa actividad ultramarina ni que ese mismo Diez de Junio era la Fiesta de la Raza de los dictadores Salazar y Marcelo Caetano.
Le pareció admirable el cuidado del centro urbano de Aveiro—un empleado de la limpieza empujaba un carrito en el que su compañero iba echando a mano las hojas de árboles caídas en la calzada—, el mimo de los empleados de la Tapada de Mafra con los ciervos y jabalíes del parque, cuya proclamada condición agreste no engañaba a nadie, o el agrado del servicio del restaurante de Mealhada especializado en lechón.
Las comparaciones puede que sean odiosas, pero son inevitables: si los portugueses, con 22.000 euros de ingreso per cápita parecen razonablemente satisfechos, ¿por qué los españoles, con 34.000, están siempre al borde de un ataque de nervios?
Sospecho que algo tiene que ver que los portugueses hayan sabido reconciliarse con su pasado y los españoles no, auque en la historia de los dos pueblos se cuenten largas dictaduras, pasados épicos y una larga tradición de empleo de la religión como herramienta de control social, para apaciguar la insatisfacción del pueblo.
Además de la religión, el poder portugués manejó el miedo reverencial a Castilla para frenar el descontento popular y, aunque la represión de su dictadura fuera menos sanguinaria que la española, las largas guerras coloniales estigmatizaron a una generación de portugueses.
Los portugueses han logrado relegar a su historia como pueblo los sinsabores de la Historia y aceptan su modesto presente sin invocar a los fantasmas de su pasado. Para envidiarlos.

lunes, 8 de junio de 2009

¿EL PAIS ES DEL GOBIERNO O EL GOBIERNO ES DE EL PAIS?

Decir que “hay motivos más que suficientes” para que José Luis Rodríguez se someta a una moción de confianza no es, a menos que el significado de las palabras sea distinto para la secta progresista, “exigirle” que lo haga.
Con buena voluntad, el equívoco titular de El País en una de las informaciones de su edición digital, podría haber sido un lapsus en otro medio que se jactara menos de su seriedad profesional.
En un periódico tan cuidadoso como el buque insignia del más influyente grupo de presión política de España hay que conceder que tituló “exigir” conscientemente y no por descuido.
Y si fue premeditada la selección de ese verbo para el titular, hay que suponer que algo esperaba conseguir porque ni El País, la Cadena Ser o la Cuatro dan puntada sin hilo.
Demasiado saben que nadie, en su sano juicio, puede exigir a un Presidente del Gobierno de España que presente en las Cortes una moción de confianza.
Ya le sobra experiencia a la Oposición para desengañarse de que, cuando ejerce su derecho a pedirle que informe en las Cortes de algún escándalo, lo que consigue del Presidente Rodríguez es que les eche en cara los de ellos cuando mandaban.
El titular de El País que ha dado pié a este comentario me induce a reflejar una discusión frecuente entre periodistas que, como los cómicos, hablamos de cosas de la profesión hasta en nuestros momentos de asueto.
Más sencillo sería poner de acuerdo a Luzbel y a San Miguel que a un periodista con otro, pero hay una discusión tan sin conclusiones que haría falta un concilio: ¿El Grupo Prisa pertenece al Gobierno o es el Grupo Prisa el propietario del Gobierno?
Por el disciplinado ardor con que todos los asalariados del grupo de propaganda política defienden al Gobierno de Rodríguez, sospecho que la respuesta está a la vista: nadie pone tanta pasión en proteger lo que no es suyo.

domingo, 7 de junio de 2009

EL PSOE PERDIO POR OBAMA

Ardua tarea es justificar lo inconcebible y engorrosa misión la de buscar reo de las culpas propias para que asuma la responsabilidad del tropiezo imprevisto.
Gracias a su experiencia en atribuir a otros sus yerros, los mandamases del PSOE han encontrado la cabeza de turco idónea de su derrota en las elecciones europeas: Barak Husein Obama, descendiente de musulmanes.
Fue la conclusión inevitable tras el apresurado aunque exhaustivo análisis del desesperanzador resultado de la votación en España, que señaló la victoria del Partido Popular, a pesar de que en la campaña había quedado claro que es de derechas.
Los analistas del Partido Socialista comprobaron que los candidatos del PSOE habían sido escrupulosamente fieles a la ortodoxia de los postulados de izquierdas:
Habían asustado a los electores del peligro del triunfo derechista, habían advertido a los obreros de la amenaza del PP, cortejaron a los trabajadores y a los sindicatos que dicen que los representan, y habían vapuleado el confesionalismo retrógrado de sus adversarios.
Buscaban y no encontraban los expertos electorales del PSOE las causas de su derrota, y ya desesperaban de encontrar explicación a la pérdida de 711.000 votos y a la ganancia de 220.000 del Partido Popular, respecto a las elecciones de 2004.
Si creyeran en el Espíritu Santo, habrían dicho que fue su intervención sobrenatural la que alumbró la mente de uno de los descorazonados cavilosos: “Obama”—exclamó—“La culpa ha sido de Obama”.
Cuando su poderosa dialéctica desarrolló su pensamiento, quedaron convencidos:
--“La derrota electoral”—los amonestó—“ha sido lógica y merecida porque hemos traicionado uno de los pilares doctrinales básicos del socialismo español: el antiamericanismo”.
Como en todo cónclave donde se expone una idea original y lúcida, también en el de los que congregaba a las más agudas inteligencias del PSOE protestó un discrepante:
--“Nunca hemos elogiado a los Estados Unidos”,--rechazó—“nos hemos limitado a valorar como se merece a un dirigente providencial y a un progresista de ideas tan avanzadas como las nuestras que, aunque sea presidente de los Estados Unidos, está dedicado a difundir en el mundo la ética y el ideario socialista”.
Fue acalorado el debate, pero de la discusión salió el consenso sobre las causas del la derrota del PSOE: está más arraigado entre los votantes españoles de izquierdas el antiamericanismo que el novedoso mensaje de Obama.
Los elogios a Barak Husein Obama, fue la conclusión a la que llegaron los ideólogos del socialismo español había sido, por lo menos, inoportuna.
Los votantes de la izquierda española todavía no están preparados para conciliar los intereses de los trabajadores con los de los Estados Unidos.

RUBIALES: EL DEDO EN LA LLAGA

Quien a los 22 años de edad y sin haber rebasado el meridiano de Arganda del Rey se atreve a escribir el libro “China, la nueva cultura” tiene que ser muy audaz.
Francisco Rubiales Moreno (Villamartín, 1948) fue un periodista ejemplar que durante todos los años en los que ejerció la profesión eludió la tentación de sazonar con sus opiniones las informaciones que transmitía la empresa para la que trabajaba.
Libre de las servidumbres del periodismo y con libertad para expresar su pensamiento ha demostrado que, si antes no opinaba en sus textos, era por disciplina profesional y no porque careciera de ideas.
En “Periodistas sometidos. Los perros del poder”, una sólida obra de opinión sobre la influencia de los periodistas que tan bien conoce, Francisco Rubiales pone el dedo en la llaga certera e implacablemente, y denuncia el daño que causan a la sociedad los periodistas venales.
La tesis del libro, tercera parte de la trilogía que inició con “Democracia secuestrada” y continuó con “Políticos, los nuevos amos”, es que “únicamente es periodista quien se mantiene fiel a la verdad y conserva la capacidad de juzgar con independencia”.
Una condición tan excluyente, como imposible es la capacidad humana de sentenciar como verdad inmutable lo que datos, en el momento desconocidos, pueden trocar en falacia.
Si los editores impusieran una separación radical de opinión e información para que el prestigio profesional del informador no diera un plus de autoridad a sus columnas de opinión, muchos de los daños que Francisco Rubiales denuncia se mitigarían.
Pero esa es solamente mi opinión, y Francisco Rubiales expone la suya con claridad envidiable en sus libros, síntesis de sus valientes y originales análisis en su blog digital “Voto en Blanco”.
El Francisco Rubiales de intuiciones audaces de su juventud conserva en sus escritos la prudencia equilibradora en sus razonamientos, que desarrolla con maestría pedagógica y, en “Periodistas sometidos” denuncia la frágil voluntad de demasiados periodistas al caer en las tentaciones de los poderosos, en lugar de conservar su dignidad como servidores de la sociedad.
Dice Francisco Rubiales, y dice bien, que “el poder suele despreciar al periodista libre” y se queda corto porque el poder desprecia al periodista, sobre todo si ha comprado su libertad.
El lúcido autor, cuya capacidad de desarrollar con prudencia la audacia de sus intuiciones admiro, señala que “el verdadero periodismo siempre es incompatible con el poder” y es cierto porque un periodista juicioso jamás debería renunciar a la suspicacia.
El Francisco Rubiales doctor en periodismo, analista sagaz, informador imparcial, empresario de éxito y prestigioso autor, me hace evocar a los “self made men” que, con su honestidad intelectual, su tesón y su insaciable curiosidad alcanzaron en su madurez metas que parecían quiméricas en su juventud.
Los textos de pensamiento de Paco Rubiales son de lectura fácil porque conservan la sobriedad formal del periodismo lineal y directo, de agencia, en el que sobresalió.
Mi amigo Paco Rubiales, aunque destaque como pragmático analista político, sigue siendo un soñador que confía en que los españoles vayan a las urnas electorales conscientes de su responsabilidad en la elección de los candidatos, y no como intuitivos voluntaristas.
Conozco la perseverancia de Paco Rubiales y me temo que los españoles acaben haciéndole caso y se transfiguren en holandeses metódicos, aunque la síntesis de lucidez y bonhomía del carácter de Paco es inusual: lo he visto llorar por la afrenta que había sufrido un amigo.
A ese Paco Rubiales lo quiero. Al que escribe para que seamos mejores ciudadanos, lo admiro.

viernes, 5 de junio de 2009

SUCEDANEOS SACRAMENTALES

Puede que se engañen a sí mismos y que camuflen con sus gestos y sus palabras lo que, posiblemente, ni ellos sospechan: que desean lo que dicen que aborrecen, aman lo que dicen que detestan y necesitan lo que dicen que desprecian.
Porque, si son tan firmes sus convicciones contra lo que llaman hipocresía sacramental, ¿qué necesidad tienen de llamar matrimonio a la unión íntima o bautizo a la inscripción en el registro?
Si tan seguros están de que lo que hacen es realmente lo que están convencidos que desean, ¿por qué lo pregonan, como un desafío, exhibiendo imitaciones ceremoniales de las que la tradición adornó los sacramentos que repudian?
No hay proclamación más explícita de la creencia en que Dios existe que la blasfemia escatológica del que alardea de que es ateo.
Poca imaginación demuestran quienes dan preferencia a lo sucedáneo y lo escenifican como si fuera lo genuino.
Estas uniones monosexuales y estas inscripciones en el registro civil me emocionan porque me confirman que el ser humano necesita una liturgia comunal para marcar acontecimientos extraordinarios de su vida.
¿Qué era el matrimonio sino el compromiso público de una mujer y un hombre de compartir sus vidas y qué significaba el bautizo sino la bienvenida a la comunidad de un recién nacido?
En presencia de una autoridad religiosa o de un funcionario civil, los bautizos que quiere popularizar con el ejemplo de su hijo una cómica conocida no hacen más que iniciar una tradición que reemplace a la que hasta ahora había calado tan profundamente en la sociedad española.
Tiempo al tiempo y que pasen cadenciosamente los siglos. Con o sin cura, los padres seguirán organizando ceremonias para que sus amigos conozcan a su nuevo hijo y los que, en un momento de fugaz euforia, decidan que intentarán pasar juntos lo que les quede de vida, participaran su osadía en un banquete a sus conocidos y amigos.
En esencia, todo sigue igual.¿Merece la pena tanto alboroto para cambiar detalles que hasta ahora han sido eficaces?

jueves, 4 de junio de 2009

EL SPEECHWRITER ENGAÑO A OBAMA

El que escribió el discurso que pronunció en la Universidad de El Cairo Barak Husein Obama se equivocó en las fechas y, lo que es más grave, en el concepto de tolerancia que predicó el Presidente norteamericano.
Porque el Emirato Independiente de Córdoba se fundó el año 756, evolucionó a Califato en 929 y se fragmentó en Reinos de Taifas en 1031.
Mal podía haber sido contemporáneo a la Inquisición, que la Iglesia estableció para combatir la herejía cátara en 1184 y no llegó a Castilla, a cuyo reino pertenecía Córdoba, hasta 1478.
Pero no fue ese anacronismo el error más grave que su “speechwriter” hizo pronunciar a Obama cuando le escribió el discurso, sino la falacia intelectual, aunque políticamente correcta, de la tolerancia religiosa en la Córdoba musulmana.
Que hubo persecución islámica contra los cristianos del califato y, en menor medida contra los judíos, ningún historiador solvente lo discute. Discrepan, eso sí, en el pretexto que ensangrentó la intolerancia.
Ya por el año 825 se detectaron los primeros síntomas de malestar entre los mozárabes, que eran los cristianos arabizados, por las trabas de los musulmanes para que conservaran su cultura y practicaran su religión: tenían que pagar un impuesto cada vez que asistían a misa en sus iglesias y, fuera del recinto religioso, se les impedía hablar de religión. El proselitismo se castigaba con pena de muerte.
Se gestó un movimiento de rebeldía contra el poder, que se tradujo en lo que algunos llaman brote de integrismo y que se manifestó en que numerosos cristianos desafiaran abiertamente la ley, a sabiendas de que lo pagarían con el martirio.
Fueron los conocidos en Córdoba como los “Santos Mártires” Rodrigo, Salomón, Pedro, Walabonso, Sabiniano, Wistremundo, Abencio, Sisenando y otros, cuyos restos fueron descubiertos siglos más tarde en la Iglesia de San Pedro.
El movimiento integrista cristiano, que se prolongó desde el año 850 al 859, se extinguió con el martirio ejemplarizador de San Eulogio, cuya sabiduría era legendaria en todo el mundo cristiano, y que fue propuesto para ocupar la archidiócesis de Toledo.
La muerte de San Eulogio ahogó en sangre la protesta de los cristianos, que dejaron de manifestar en público sus creencias.
Más o menos, lo que ocurre en los países sometidos ahora al Islam, a los que Obama tiende la mano, y a los que exhortó en El Cairo a imitar la tolerancia religiosa del Califato de Córdoba..

miércoles, 3 de junio de 2009

LEIRE PAJIN, LA CATETA AGRADADORA

Es Leire, como persona,
Una señora discreta.
Mas la Pajin adulona,
De su amo apologeta,
Es una pobre cateta.


He reivindicado y reivindico el derecho a ser envidioso del que, sin culpa, carece de lo que otro tiene sin merecerlo.
Hasta ahora eran los pastores, a los que en aquella desapacible noche belenita se les apareció el Angel para anunciarles la buena nueva que trasformaría el mundo, a los que más envidiaba.
A aquellos pastores envidiados por mí casi los compadezco ahora porque nadie los invitó al desayuno de Europa Press, en el que Leire Pajín hizo un anuncio todavía más trascendental: la providencial conjunción de dos astros que, con un fugaz apretón de manos, trazarán la nueva órbita del Planeta.
Como el “nuncio vobis gaudium magnum” del Angel, Leire Pajín puso sobreaviso a los afortunados desayunantes: “Les sugiero que estén atentos”—los conminó—“al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta”.
Un escalofrío de aprensión estremeció a los periodistas de la Agencia quienes, todavía marcados por el origen confesional de Europa Press, temieron la inminencia apocalíptica de la venida del Anticristo.
Pero la explicable unción con que Leire Pajín continuó los tranquilizó y despertó en ellos esperanzas alborozadas por el augurio de una era de prosperidad inminente, la que comenzará con “la coincidencia de dos liderazgos progresistas a ambos lados del Atlántico”.
No era para menos la solemnidad del anuncio porque Leire Pajín proclamó “una esperanza para muchos seres humanos”.
Redoble de tambor, encendido de cohetes, aleluyas exultantes: José Luis Rodriguez Zapatero y Barak Husein Obama van a coincidir pronto en el mismo edificio, en un mismo salón y, seguramente, hasta se estrecharán las manos.
En comparación con el saludo de Obama a Zapatero, una conversación entre Newton y Einstein sería una nadería, una insignificancia que Alejandro Magno y Hernán Cortés tomaran juntos una copa y un abrazo de San Francisco de Asís y Hitler una pamplina.
Se acabaron las tribulaciones. El Hombre será por fin un ser desinteresado, noble y generoso. Obama y Zapatero, Dios los bendiga, nos darán la paz, el progreso, la amistad ¿y el pleno empleo?
No hay que pedir peras al olmo.
El aguafiestas de siempre:
--Oiga, ¿usted no se toma nada en serio?
A Leire Pajín, como miembra de la raza humana, desde luego que sí. Como profeta política, NO.

martes, 2 de junio de 2009

LA UTOPIA DE EUROPA

Los europeos, que en su conjunto son unos señores laboriosos, circunspectos y concienzudos, van a ejecutar el triple salto mortal de elegir a sus 732 representantes en el Parlamento Europeo, sin saber para qué los mandan allí.
Si no es toda la verdad, lo es en parte porque mandan a Estrasburgo a los futuros parlamentarios para que no incordien en sus países y, de paso, se ganen un millón de pesetas al mes libres de impuestos, y otras gabelas y prebendas.
Si los que los eligen no saben para qué, los que aspiran al cargo tendrán alguna idea de lo que es la Unión Europea y su Parlamento.
La Unión Europea es una entelequia filosófica y romántica de 27 miembros, evolucionada de la exitosa realidad pragmática que fue el Mercado Común.
Cuando, por haber menos bultos había más claridad, los socios fundadores del Mercado Común acumularon tanta riqueza que siguieron siendo ricos hasta después de compartir sus sobras con Grecia, Portugal y España.
Pero mientras más países de la vieja Europa se suman al núcleo original, más se parece la moderna Unión Europea a la Europa tradicional de disputas y conflictos hegemónicos.
Y, para España, ¿qué es Europa? El nunca bien ponderado Caudillo, el que quiso forjar un Imperio con cartillas de racionamiento, pronunció la feliz frase que algún apologeta debió inspirarle: “España”—dijo—“que tiene sus pies en Europa, tiene su corazón en América”.
Ahí está el problema porque, desde que el indiscreto Colón pregonó que había encontrado nuevas tierras por donde se ponía el sol, el mundo se le hizo demasiado grande a una España de seis millones de habitantes, incapaz de abarcar mucho apretando poco.
Los compromisos austríacos de España en Europa se llevaron la plata que venía de América y el proteccionismo en la metrópolis impidió el desarrollo de las colonias.
Ni cenábamos ni se moría la abuela.
Menos mal que en 1711 los franceses “persuadieron” el rey Felipe V,nieto del de Francia, de que cediera los derechos por los que España se había desangrado en los Paises Bajos. Gracias a Francia, España se libró de la pesadilla de Europa.
Cornudos y apaleados, los españoles no quisieron saber nada de Europa, ni los europeos de España, y solo se entrometieron tangencialmente de la mano desinteresada de Francia. La neutralidad les permitió aprovecharse de la primera guerra y Hitler los dejó fuera de la segunda.
El Mercado Común cerró sus puertas a España porque su régimen les olía a chamusquina, aunque el acuerdo preferencial de 1970 tenía casi todas las ventajas y casi ninguno de los inconvenientes de la adhesión.
Ya como miembros de pleno derecho, los españoles elegirán el domingo 7 de junio a los 50 diputados que le corresponden de los 732 del parlamento. Deberían dedicarse allí a arrancar para su país mejores condiciones económicas, políticas y comerciales.
Pero todos los partidos dicen que los envían para que se esfuercen por la cohesión europea, la paz universal y la solidaridad internacional.
Mandan a los diputados españoles a Estrasburgo a una bella utopía tan descabellada como la de ahogar la herejía luterana, que aniquilo a los tercios en Flandes.

lunes, 1 de junio de 2009

AGRADADORES DIGITALES

Un señorito sin agradador es tan inconcebible como un tiburón sin rémora: ambas especies parasitarias viven de los desperdicios de su huésped a cambio de sus servicios.
El agradador habita en todo el mundo y se adapta a todos los climas, aunque se creía endémico de Andalucía porque es donde mejor se ha estudiado su comportamiento y donde más se valora su utilidad.
Solamente la sutiliza de los andaluces sabe apreciar la necesidad de lo superfluo y el agradador, más que necesario, es imprescindible.
A la variedad extraandaluza del agradador se la conoce por “adulador”, que es un agradador instintivo. El agradador, y en eso consiste su singularidad, es un adulador profesional.
En Andalucía, que conserva la virtud de su esencia porque no ha dejado de transformarla desde hace cinco mil años, ningún señorito prudente acometería un negocio, mercantil o sentimental, sin apoyarse en un agradador eficaz.
¿Para qué sirve el agradador?
Supongamos que el señorito se encapricha de una finca y se mete en tratos con el propietario. Para desembolsar lo menos posible en la compra, le hace notar que la tierra es mala.
“¿Mala?”—lo secunda su agradador—“Ese baldío no cría ni jaramagos”.
¿Y si es una mocita la que despierta su capricho? El agradador, imprescindible en el galanteo, jurará a la pretendida que el galán bordea la locura de tanto pensar en ella.
Para ser tiburón o señorito solo se requiere fuerza o dinero. Ser agradador es más complicado porque hacen falta astucia, disposición al servilismo y administrar prudentemente los ditirambos.
Sería imperdonable que cuando el señorito dijera que no tiene lo que el comprador le pide por lo que pretende comprar, el agradador ratificara que solo tiene deudas.
La de agradador sigue siendo una profesión rentable aunque, acorde a la capacidad de la raza andaluza para sobrevivir adaptándose a la evolución, se ha acomodado al medio y hasta se sirve de Internet para ejercer sus habilidades.
Vean, si lo ponen en duda, la cantidad de asentimientos que genera la columna digital de un señorito humanista, navegante, financiero y apóstol de una religión esotérica con supersticiones cristianas, en la que habla de sí mismo y de los elogios que otros le hacen.
El señorito, que sirvió tanto antaño para un roto como pretende servir hogaño para un descosido, no se privó de agradadores ni en la cárcel.