domingo, 17 de junio de 2018

SIN NOVEDAD EN EL ESTRECHO


Ya sabemos todos la verdad oficial de la primera conquista musulmana de España: aquella de que el conde Don Julián de Ceuta, cabreado porque a su hija Florinda “La Cava” se la había pedriñado el  rey don Rodrigo, facilitó a los cheljas norteafricanos recién musulmanizados  cruzar el Estrecho.
Una atenta observación del presente, sin embargo, hace posible revisar el pasado para garantizar que, lo que pasa en este informatizado siglo XXI, es lo mismo que pasó desde que Europa se subió para arriba o África se bajó para abajo.
Dicen que el “homo sapiens” que quiere decir el hombre listo, llegó a Europa desde Äfrica. O lo hizo antes de que el Estrecho separara a los dos continentes o lo hizo después. Lo que es cierto es que lo hizo.
¿Y cómo atravesaban el Estrecho recién inaugurado?
Lo mismo que ahora, solo que antiguamente era mayor la proporción de los que morían en el tránsito que la de los que ahora mueren.
Por dos razones:
a) Porque los soportes flotantes de entonces eran más inestables que los de ahora y,
b) Porque la población mundial, que ahora sobrepasa los 7.500 millones, entonces no llegaba  ni a cien millones.
Así que, como las novedades de ésta vida son únicamente la repetición de novedades previas, que nadie se escalofríe de espanto: contra lo que vaya a ocurrir no hay remedio, sobre todo porque nadie sabe lo que ocurrirá después de que le ponga a esta idiotez el punto final.