miércoles, 30 de diciembre de 2009

LLUEVE PORQUE DIOS QUIERE

Esta Andalucía que juega eternamente a las siete y media porque se pasa o no llega, padece una más de las arbitrariedades del Todopoderoso: hasta hace quince días corría peligro de convertirse en un páramo yermo y es ahora una ciénaga pantanosa.
Y no vale echarle la culpa al gobierno de la Junta porque los socialistas de Griñán, que mandan tanto como cuando desgobernaba Chaves, saben aprovechar la sartén de la que no sueltan el mango, pero en el tiempo atmosférico todavía no tienen jurisdicción.
Si hubiera que pedirle cuentas a alguien del abuso de lluvias que ha sucedido a la sequía pertinaz de los últimos meses, habría que reclamarle a quien tenga vara más larga que los políticos o que el propio rey.
Digámoslo sin rodeos: llueve desaforadamente desde hace dos semanas porque Dios quiere y, si Dios lo quiere, por algo será. Nada escapa a la voluntad divina que es inescrutable, pero no caprichosa.
Como la sequía que la precedió, los 400 litros por metro cuadrado derramados sobre el Valle del Guadalquivir en las últimas dos semanas obedecen a un castigo de Dios.
Prueba de ello es que llueve indiscriminadamente, en lugar de hacerlo sobre los embalses y pantanos, que es donde debería llover. Diluvia a todas horas, y no solo por la noche para que el murmullo anestésico de la lluvia y el golpeteo monótono de los canalones arrulle el sueño de los andaluces.
Puede que en el pecado de abusar del paisaje lleven los andaluces la penitencia de éste cambio climático, del que tanto han oído hablar sin que su aguzada inteligencia les haya permitido entender.
Yo he sido testigo de la fechoría de un desaprensivo que arrojó en un contenedor de residuos orgánicos un envase vacío de vidrio y me consta que algunos sobrepasan en dos o tres kilómetros por hora la velocidad máxima permitida para circular por carreteras comarcales.
Afortunadamente, los habitantes de ésta tierra están entrenados para sufrir desgracias. Padecieron sin rechistar la ocupación sucesiva de romanos, bárbaros, musulmanes, castellanos, turistas e ingleses que, como son tan raros, no pasaron de la raya que trazaron en Gibraltar.
Que la salud no falte, porque a estos de la sequía y la lluvia seguirán otros contratiempos en el 2010 que ya llama a la puerta.Habrá que resistirlos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

CANDIDO O LAS MARRULLERIAS DEL SINO

Hace medio siglo que se empeñan en trivializarla, pero la conjunción de deseos de hombre y mujer en la discreta penumbra de una alcoba sigue fascinando como un milagro mágico.
Han manipulado el cine, la televisión y la prensa para reducir al placer corporal inmediato el rito gozoso del mecanismo de la reproducción.
Querían, y no lo han conseguido, que la refinada liturgia del amor se limitara al acople mecánico de la protuberancia en la hendidura, sin sentimientos ni palabras.
Sin embargo, sigue hechizando el siempre repetido y nunca igual misterio del amor.
Esa ha sido mi conclusión más sorprendente de los dos primeros meses de andadura de mi novela “Cándido o las marrullerías del sino” (Visión Libros).
Los amigos que hasta ahora la han leído me dicen lo que de su amistad esperaba: que los entretuvo y que su lectura les hizo reír.
Pero el comentario más detallado lo merece un episodio que, en tres de las 189 páginas del libro, narra la experiencia erótica de la protagonista en una bacanal.
O el autor solo sabe transmitir las sensaciones que inducen a la lascivia, o los lectores son misteriosamente propensos a que se les alegre la pajarilla. Me temo que sea lo segundo porque mi impericia en lo primero la tengo más que acreditada.
La novela narra la historia de un hombre sin historia, al que el azar lo zarandea y juega con su destino como el gato travieso se entretiene con el ratón al que puede que termine comiéndose, o le permita seguir vivo.
“Cándido” es un juguete que no pretende más que, quien lo lea, disfrute tanto como el autor al escribirlo.
En su favor tengo que decir que todos los que lo han leído dicen que les hubiera gustado que hubiera seguido rizando el rizo, como hacen esas novelas capaces de relatar en 3.500 páginas lo que en 35 se puede contar.
Como escribo para mí, y no para editores que pretendan ganar dinero, no me engaño a mí mismo ni engaño al lector, y acabo la historia antes de que la historia acabe con su paciencia. Al que le sepa a poco, que use su imaginación y la termine como quiera.
“Cándido” está a disposición de quien quiera compartir los ardores de Lolita, la insatisfacción de Eréndira, las tribulaciones del maricón lesbiano, las angustias del camello triste o la fantasía del guerrillero equívoco.
Es mi tercer libro, tras “Sentencias salomónicas para doce problemas humanos y para uno divino” y “El Viejo Rio Grande”.
Si Dios puede pasar sin mi asesoramiento en el Cielo y me prorroga el contrato vital, que diría un redicho, lo seguirán otros que ya se están cociendo.

viernes, 18 de diciembre de 2009

CASO HAIDAR: ZAPATERO NO QUIERE APRENDER

El que se empecina en negar que se ha equivocado recaerá en sus errores, como le ocurre a este José Luis Rodríguez Zapatero con el que Dios ha castigado a España.
A Zapatero le cuadra más la definición del imposible metafísico de “enseñar al que no quiere aprender” del inglés Richard Whateley que la cristiana obra de misericordia de “enseñar al que no sabe”.
Y así nos va, porque la contumacia del Presidente del Gobierno España somos todos los españoles los que la pagamos.
Una vez fuera del embrollo en que lo metió Aminatu Haidar, Zapatero debería aprender, para situaciones que en un futuro previsible se repetirán:
--Que en relaciones internacionales, hay que pagar todos los favores que se pidan.
--Que la letanía que repetía Valle Inclan en Cara de Plata, “con maricones y putas no te metas en disputas” debe aplicarla cuando trate con moros de cualquier pelaje.
Porque la mano que le han echado a Zapatero Sarkozy, la Clinton y todos los que le han ayudado a salir del atolladero en que lo metió la mora Haidar tendrá que pagarlos España.
Si antes de ser Presidente del Gobierno Zapatero hubiera viajado sabría que, cuando un moro cede, no lo hace de balde aunque lo parezca.
Hay que sospechar más del moro cuando accede que cuando rechaza, porque nunca aceptará un trato que lo perjudique.
El retorno de la Haidar a un territorio sobre el que Marruecos ejerce soberanía sin tener derecho a ella coincidió, que se sepa, con un trato favorable en la Unión Europea a las frutas y hortalizas marroquíes, perjudicial para los agricultores españoles.
Y ojalá se quede el costo en eso, porque a Sarkozy le debe otra que cobrará Francia, a los Estados Unidos habrá que secundarlo en todas las guerras imposibles para las que pida ayuda y el moro marroquí es capaz de pedir y obtener que desmantele la catedral de Córdoba y restaure la mezquita.
Es tan implacable la penitencia que Dios le ha impuesto a España con Zapatero que empiezo a sospechar que a Cristo no lo crucificaron en el Gólgota, sino en el Cerro de Los Ángeles.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

SONREIR A MARRUECOS

Los europeos están cabreando a Marruecos sin darse cuenta de con quién se juegan los cuartos.
Por fortuna, el ministro marroquí de Comunicación, Jalid Naciri, tiene más paciencia que el Santo Job, que para los moros es el profeta Ayub, y le ha dado una última oportunidad a los entrometidos europeos.
Naciri advirtió al Parlamento Europeo que “le interesa ayudar a Marruecos a construir su democracia y no a crearle dificultades”.
En conversación con periodistas españoles, el ministro Naciri avisó—y el que avisa no es traidor—“que supondría un problema muy serio la presentación en el Parlamento Europeo de una resolución desequilibrada” para Marruecos.
Lo que no quiere el moro Naciri es que el Parlamento debata una resolución que apoye el regreso de Aminatu Haidar a su casa del Sahara Occidental de donde fue expulsada por declararse saharaui y no marroquí.
El Sahara Occidental es un territorio sobre el que Marruecos reclama una soberanía que la ONU no reconoce, al no haberse completado el proceso de descolonización emprendido por España, la potencia administradora.
Un acto de violencia marroquí, la marcha verde impulsada por Marruecos aprovechando un vacio real de poder en España por la agonía del dictador Franco, forzó al abandono del territorio, tras la firma de los Acuerdos de Madrid.
Marruecos y Mauritania ocuparon el Sahara que ocupaba España, que sin embargo carecía de capacidad para ceder administración o soberanía a las dos potencias ocupantes.
La anexión del Sahara Occidental a Marruecos como sus “provincias del Sur” que reivindica el Rey Marroquí no la reconoce ningún Estado “ya que ello implicaría el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental”, según el Informe del Secretario General de la ONU del 19 de Abril de 2006.
Como su ocupación en 1975, Marruecos recurre a los hechos para negar o autorizar a la saharaui Aminatu Haidar su derecho a entrar o salir de su tierra.
A los hechos y, por boca de Jalid Naciri, a argumentos de peso: a la Union Europea le conviene mas en el Magreb “un interlocutor como Marruecos” que “unos aventureros” como Argelia y el Polisario.
Ahí puede que lleve razón el ministro moro aunque la elección del mal menor no es, necesariamente, la única alternativa posible.
Lo que Europa y el mundo no moro deberían decidir es si necesitamos más a los moros de lo que los moros nos necesitan a nosotros.
Si el primero fuera el caso, habrá que aguantarlos y capear el temporal pero si podemos pasar sin ellos, cada uno en su casa y Dios en la de todos. Que los moros se queden en la morería y, si alguno asoma el turbante por aquí, que se tope con el Guerrero del Antifaz, que sabía cómo tratarlos

miércoles, 9 de diciembre de 2009

ROMANCE DE LA NUEVA ESPAÑA

Unos lo llaman cajeta,
otros concha lo llamaban,
conejo también le dicen
por su apariencia afelpada.
Almeja, potorro o chirri
son nombres que igual le cuadran.
Se llame como se llame
no debe ser cosa mala
porque quien puede lo toca,
y lo acaricia o lo atrapa
sin que su dueña proteste
ni le ponga mala cara.
Hay quien dice que lo lleva
en su entrepierna Bernarda
y que llanitos, gabachos,
marroquíes y piratas
se turnan en su magreo
con dictadores sudacas.
Eso que Bernarda tiene
y que impunemente palpan
los que saben que es juguete
que a nadie le importa nada
lo admiraban con respeto,
lo temían o lo odiaban
cuando solo tenía un nombre
lo que entonces era España.

domingo, 6 de diciembre de 2009

CHANTAJE CRONICO DE MARRUECOS

Lo ha sentenciado Zapatero, y punto en boca: en el desenlace del caso de la saharaui Aminatu Haidar “debe prevalecer el interés general”, el mantenimiento de las buenas relaciones entre España y Marruecos.
Y la experiencia enseña que la concordia entre los dos países depende de la diligencia con que el gobierno español acate lo que el Rey de Marruecos mande.
El chantaje al que la Monarquía alauí sometió a la España catatónica en la fase terminal de la esquizofrenia franquista coincidió con el inicio de la Monarquía Constitucional española.
Aquella España indefensa tuvo que ceder al gran chantaje de la Marcha Verde y abandonar el Sahara Occidental. La Monarquía Constitucional que nació al rebufo de aquella extorsión se ha habituado a ceder y el éxito ha enviciado a Marruecos en la extorsión impune a España.
Pero las circunstancias de aquél otoño de 1975 nada tienen que ver con la realidad actual de España, de Marruecos ni del mundo.
Faltaban 14 años para que cayera el Muro de Berlin y la Unión Soviética todavía aspiraba a una salida al Atlántico desde un Sahara Occidental bajo influencia de Argelia.
Las Democracias Occidentales toleraban con escrúpulos a la Dictadura de Franco, y acentuaban su repulsa por los fusilamientos de dos meses antes.
En España, el Dictador agonizaba desde que en Octubre contrajo gripe y las soterradas luchas internas por su herencia pasaron a ser navajeos cainitas.
La disputa interna por el poder se trasladaba a la lucha exterior en el conflicto hispanomarroquí: Jaime Piniés, embajador en las Naciones Unidas, abogaba por la facción proargelina, partidaria de completar el proceso de descolonización que culminaría en la independencia del Sahara Occidental.
Pedro Cortina, ministro español de asuntos exteriores, era considerado interlocutor no válido por Rabat, que lo acusaba de antimarroquí, y prefería entenderse con el ministro José Solís.
Era embajador en Rabat Adolfo Martín Gamero. Durante años había coincidido en Nueva York, donde era Cónsul General, con Piniés, al que voluntaria o involuntariamente disputaba la preeminencia como el funcionario español de mayor rango.
Llegué a Rabat el seis de Noviembre de 1975, el día en que comenzó la marcha verde, el oportunista desafío marroquí a una España paralizada para apoderarse del hasta entonces Sahara Español.
El embajador Adolfo Martín Gamero, el ministro consejero Amaro González Mesa y el secretario Pedro Gamero se veían obligados a recurrir a toda su profesionalidad para simular su desconcierto: Marruecos se echó atrás de un pacto inicial para que la marcha verde simbólica se suspendiera en cuanto la vanguardia de los 300.000 movilizados atravesara la frontera, para iniciar conversaciones en Madrid.
El Rey se había ido a Agadir y el embajador solo pudo hablar con Mohamed Benhima, el único ministro que se había quedado en Rabat. Cuando Martín Gamero le hizo ver el peligro de que hubiera bajas marroquíes si la Marcha Verde se internaba en el Sahara, replicó: “Sa Majesté á dejá 30.000 marocains rayés” (“Su Majestad ya da por perdidos 30.000 marrquíes”).
(Cuando, finalizada la Marcha Verde, asistí en Rabat a una conferencia de prensa convocada por el Rey, oí contestar a Hassa II a la pregunta de si había tenido en cuenta la posibilidad de que hubieran muerto muchos marroquíes en la Marcha Verde: “Estimamos que la recuperación de las provincias del sur bien valía “la moisson de un année de naissances en Maroc”(la cosecha de un año de nacimientos).
En Marruecos, la vida de Aminatu Haidar sigue siendo—como cuando la Marcha Verde—una simple moneda para pagar objetivos políticos, pero la España de 2009 ya no está aislada, sino que forma parte de la Europa Comunitaria en la que necesita vender sus tomates Marruecos.
Los Estados Unidos ya no necesitan a Marruecos para frenar el expansionismo argelino-soviético y a la monarquía alauita, que tan provechosamente ha utilizado el chantaje en sus tratos con España, puede que le siente bien su medicina.
Al gobierno español le bastaría con mostrarse neutral—y no parcial hacia Marruecos como hasta ahora—en el conflicto saharaui-marroquí.

lunes, 30 de noviembre de 2009

MINISTERIO PARA LA REDENCION DE CAUTIVOS

El error de los tacaños recalcitrantes que niegan a las “Organizaciones No Gubernamentales” su colaboración económica no es su falta de espíritu solidario, sino su irresponsabilidad conservacionista.
Porque las ONG, al menos nominalmente, son los únicos reductos que, al no estar financiadas por los gobiernos, escapan a la manipulación gubernamental.
Es cierto que las ONG se financian principalmente con fondos públicos, pero son dineros bien gastados aunque solo sea porque se destinan a organizaciones que proclaman, aunque mientan, que no tienen nada que ver con los gobiernos.
Hay otras contradicciones en las ONG que llaman la atención: ¿no necesitan su solidaridad en los paises que las financian y tienen que buscar pobres en el extranjero?
El exotismo y la distancia, ¿hacen más perentoria la necesidad de ayuda que las ONG se desviven por prestar?
Es cierto que la sociedad española carece de problemas materiales porque la acción gubernamental los ataja antes de que puedan enconarse, pero la soledad y la fragmentación familiar abundan y los cooperantes podrían mitigar esos dolores con algo tan barato como la compañía, que no cuesta dinero.
Si se reparte fuera lo que dentro hace falta, ¿no será porque interesa más llevar consuelo lejos que repartirlo en casa?
Habrá malpensados, inevitablemente, que sospechen que la de las ONG es una martingala para que sus cooperantes se peguen viajes gratis de aúpa que, por su cuenta, les costaría un Potosí.
Aunque los pobres de Mauritania, Marruecos, Senegal y Gambia precisaran la ayuda de Acció Solidaria, tenían mas cerca La Mina, El Pomar, Torre Baró o Trinidad Vieja tan exóticos para un burgués catalán como donde han tenido que ir a que los secuestren.
Han ido los tres secuestradores voluntarios catalanes a remediar problemas ajenos y han creado un problema en casa: el de tener que negociar el rescate que sus secuestradores pidan.
Si a la racha que empezó en el Océano Índico con el Alakrana y ha continuado con el de Mauritania le sigue algún caso de secuestro más--no hay dos sin tres—en la próxima reorganización ministerial haría bien el Presidente del Gobierno en crear un ministerio y encargárselo a algún Trinitario: el de la Redención de Cautivos.

domingo, 29 de noviembre de 2009

DESIGUALDAD HUMANA

Que todos los hombres son iguales es, como otros dogmas políticamente correctos, verdad de muchos que no consuela más que a quien teme o sabe que es menos que los demás.
Hasta el carbonero más crédulo debería extrañarse de que, siendo todos diferentes, seamos todos iguales.
Pero hay que ser suspicaz patológico para desafiar la tiranía del igualitarismo imperante y dudar de esa afirmación abstracta, sin pruebas irrefutables de su falacia.
La prueba se ha hecho esperar pero, afortunadamente, ha llegado.
En una transacción comercial tradicional, en la que el valor de lo que se vende lo fija el que está interesado en su compra, se va a pagar la libertad de un solo hombre con la de 980.
Si todos ,los hombre fueran iguales, el Estado de Israel pondría en libertad a un solo palestino, y no a 980, a cambio de que la organización terrorista palestina Hamás suelte al soldado israelí Guillad Shalit, al que retiene desde hace más de 1.250 días.
Seguramente habrá sido una tasación ecuánime porque árabes e israelíes—antiguamente conocidos por judíos—comparten fama bien merecida de habilidad para el comercio y el regateo.
La noticia del acuerdo entre el tribunal supremo israelí y Hamás para el intercambio de presos, si repercute como debiera y se usa en adelante como norma, puede revolucionar la filosofía política y las relaciones humanas.
Si los hombres no valen lo mismo y son diferentes, ¿por qué deben gozar de los mismos derechos y soportar las mismas obligaciones?
¿Qué baremo debe aplicarse para encuadrar en castas y clases diferenciadas a los humanos?
Llevado a sus últimas consecuencias, el ejemplo palestino-israelí significará el principio de una nueva sociedad racionalmente desigualitaria que, posiblemente, será tan injusta como la actual, pero mucho más acorde con la realidad.

viernes, 27 de noviembre de 2009

ESPAÑA Y CATALUÑA

Porque la compartan, la opinión difundida por una docena de periódicos catalanes no la hace más certera que la de un solo individuo, la mía.
El de opinión es un derecho individual y su ejercicio en grupo demuestra la coincidencia de quienes la suscriben, no su justeza.
Así que tanto derecho tiene la pandilla de editorialistas a decir lo que piensan como yo a opinar sobre lo que dicen.
El escrito coral no me molesta.
Lo que me fastidia es que intenten venderme el burro cojo de su preocupación por el bienestar de España.
Si por conveniencia política inmediata ocultan que quieren independizarse de España, que no envenenen la relación de vecindad futura timando a los que todavía son sus compatriotas.
Cataluña, seguramente, conseguirá su independencia porque los que alborotan para lograrla demuestran más diligencia que quienes no la desean. Capador es el que más chifla, no el que chifle mejor,
Pero, cuando por fin se libren de la opresión española que padecen, los catalanes seguirán teniendo a los españoles por vecinos, porque España continuará sin ellos.
La actual es la misma España que abarcaba desde Finisterre a las islas Palau y sobrevivirá cuando otros territorios que ahora la integran se hayan desmembrado.
En el caso de Cataluña y las Provincias Vascongadas parece que le está costando convencerse de que, contra pueblos que se dejan arrastrar por dirigentes independentistas audaces, fracasan la fuerza y el soborno.
No es a los españoles de fuera de las Vascongadas o de Cataluña a los que corresponde oponerse al ansia independentista de sus dirigentes, sino a los que en esos territorios no quieran la independencia.
Si no lo hacen, les corresponderá por su pasividad el mérito y la responsabilidad de la inevitable independencia.
Mejor independientes de España que españoles a disgusto porque tan malo es encizañar la convivencia de una familia de la que no se quiere formar parte como obligar a que forme parte de esa familia a quiera no quiera ser parte de ella.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

UN PARASITO LLAMADO ESTADO

El Estado es un organismo parasitario que se sirve del Gobierno para succionar de la sociedad los nutrientes de los que vive.
¿Por qué legitiman los ciudadanos la tropelía de que el Estado viva a su costa al prestarse a elegir al Gobierno?
Es un misterio más inexplicable que el propio hombre que, según Sócrates, es el misterio mayor porque, ¿cómo se explica que siendo el Estado una treta inventada por el hombre engañe a la sociedad, integrada por seres humanos?
Puede que la estupidez colectiva inhiba la inteligencia individual y que el hombre, al arrebañarse en grupo, renuncie a su libre raciocinio para amoldarlo al consensuado por la mayoría.
Y la mayoría, al renunciar cada uno de los individuos a expresar sus pensamientos íntimos para no incomodar al discrepante, se adapta al pensamiento colectivo para evitar que el grupo lo margine.
Ese es el origen de “lo políticamente correcto”, una hipocresía conveniente para que los demás te admitan como a uno de ellos.
El parásito llamado Estado es un ente artificial amorfo y multiforme. Contamina a toda la sociedad de la que vive y la mayor parte de las víctimas a las que parasita aspiran a convertirse en miembro del organismo parasitario.
Huésped del parásito es todo aquél que paga impuestos y se gana el pan fuera de las nóminas del Estado.
La epidemia parasitaria es ya pandemia y, en la misma medida en que crecen los que viven del parásito llamado estado, aumenta su demanda de nutrientes de los cada vez más escasos parasitados.
La creciente robustez del Estado es inversamente proporcional a la paulatina anemia de los huéspedes que parasita y representa una amenaza letal por desfallecimiento de la sociedad.
Lo que realmente asombra de la vitalidad del fenómeno parasitario estatal es la simpleza argumental de que se vale para que la sociedad parasitada no se percate del engaño:
Ha bastado reiterarle a los votantes que el Estado es de toda la sociedad porque todos los ciudadanos tienen derecho a participar en la elección del Gobierno, que maneja el Estado.
Y los ciudadanos se lo han creído, o les conviene creerlo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

MARCHANDO UNA DE DEMOCRACIA

Ni en la fase más anárquica de una revolución manda el pueblo, sino su cabecilla más audaz.
La democracia es una pretensión quimérica porque el pueblo no aspira a gobernar, sino a ser gobernado con eficacia y rectitud.
Si ejerce el poder quien más votos haya logrado en unas elecciones, no es garantía de que su régimen de gobierno sea una democracia.
Una vez electo, el interés del que manda difiere del de una parte, al menos, de los gobernados, los que no lo votaron.
El gobernante electo habrá conseguido más votos que otros que aspiraban a gobernar, lo que no avala que sea el mejor de los que querían mandar.
Si su actuación en el poder defrauda las expectativas de quienes lo eligieron, el pueblo tiene que resignarse aunque se sienta engañado, a pesar de que justifique su ejercicio del poder en las reglas de la democracia, el gobierno del pueblo.
Las promesas electorales encubren más que revelan las intenciones del aspirante a gobernar. Si el candidato anunciara medidas inevitablemente incómodas, los votantes votarían al candidato que les prometiera eludir esas medidas.
No hay engaños. Tan natural es la falta de escrúpulos del que ambiciona gobernar como la repugnancia del gobernado a enfrentarse a incomodidades, si hay quien promete evitárselas.
En la contradicción entre la naturaleza humana y el concepto de democracia como sistema de gobierno radica el fracaso de ese régimen político.
El hombre, por naturaleza, recurre a todos los medios, sin excluir la fuerza, la coacción, el chantaje, el fraude y otros artificios de su ingenio, para alcanzar una posición ventajosa sobre sus semejantes.
Los gobernantes que forzaron el ritmo de progreso de sus países alcanzaron el poder sin el respaldo inicial de sus pueblos y gracias a que eliminaron a sus adversarios. Se ganaron la adhesión de sus conciudadanos por la eficacia con la que ejercieron el poder, no por cómo lo obtuvieron.
Al margen de la política, en el mundo real de la economía, ningún empresario dirige su empresa porque los trabajadores lo hayan elegido para el cargo.
Quien aspire a presidir un consejo de administración tiene que imponerse a quien esté en la cúpula como miembros del consejo, y no se le ocurre intrigar contra ni buscar apoyos de quienes ocupen un lugar secundario en la jerarquía.
No a todos los que accedieron al poder sin ser electos para ejercerlo se les puede tildar de que durante todo su mandato gobernaron al margen de la democracia. En largos períodos, algunos dictadores ejercieron su mando con el respaldo, unas veces tácito y otras fervoroso, de sus pueblos.
¿Quién puede negar que una gran mayoría de rusos, alemanes o españoles estaban convencidos de que Stalin, Hitler o Franco ejercían su poder porque el pueblo lo había delegado en ellos?
¿Era compatible su poder personal con el poder del pueblo, llamado también
democracia?
Si así fuera, lo determinante para calificar de democrático un sistema de gobierno sería la forma en que el poder se ejerza, no la manera de alcanzarlo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

EL MUNDO NECESITA A ZAPATERO

Si alguna vez deja de ser Pesidente, una España sin José Luis Rodríguez será un país mejor gobernado, pero mucho menos divertido.
Y no serán solo los españoles los privados de la sonrisa que las ocurrencias de Zapatero les tienen garantizadas, porque el mundo entero caerá en un estado de melancolía, si su troupe de Chavez, Ortegas, Zelayas o Morales abandonan también el show business.
¿Quién alegrará la sórdida existencia de los piratas somalíes sin un Zapatero que les arranque la carcajada y mitigue su pobreza?
¿Y qué derecho tienen los españoles a privar a los circunspectos ingleses de la sonrisa sarcástica con que le dieron la razón cuando el presidente del gobierno de un país, que en tiempos les disputó el mundo, confundió la señal internacional usada en prácticas de tiro con la bandera de España?
Una vez más, España está marcada por el Destino.
Durante ocho siglos sirvió España de trinchera contra la morisma, sus barcos surcaron mares nunca antes navegados, sus descubridores ensancharon el horizonte hasta demostrar la redondez de la tierra, sus misioneros iluminaron con la Fe las tinieblas del paganismo y combatieron con la palabra y con las armas la herejía protestante.
Más recientemente, los españoles lograron que las cadenas del integrismo prevalecieran sobre las disolutas ideas de la razón que pretendían imponer las armas napoleónicas, y derrotaron a la tenebrosa conspiración de liberalismo, capitalismo, comunismo, judaísmo y masonería.
Eran tareas épicas en momentos heroicos que los españoles desempeñaron con estoicismo y generosidad.
El servicio que España debe rendir a la comedida Humanidad de hoy es hacerla olvidar sus obsesiones utilitarias encendiendo una sonrisa en su mirada cejijunta.
Como un servicio más a la Humanidad, España debe conservar a José Luis Rodríguez Zapatero en la Presidencia de su Gobierno.
Es la misión que el Destino ha asignado en éstos momentos a España.

jueves, 19 de noviembre de 2009

NI EN LOS PUEBLOS HAY PUDOR

Si algún escéptico necesita una prueba empírica del cambio radical que las costumbres de los españoles han experimentado en los últimos años, que salga del bullicio babilónico de la ciudad y vuelva a la mesurada apacibilidad de un pueblo.
Mucho antes del apostolado gubernamental para la correcta autosatisfacción personal, e incluso antes de que la minifalda dejara ver lo que solo imaginar era pecado, el pudor y el recato eran normas de conducta obligada en los pueblos de España.
Ya no.
La semana pasada, por una de las calles de uno de esos pueblos en los que hasta hace no mucho tiempo se ocultaba a los ojos concupiscentes lo que pudiera excitar la lascivia, presencié lo que, en mi infancia, no pude fantasear que llegaría a ver:
Pasaron ante mí indiferentes, bamboleando las protuberancias que acreditaban su condición de hembras, sin sujetador que ocultara a la vista de los machos lo que la naturaleza les dio para enardecer en la intimidad instintos impuros.
A la vista del descaro exhibicionista de que fui involuntario testigo, evoqué un recuerdo de infancia en ese mismo pueblo.
Una opulenta rubia, con las mejillas arreboladas y el apetitoso cuerpo a medio ceñir por una bata guateada rosa, se encaraba a una multitud de vecinas que le afeaban su adulterio, y protegía al avergonzado amante que intentaba ocultarse tras una cortina.
--Yo hago con mi cuerpo lo que me da la gana
Aquella heroica frase de la precursora de los tiempos actuales,que nadie entonces podía imaginar que llegarían, me volvieron a la memoria al ver pasar a las descaradas discípulas de Betty Friedan y Germaine Greer.
Las hembras seguidoras de braless mouvement de mi pueblo no alardeaban a gritos su desafio porque no podían hacerlo. Eran cabras.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL ALAKRANA Y EL GOBIERNO

Hechos:


--2 de Octubre: El atunero español “Alakrana” es abordado y secuestrado mientras faenaba en el Océano Indico.

--15 de Octubre: Un portavoz de los secuestradores exige cuatro millones de dólares (2,7 millones de euros) para liberar al atunero y sus tripulantes.

--17 de Noviembre: Los piratas devuelven la libertad al barco y a sus tripulantes, tras cobrar 2,7 millones de euros (cuatro millones de dólares).

Preguntas:

1.-¿Para qué se implicó el gobierno español en el caso?

2.- ¿Para qué pagan los españoles impuestos a un gobierno que complica y no facilita la solución de los problemas?

domingo, 15 de noviembre de 2009

LA DISCRECION DE DON MARIANO

Dice Don Mariano (Rajoy, naturalmente) que su Partido Popular está “en condiciones de gobernar este pais ahora mismo”. Seguramente por obvio, no dijo que a la disposición del PP a gobernar tendrá que aliarse la de los electores a votarlo.
Como todo se contagia menos lo bonito, Rajoy lanzó en Barcelona el latiguillo “es posible”, remedo del “yes, we can” de Barak Obama, como argumento de peso para que los españoles lo voten.
Y, ¿qué es posible bajo la lúcida jefatura del Presidente del Partido Popular para que, por arte de birilibirloque, éste pais salga del atolladero en que lo han metido los socialistas y recupere la senda de la felicidad?
Para Rajoy, es posible:
--Mantener los niveles de bienestar
--Que los jóvenes recuperen la esperanza de vivir mejor que sus padres.
--Que los empresarios recuperen la ilusión de emprender nuevos proyectos.
--Que quienes carecen de empleo tengan un horizonte más amplio que el subsidio de paro.
Pero, ¿cómo?
La fórmula del bálsamo de Fierabrás no la reveló Rajoy, no se sabe si porque la ignora o para que no la copien los socialistas.
Para decir lo que dijo en Barcelona, habría bastado que proclamara vigente el artículo sexto del capítulo segundo de La Pepa, la Constitución de Cádiz: “El amor a la Patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles y, asimismo, el ser justos y benéficos”.
Los que no votamos ni aunque nos paguen al contado al depositar la papeleta vamos a seguir absteniéndonos aunque Rajoy se decida a compartir con los electores el secreto que tan bien guarda sobre lo que piensa hacer en caso de que algún dia gane las elecciones porque las pierdan los socialistas.
Pero me temo que, ni siquiera los que no se han librado todavía del vicio de votar van a creer que Rajoy es la solución, a menos que deje de ser tan discreto como hasta ahora sobre lo que piensa hacer cuando gobierne, si algún día gobierna.
¿No lo habrá dicho hasta ahora por discreción, o porque no lo sabe?

viernes, 13 de noviembre de 2009

EL CONVENIENTE FRAUDE DEL PARO

Se escandalizan porque la Junta de Andalucía declara ocupados a 200.000 inscritos en cursos de capacitación profesional y no les importa que, en cuanto reciben el certificado de inscripción que les permite cobrar el subsidio de desempleo, trabajen clandestinamente en chapuzas.
Lo de los falsos empleados es un escándalo, pero no más estrepitoso que el del número de andaluces que obtienen ingresos por trabajos no declarados a la Seguridad Social.
En el fraude del paro y del subsidio por desempleo son tan culpables los trabajadores como los empresarios. Como Sor Juana Inés de la Cruz dijo de la prostitución, unas “ pecan por la paga y otros pagan por pecar”.
La prostitución del desempleo es ya una pandemia en Andalucía. Unicaja pronosticaba en Julio que, a finales de éste año, habrá en Andalucía 1.200.000 parados, y algo menos de 3.100.000 andaluces trabajando. Uno de cada tres andaluces en edad laboral estará en paro.
Eso es lo que se lee, porque lo que se percibe viviendo aquí es diferente. Te topas con más personas cobrando por trabajar que sobreviviendo del subsidio por no encontrar empleo.
Abundan en Andalucía los trabajadores con síndrome demonopático, que evidencian su doble personalidad como parados oficiales subsidiados y como empleados clandestinos asalariados.
La hija psicóloga de un amigo mío imparte clases en Sevilla en una empresa a los inscritos en cursos de capacitación financiada con fondos europeos. Solo media docena de los 40 o 45 inscritos aparecen regularmente. Su ausencia es tan pertinaz como la de los inspectores que deberían fiscalizar los programas.
En la misma Sevilla, en una empresa de actividad tan moderna como la publicidad, los gerentes advirtieron no hace un mes que solo tres o cuatro de la docena de empleados podían abrir la puerta, por si quien llamara fuera un inspector de trabajo.
Ninguno de los que no podían abrir protestaron ni mostraron la menor extrañeza. Una de las vedadas, con responsabilidad y salario de jefatura, era una de las que no podía abrir porque cobra desempleo.
Estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo de Abril de éste año cifraban en 1.241.573 los andaluces demandantes de empleo de los que 794.054 estaban registrados en las oficinas de paro, requisito imprescindible para aspirar al subsidio de desempleo.
Es evidente que si los datos del paro fueran determinantes del bienestar de los andaluces, ésta sería una tierra fértil ocupada por una población depauperada, pero no lo parece.
Los andaluces trabajan aunque, del estado de bienestar que se financia con los impuestos, prefieren formar parte como beneficiarios y no como contribuyentes quizá porque no consideren que el estado sea suyo plenamente.
El dinero que cuesta al Estado subvencionar el paro ficticio o real de los andaluces es un daño insignificante, comparado con la degradación moral de acostumbrarlos a que su bienestar no depende de su esfuerzo personal.
Los que pilotan el estado lo saben. En 1984, en una conversación en La Moncloa, ya Felipe González identificaba el fraude del paro en Andalucía como uno de los más graves problemas de su gobierno que, durante lo que restaba del suyo, a lo largo del de su sucesor José María Aznar y en lo que va del de Zapatero se ha agravado en vez de mitigarse.
Si el fraude del paro sigue, será porque a los políticos les conviene más mantenerlo que remediarlo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

LA MADRASTRA DE EL CORDOBES

Que dieran el nombre del Padre de la Patria Andaluza Blas Infante a una de sus avenidas era inevitable, que bautizaran como Antonio Gala al Instituto de Enseñanza Media, irremediable y que llamaran Carlos Cano a una de sus calles, inapelable.
Prohombres ilustres los tres, a los que las autoridades de Palma del Río agradecieron lo mucho que hicieron por universalizar el nombre de la ciudad, honrando con sus nombres puntos destacados de la toponimia local.
Pero el nombre de ese pueblo del Valle Medio del Guadalquivir, ¿no fue Manuel Benítez “El Cordobés” el que lo dio a conocer en todo el mundo?
Así fue, y como de bien nacidos es ser agradecidos, el nombre de Manuel Benítez “El Cordobés” figura en el callejero local, en un barrio todavía en construcción, donde el casco urbano se funde con el campo.
Las calles del barrio fronterizo llevan nombres de toreros locales: Palmeño, Pedrin Benjumea, Vicente Linares y los picadores hermanos Sánchez, en una fraternidad igualitaria sin consideración a las broncas o aplausos que cosecharon.
Es un ejemplo patético de la caducidad de la gloria por la que se jugaron la vida porque el barrio a cuyas calles han dado sus nombres está mas cerca del cementerio que del centro urbano, donde residen quienes parecen querer olvidar que se atrevieron y arriesgaron en lugar de resignarse y someterse, como ellos, al anonimato.
El último alcalde de la dictadura, en un letrero que daba la bienvenida y despedía a los viajeros, les avisaba en un cartel que Palma del Río era “Cuna de Grandes toreros”.
Era una manera tópica de decir que eran hijos del pueblo los que hacían que su nombre se hiciera popular fuera de sus límites, y no mentía.
Habría faltado a la verdad si hubiera dicho que ´Palma del Río era la ciudad madre de Manuel Benítez “El Cordobés” porque, por el poco aprecio que le demuestra, es más bien la madrastra del torero que dio a conocer su nombre en todo el mundo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

A PROPOSITO DEL "ALAKRANA"

--Si no lo deja utilizar contra los piratas todos los medios de que dispone, ¿para qué envía el gobierno un barco de guerra a los caladeros donde faenan atuneros españoles?
--Si el gobierno no estaba seguro de poder enjuiciar a los piratas, ¿por qué permitió que los apresaran?
--Si gastó un dineral para traer a España a los piratas, ¿por qué se va a gastar otro dineral en devolverlos?
--Si el gobierno fuerza a la Justicia a ceder ante el chantaje de los piratas, ¿cederá a chantajes similares de otros delincuentes?
--Si el gobierno de Somalia no controla a los piratas, ¿por qué negocia el gobierno con el primer ministro somalí?
--Si la justicia es independiente del Ejecutivo, ¿por qué fuerza el gobierno a los jueces a extraditar a los piratas?
--Si la extradición que se está negociando es un subterfugio para que los piratas recobren la libertad, ¿por qué no los deja el gobierno libres en España para que, si quieren regresar junto a sus secuaces, paguen de su bolsillo el viaje de vuelta?
--Si no se percata de las cuchufletas que está provocando con su ridículo manejo del caso “Alakrana”, ¿por qué se empeña el gobierno en que lo tomen en serio?
--Si el gobierno reclama en nombre del Estado el monopolio del uso de la fuerza, ¿por qué la usa solamente contra quienes admiten ese derecho y cede frente a quienes lo rechazan?
--Si el gobierno emplea la fuerza contra quien no le hace falta, ¿qué falta le hace el costoso aparato represivo del que dispone para imponer la ley?
--Si el gobierno impone su autoridad a quienes la aceptan y se inhibe frente a quienes la rechazan, ¿no sería más conveniente rechazar que apoyar al gobierno?

domingo, 8 de noviembre de 2009

CONTAMINAR PARA QUE LLUEVA

¿Por qué llueve en Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla, Navarra o Aragón y no en Andalucía, si comparten el mismo destino en lo universal?
Que no se alboroten los españoles extraandaluces, porque la pregunta no tiene intención reivindicativa, ni los andaluces pretenden quedarse con las lluvias que a otros les sobran y a ellos les faltan.
Es un vulgar inicio retórico para descubrir qué deben hacer los andaluces, y no hacen, para que llueva a gusto de todos, cuando llueva.
He consultado a mi amigo Noah Rainfall, del Weather Atmospheric Observatory (WAO) de Topeka (Kansas), para que me aclare por qué se esperan lluvias en todas las provincias peninsulares españolas excepto en las andaluzas. Ya tengo su respuesta:
--Gracias a que George Bush demostró que era algo menos inútil y lo echó de la política, Al Gore triunfó como embaucador al convencernos de que se puede culpar tanto al hombre del cambio climático como se le podría elogiar si lo impidiera.
“En todas las regiones españoles donde llueve con regularidad” –dijo Noah—“ hay industrias contaminantes que propician el cambio climático, mientras que en Andalucía la gente vive de subsidios, agricultura y turismo, que apenas contaminan”.
Le objeté que, desde que las prácticas de la revolución verde puesta en marcha por Norman Borlaug—al que conocí en una granja experimental de Tabasco (México)—se aplican en el valle del Guadalquivir, todas las corrientes fluviales se contaminaron de insecticidas, herbicidas y abonos químicos.
--“Y por eso”—me aleccionó—“durante unos años aumentó la pluviosidad media en esa zona, hasta que a los ayuntamientos les dio por instalar depuradoras que devuelven impolutas a los ríos las aguas hasta entonces convenientemente sucias”.
Noah Rainfall se rió compasivamente cuando le recordé los esfuerzos andaluces por contaminar el medio ambiente.
--“Empezásteis bien”—concedió—“pero os perdió vuestra admirable indolencia o la envidiable capacidad de improvisación de los andaluces, porque el intento más concienzudo de transformar la naturaleza lo hicisteis en Huelva, en la frontera de Andalucía, y no en Córdoba, que está en el centro y desde donde sus efectos hubieran irradiado a toda la región”.
“El esfuerzo contaminador más audaz—me recriminó—“ fue el vertido de Boliden, pero lo limpiasteis antes de que sus resultados fueran significativos”.
Mi sagaz amigo Noah Rainfall, perpetuo candidato al premio nóbel de contaminación por sus esfuerzos en pro de la evolución natural del cambio climático, me animó:
“Tenéis que volver a considerar un síntoma de progreso el efecto de la acción del hombre en la transformación de la naturaleza, y no la conservación del paisaje tal como fue creado”.

sábado, 7 de noviembre de 2009

VOLUNTAD IMPERIAL

Se acusa de imperialistas a los paises cuyos gobiernos quieren imponer sus leyes lejos de sus fronteras, como los españoles pretenden que el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero haga en el Océano Indico.
El imperialismo sin capacidad imperial ni voluntad de imponerla es una aspiración tan ridícula como la que propugnaba el régimen de Franco al espolear a unos ciudadanos que malvivían trampeando con las cartillas de racionamiento para restaurar el Imperio perdido.
Todos los Imperios,--Roma, España, Francia, Inglaterra, Japón, Estados Unidos o Rusia—defendieron sus intereses mientras tuvieron capacidad y voluntad imperial, y la razón de las armas solventaba la disputa jurídica de la justicia de su razón.
Hasta la operación Just Cause, el apresamiento del caudillo militar panameño Manuel Antonio Noriega, los Estados Unidos habían defendido sus intereses en América Latina con el desembarco de sus marines cuando consideraba que beneficiaba a sus intereses.
Los Estados Unidos conservan su capacidad imperial, pero han perdido su voluntad de usarla en América Latina, donde han delegado la tarea a subcontratistas, en una clara externalización de servicios.
En las aguas noroccidentales del Océano Indico, cuyo control garantiza el rápido acceso a Pakistan, Afaganistan, Irak, Iran y la Península Arábiga, nadie disputa por ahora la hegemonía estratégica norteamericana.
Pero piratas con refugio en las inestables costas africanas han atacado o apresado en lo que va de año 180 barcos para extorsionar y obtener rescate de sus armadores. La nutrida flota atunera española, con una fragata y un avión como protección disuasoria, está expuesta a incidentes como el todavía no resuelto del “Alakrana”.
Francia, que no tiene capacidad imperial global, aunque sí regional en África, no siente reparo para usar la fuerza contra la amenaza a los buques con su pabellón, mientras que España carece de medios militares suficientes y, todavía más importante, de voluntad y decisión para emplearlos.
Sin capacidad para defenderlos y sin voluntad política para rechazar con las armas los ataques armados que sufran sus pesqueros, el gobierno Zapatero daría muestras de realismo si les aconsejara abandonar los caladeros del Indico y faenar exclusivamente en aguas españolas o en las de países capaces de imponer la ley.

martes, 3 de noviembre de 2009

Y LA AGUIRRE NO ACUDIO

Aterrados acataron sumisamente la convocatoria a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular en la que les iba a leer la cartilla, y con golpes de pecho acudieron todos reconociendo de antemano sus culpas.
Todos menos Esperanza Aguirre.
El jefe, Mariano Rajoy, había perdido la paciencia y anunciado que el sanedrín del tres de noviembre sería la última oportunidad de que sus díscolos subordinados escucharan sus amonestaciones para que fueran dóciles y renunciaran a sus travesuras.
Todos temían lo que sabían que se merecían oír, y todos acudieron obedientes a oirlo.
Todos menos Esperanza Aguirre.
Todos los que acudieron reconocieron sus culpas, prometieron que serían buenos y salieron todos tan contentos.
Todos menos Esperanza Aguirre que, porque no se sentía culpable, porque no quería oir lo que sabía que Rajoy iba a decir o porque su ausencia le evitaría adelantar un enfrentamiento inevitable a la ocasión que ella considere idónea, no acudió a la cita.
O a lo mejor se quedó inaugurando obras de su gobierno para no soltar la carcajada ante las bravatas de Rajoy.
Puede que Esperanza Aguirre conociera la historia de Pedro Barrantes, el bohemio autor de Delirium Tremens, y los versos de su oda a Muñoz, el tenebroso malhechor encarcelado en Sevilla.
Ponía Barrantes en boca del sevillano:
Soy el terrible Muñoz
el asesino feroz
que nunca se encuentra inerme
y soy capaz de comerme
cadáveres con arroz.
La díscola Aguirre, que posiblemente intuyera que la filípica anunciada por el Presidente de su Partido iba a provocar su carcajada y no su miedo, se excusó para que los demás se acobardaran a gusto.

lunes, 2 de noviembre de 2009

URGE REGULAR LA CORRUPCION

Los españoles que todavía no han paladeado las mieles de la corrupción son los pocos a los que a los bribones no les merece la pena sobornar.
Y no hay duda de que la corrupción amenaza la supervivencia de la Democracia, un bien común de mayor jerarquía que la Patria.
Por eso, los que al defender la Patria defendemos su democracia, nos sentimos convocados a combatir su mayor peligro, la corrupción.
La corrupción es tan eterna como el gazpacho.
Jacob ya sobornó a su hermano Esaú para birlarle la primogenitura, a su tío para casarse consecutivamente con Lea y Raquel y Moctezuma colmó de regalos a Cortés para que desistiera de marchar sobre Tenochtitlan, y así quedarse con México para él solo.
Strauss y Perle, hace menos tiempo, le regalaron un reloj de oro a un ahijado de Alejandro Lerroux y, sin darse cuenta, inventaron el estraperlo y, para comprobar el carácter pandémico que ha alcanzado el fenómeno, no hay más que oír un noticiero o leer un periódico.
El soborno y el aborto son coetáneos a la raza humana y a pesar de su morbilidad cada vez hay más gente en éste incómodo mundo.
Ya que se ha demostrado irradicable, habría que enfrentarse a la corrupción como al aborto: regulando la práctica del soborno para limitar su carácter fraudulento para la economía nacional.
Las autoridades de los Ayuntamientos y las Comunidades Autónomas—que por su proximidad conocen mejor las circunstancias vitales de los ciudadanos—deberían establecer topes máximos para los sobornos a funcionarios públicos por cada servicio cuya prestación faciliten mediante la mordida.
El corruptor debería exigir al funcionario corrompido la factura pertinente en la que se especifique el monto y concepto del soborno pagado, gravado con el porcentaje del IVA correspondiente y, al hacer la declaración de la Renta, el sobornado deberá declararlo como ingreso y el sobornador podrá deducirlo como gasto.
Podrá el sobornado admitir una mordida inferior a la del tope máximo establecido, pero no podrá exigir un soborno que rebase ese tope.
Ya que la gangrena moral de la corrupción parece imposible de erradicar, por lo menos se reducirían los 240.000 millones de euros en que se calculó la economía sumergida en España, equivalente al 23 por ciento del Producto Interior Bruto.
Como inventor del sistema, y para ser congruente con la regulación de la inmoralidad que propongo, nadie negará mi derecho a beneficiarme. ¿Qué menos que el medio por ciento de la totalidad de las mordidas que se hagan públicas mediante factura?

domingo, 1 de noviembre de 2009

RAJOY, SANSON

Mariano Rajoy terminó Octubre renunciando a ser el paciente Job y empezará Noviembre encerrándose con los filisteos y dispuesto a ser el melenudo Sansón.
Demasiado tiempo tardó en crecerle la cabellera de la audacia que le rapó la Dalila de la indolencia, y los filisteos del Partido Popular se le han subido a las barbas.
Si sigue la trayectoria bíblica que insinuó, va a necesitar zamarrear las columnas bajo las que se cobijan los díscolos componentes del Comité Ejecutivo, y perecer junto a ellos para salvar a su partido.
El anuncio con una semana de anticipación de que quiere meterlos en cintura fue un doble dislate táctico de Rajoy porque alentó expectativas que será incapaz de satisfacer y porque alertó y escurrirán el bulto quienes temen el rigor de la disciplina.
Es Rajoy, y una vez más lo ha demostrado, un ser cándido e ingenuo que todavía no se ha percatado de que la política no es ocupación de caballeros, sino de truhanes avisados.
Es el Presidente del Partido Popular un calé que sigue sin darse cuenta de que entre la tropa a la que pretende dirigir no vale la buenaventura.
Porque, ya me dirán: Si le da la razón a Gallardón y sus paniaguados, se la quita a Esperanza Aguirre y los suyos.
Si perdona a los Costa, irrita a Camps y si es al presidente de la Generalitat de Valencia al que respalda, se enemista perpetuamente con sus detractores.
La osadía a la que se ha comprometido dejará descontentos a todos y a ninguno satisfecho. Y es que el político que pretende guiar y conducir tiene que conocerse a sí mismo mejor que a los que quiera liderar y Rajoy es titubeante y poco osado.
La trayectoria política y vital de Rajoy lo empuja al laissez faire, laissez passer una expresión que en castellano equivale a quedarse tranquilo como el Braulio y que hasta ahora ha practicado, naturalmente sin esfuerzo.
Con tanto éxito lo ha hecho que ha conseguido tener que enfrentarse a todos los adversarios al mismo tiempo, lo que hubiera evitado si los hubiera ido despachando uno a uno, y a medida que enseñaban la cresta.
En el pecado lleva la penitencia porque Mariano Rajoy tendrá que arriesgarse el martes a ser Sansón, por haber sido Job durante demasiado tiempo.

viernes, 30 de octubre de 2009

ABAJO LAS CAMPAÑAS CONTRA EL CAMBIO CLIMATICO

La influencia del hombre en el ritmo natural de cambio del clima es más una argucia de los gobiernos para manejar recursos que detrae de la sociedad que una verdad científica.
Pero, por si acaso, ha llegado la hora de que se ponga freno a las campañas de propaganda tan políticamente correctas para frenar el cambio del clima.
No han hecho más que atrasar caprichosamente los relojes, retirar de los supermercados las bolsas de plástico que suministraban a los compradores, reducir la velocidad máxima permitidas a los vehículos y subcontratarnos gratis para que facilitemos las tareas de las concesionarias de la recogida de basuras y las consecuencias ya son funestas.
La relación causa-efecto es evidente porque, desde que comenzaron esas campañas, el verano se niega a huir y el otoño se resiste a llegar.
Si continúa esa manía de asepsia ecológica, el remedio será peor que la enfermedad porque los ventiladores, que desde hace semanas deberían estar en el cuarto trastero hasta el próximo verano, tendrán que girar frenéticamente en el antiguo tiempo de nieves.
Todavía estamos a tiempo. Que los gobiernos incentiven a las compañías de publicidad, colapsadas por la crisis, para que los ciudadanos contaminen todo lo que puedan y que, así, el medio ambiente y el clima sigan la evolución que el Creador calculó cuando creó el Universo.
Porque, además de una sospechosa argucia gubernamental para sacarles los cuartos a quienes los ganan con su esfuerzo, lo de la influencia humana en el cambio climático es una muestra más de la soberbia satánica del hombre, al pretender enmendarle la plana a Dios.
¿O es que el talento divino no alcanzaba a prever las barrabasadas que el hombre le haría a la virginal pureza de la tierra en la que lo colocó?

jueves, 29 de octubre de 2009

LA REVOLUCION QUIMERICA

Aunque atronaran sus denuncias contra el capitalismo por provocar hambre, explotación, paro y miseria, la perorata no enardecía a las masas supuestamente explotadas.
El mitin crepuscular en la plaza del pueblo, escuchado con escéptica curiosidad por medio millón de manifestantes casuales discurría sin que la llama revolucionaria prendiera en los convocados a secundar la revolución.
Los oradores del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) se esforzaban sin conseguirlo en que la campaña que han iniciado en Palma del Río contra su denunciada explotación de los jornaleros se propague a toda Andalucía.
Diego Cañamero, líder del SAT, proclamó con teatralidad: “Esto puede ser el polvorín que empiece en Palma y llegue hasta Doñana”.
Con más desgana que entusiasmo, los que lo escuchaban obedecían su incitación a corear las consignas revolucionaria, sobre todo la herencia que dejó a todo el mundo la revolución de los claveles: “El pueblo unido jamás será vencido”.
Pero faltaba autenticidad a la escena, remedo y caricatura de los dramáticos acontecimientos que describió John Reed en “Los diez días que estremecieron al mundo” y que Eisenstein inmortalizó en “Octubre”.
Ni Cañamero es el arrebatador tribuno que fue Lenin ni la población de Palma del Río de 2009 tiene nada que ver con las masas de desertores hambrientos del San Petersburgo 1917.
Diego Cañamero vino a poner la era donde, desde hace decenas de años, se emplean cosechadoras.
La economía de Palma del Rio es de las más dinámicas en la provincia de Córdoba y, aunque el sector agrario sigue siendo preponderante, requiere crecientemente mano de obra especializada y cada vez menos jornaleros sin cualificación.
Los más acuciantes retos del sector son la apertura de nuevos mercados, la elaboración industrial, la optimización de tecnología aplicada a la agricultura y la oferta de calidad para la exportación.
De los 21,000 habitantes del pueblo, 4.500 son perceptores habituales del subsidio del Plan de Empleo Rural (PER), que en época de bonanza, como la que duró hasta el año pasado, complementaban esos ingresos con los ilegales pero tolerados en servicios o la construcción.
Los jornaleros locales, con el salvavidas del PER y el cómodo complemento urbano que les permitía una apacible supervivencia, abandonaron el peonaje agrario tradicional a emigrantes extranjeros.
Pero los efectos de la crisis general, que colapsó la actividad inmobiliaria y sus servicios complementarios, los ha privado en los últimos meses de parte de la renta familiar que parecía eterna.
La campaña de agitación promovida por el SAT ha encontrado eco, aunque poco entusiasta, en la pérdida de renta extra-agraria experimentada por los jornaleros y la basa en la reivindicación del cumplimiento estricto del en parte impugnado convenio que establece la jornada de seis horas de duración y el jornal de 45 euros como único sistema de contratación.
Protestan, además, de lo que consideran explotación de trabajadores inmigrantes, dispuestos a cobrar por caja de fruta recolectada y no a jornal.
Los piquetes sindicales, que alteraron el proceso iniciado de recolección de naranja, se enfrentan ahora al lock-out patronal, que ha acordado suspender la recolección, clasificacion y manipulación del fruto mientras perdure la agitación.
El conflicto está planteado. Si el SAT—que arremete contra empresarios, gobierno, UGT, CCOO, la Banca y el sistema político indiscriminadamente—consigue sacar del letargo burgués a los jornaleros, la improbable revolución estará en marcha.

miércoles, 28 de octubre de 2009

EL MERITO DE MARIANO RAJOY

Si una portentosa conjunción astral empujara a la ahora enfrentada Humanidad a una afectuosa Alianza de Civilizaciones que garantizara la fraternidad perpetua, causaría menos asombro que el acceso de Mariano Rajoy a la presidencia del gobierno de España.
Pero si ese prodigio improbable fuera posible gracias a un milagro inaudito, el casi desahuciado sistema político español habría alcanzado la perfección de la Democracia: conjuntar en el mismo bando poder y oposición sin necesidad de Dictadura.
Rajoy, aunque los escépticos se resistan a admitirlo, está al borde de lograr la perfección, como lo demuestra al desbaratar un partido político, como el Popular, que heredó sólidamente conjuntado.
¿Qué queda ahora, cinco años después de que José María Aznar le encargara la administración del Partido Popular que con tanto empeño unió después de que Antonio Hernández Mancha lo despedazara?
Taifas dispersas sin necesidad de adversario porque les parece más rentable combatir y vencer al aliado que al contrincante.
Y lo mejor de todo es que esa misión imposible en apariencia la ha logrado Mariano Rajoy con una mano en la cadera, sin esfuerzo visible.
Su secreto, la impavidez estatuaria del que ni siente ni padece y está por encima del bien y del mal: Il dolce far niente, el placentero no hacer nada tan propio del hombre de reflexión como ajeno al de acción.
Admirable Mariano Rajoy, que por un error del Destino ha caído en un partido político equivocado: si en lugar de mandar (es un decir) en el Partido Popular, hubiera estado al frente del Partido Socialista, el partido que heredó de Aznar estaría mejor y, seguramente, también los españoles, parados incluidos.

lunes, 26 de octubre de 2009

LA AGITACION CAMPESINA ALEGRA A LA DERECHA

Los campesinos andaluces andan agitados y, como cuando Juan Díaz del Moral estudió sus agitaciones, los poderosos están inquietos.
La preocupación era evidente hoy en los que se identifican como izquierdistas en el Valle Medio del Guadalquivir mientras que, los que tradicionalmente pasan por derechistas en Palma del Río, epicentro del Valle, no disimulaban su regocijo.
¿Qué cataclismo político y social se ha producido que explique el cambio?
Que en 1930 mandaban las Derechas y los oprimidos eran de izquierdas y en 2009 el poder político es endémicamente del PSOE que, solo o en compañía de otros, en especial comunistas, guardan la paz, bien engrasada por subsidios, subvenciones y “Plan de Empleo Rural” (Per).
Los no socialistas, en la oposición desde las primeras elecciones municipales democráticas confían en que el conflicto desgaste al PSOE, les haga perder las elecciones y los confine a la oposición.
Esperan que la agitación campesina ponga fin a los viejos buenos tiempos del PSOE y que el medio millar de movilizados por el Sindicato Andaluz de Trabajadores, evolucionado del Sindicato Obrero del Canpo (SOC), inspirado por Juan Sanchez Gordillo, Diego Cañamero y otros ayatolas utópicos comarcales, perjudiquen a los socialistas.
El programa de movilizaciones y protestas campesinas comenzó ayer con un recorrido por calles y avenidas, siguió hoy con una concentración frente al edificio del ayuntamiento y los dirigentes del sindicato dicen que continuará en el futuro.
Cono primer paso, hoy acordaron convencer a los campesinos a de pueblos vecinos para que, lo que empezó como conflicto local, se propague a toda la comarca hasta paralizar la recolección de naranja en la región.
La agitación campesina usa como pretexto la exigencia de aplicación del convenio de 2009, auque esté recurrido ante los tribunales.
El sindicato exige que los propietarios de fincas dejen de aplicar la contratación por tareas y fije los contratos por horas y no por trabajos realizados.
Además, y esa es su exigencia de mayor calado, piden la constitución de cuadrillas mixtas de trabajadores locales y extranjeros porque se quejan de que, sobre todo los rumanos, se pliegan a contratarse por camiones cargados, sin consideración al tiempo que demoren en cagarlos.
Los del sindicato andaluz de trabajadores quieren que se privilegie la contratación de sus afiliados y que se les pague por las horas en el tajo, sin tener en cuenta el tiempo que tarden en realizar el trabajo.

jueves, 22 de octubre de 2009

EDITORIAL ALMUZARA Y OTROS PARASITOS

La creación artística es fruto de un proceso de reproducción asexual para el que su autor no necesita colaboración.
Atribuirle al escritor una relación de paternidad con su creación es una tergiversación machista del lenguaje porque el autor, aunque sea varón, es más madre que padre de su texto.
El autor concibe la pieza literaria cuando germina una idea en su mente, la gesta mientras desarrolla su trama y la pare al escribirla.
El autor-madre es autosuficiente para concebir, gestar y alumbrar su obra, sin que necesite el concurso de un padre.
Ya nacida, hay interesados en tutelar la obra y desempeñar las funciones de padre. Son los editores que, en un ejercicio parasitario de la paternidad, se desentienden de las obras que necesitan su ayuda y fagocitan a las que no lo precisan.
El editor seduce al autor comprometiéndose a promocionar la difusión de la obra, distribuirla, comercializarla y compartir con el escritor los beneficios de su explotación.
Cumplen esos compromisos, por lo general, con los escritores-madre que no lo necesitan porque la maestría de su estilo, la sobresaliente calidad de su obra o su popularidad extraliteraria son dotes sobradas para garantizar la acogida favorable de los lectores. Ejercen, innecesariamente, de padres.
Pero, para los textos simplemente decorosos de escritores desconocidos, que realmente necesitarían la tutela paternal para abrirles camino, el editor saca lo que puede y los olvida en el abandono de la Inclusa. Como un padrastro de folletín.
Si la editorial no promociona ni vende la obra, ¿qué gana el editor?
“El autor cede en exclusiva al editor los derechos de edición, reproducción y distribución en forma de libro, así como cualquier otro soporte a la fecha conocido, para su explotación comercial”.(1)
Sin comerlo ni beberlo, el editor usurpa al escritor-madre la patria potestad sobre su obra.
¿Qué promete el editor al escritor como pago por el hijo adquirido?
“El autor recibirá por los ejemplares vendidos en edición normal un total del seis por ciento del PVP sin IVA para los primeros 1.500 ejemplares y un total del 8% para los ejemplares vendidos sobre esa cantidad” (1).
Si hubiera ayuda para el negocio editorial, evidentemente, corresponden al editor. Solo para subvenciones directas, la Junta de Andalucía presupuestó millón y medio de euros, que se suman a las ayudas de otras instituciones oficiales de la región para obras de, por lo menos, 1500 ejemplares.
Se dice que el exagerado número de títulos editados anualmente en España y el comparativamente escaso número de ejemplares vendidos se debe a que los editores obtienen ingresos más seguros por las subvenciones que por ventas, para las que tendrían que invertir en promoción, distribución y comercialización.
Así, mi novela “El Viejo Río Grande”, evidentemente sin la calidad excepcional para que se hubiera vendido sin ayuda, no tuvo otra promoción por parte de la Editorial Almuzara que la aceptación de una invitación de un casino de Posadas para su presentación en un acto literario.
Pero en Palma del Río, donde la acción de la novela se centra, tardaron en llegar ejemplares del libro cuatro meses, a pesar de la demanda de las dos librerías locales. Palma del Río dista de Córdoba, sede de la Editorial, 53 kilómetros.
(1) Reproducción textual de cláusulas del contrato para la edición por Editorial Almuzara de “El viejo río Grande”).

martes, 20 de octubre de 2009

LA FARSA DEL DEBATE

No son más que marionetas que ejecutan disciplinadamente lo que les mandan los que manejan el guiñol porque, si los apuestos caballeros y las agraciadas damas que aplaudían o protestaban con espontánea docilidad en el Congreso de los Diputados lo hubieran hecho por propio impulso, no lo hubiéramos creído.
¿Cómo es posible que el entusiasmo de los aplausos rompa el monótono recitado de frías cifras leídas por la encantadora vicepresidenta segunda del gobierno?
¿Cómo puede recomendarse o alardear de austeridad en una demostración de derroche de talento, tiempo y dinero como el debate del Proyecto de Ley de Presupuestos?
Porque los 350 congregados sabían, al entrar por la puerta del Palacio del Congreso de los Diputados que, oyeran lo que oyeran, votarían lo que les mandara su jefe político.
A damas y caballeros de irreprochable formación intelectual y moral como los Diputados hay que suponerles capacidad de criterio autónomo, no coincidente siempre y en todos los asuntos con el que proponga su partido.
Si los guiara su conciencia y el interés de sus electores, contrario a veces a lo que el partido propone, votarían ocasionalmente rompiendo la disciplina colectiva.
¿Para qué reunirse, entonces, y hacer el paripé de que la fuerza de los argumentos que esgriman puede convencer a quienes cobran por obedecer sin discusión al que los metió en la lista que les permite cobrar su sueldo?
Treinta y un años de experiencia parlamentaria demuestran que los diputados no deben lealtad a los votantes, sino a la burocracia del partido que los colocó en un puesto de la lista electoral con garantías de ser electos.
El Congreso de los Diputados, en sesiones como la del martes, se muestra como lo que es realmente, un escenario lujoso para representaciones televisadas carentes hasta del recurso imprescindible en el teatro: el misterio del final.
Si éstos paniaguados del sucedáneo de democracia que padecemos siguen abusando de espectáculos manidos como el del martes, nos van a meter en un lío tremendo a los españoles, mucho peor que el de la dictadura que tantos años padecimos.
En la Dictadura, por lo menos, los españoles tenían la esperanza de que, una vez terminada, llegaría la era de prosperidad, libertad y respeto que aportaría la democracia.
Cuando ésta democracia de obediencia ciega al dictador de cada partido se agote, ¿en qué sistema político depositarán los españoles su esperanza?

lunes, 19 de octubre de 2009

ESPERANDO QUE LLUEVA EN EL VALLE

La lluvia que tan ansiosamente se espera a partir del miércoles será este año un alivio pasajero para los habitantes del Valle Medio del Guadalquivir.
Hasta el año 2008 habría sido el colmo tardío pero predecible de una época de abundancia aparentemente perpetua.
Hasta el año 2008, la preocupación casi única de los habitantes del Valle Medio del Guadalquivir era el capricho climático en el reparto de lluvias que garantizaran la fecundidad de la tierra en la que viven.
Estaban genéticamente entrenados para observar el cielo y detectar la procedencia del viento.
Si el ábrego llegaba desde el golfo de Cádiz, húmedo, cálido y sostenido, auguraba la inminencia de la lluvia que tornaría en verdes los campos resecos, tersaría la aceituna y llenaría de zumo la naranja.
Si el viento sopla desde el norte y se esparce desde las colinas de Sierra Morena enfriado al contacto con los páramos manchegos, los cultivos del Valle Medio del Guadalquivir se amustian y languidecen.
Este 2009 es un año en el que los vientos ábregos Se están haciendo esperar. Desde que el primero de Septiembre comenzó el año agrícola, la temperatura media ha sido de 20,9 grados, superior a la media de los últimos 40 años y la pluviosidad de 16,8 litros por metro cuadrado, un 65,5 por ciento menos de la media habitual.
Los naranjos, que cubren la vega, tienen abarquilladas sus hojas verdinegras y las frutas, poco más gruesas que canicas, no llegan al tamaño de las bolas de tenis.
Aunque la extrema sequía preocupa, no es el mayor problema de los habitantes del Valle Medio del Guadalquivir en el que, quienes no viven de la agricultura, lo hacen de los servicios que la agricultura demanda y de los subsidios que el gobierno reparte a cambio de la paz social.
El auge de la economía basado en las plusvalías generadas por las inmobiliarias también trastornó la pausada evolución del Valle porque los súbitos excedentes de la construcción buscaron refugio en los terrenos labrantíos y la voraz demanda catapultó los precios.
Una hectárea de naranjal pasó de dos millones de pesetas a principio de la década a 15 millones del año pasado. Los bancos, ante la imparable revalorización de la tierra, prestaban sin pedir siquiera la declaración de la renta—invariablemente negativa—del solicitante.
Ahora, que se venden tierras a mitad del valor del momento de mayor encarecimiento, los bancos piden como garantía de devolución del crédito la declaración de la renta y solo lo conceden a los pocos que no saben manipularla para que aparezca negativa.
Desde hace dos años, el habitante del Valle Medio del Guadalquivir, a su habitual preocupación de auscultar el cielo, ha añadido la de estudiar la situación de las finanzas nacionales.
Mientras el cielo sigue ominosamente despejado, el horizonte financiero sigue lúgubremente borrascoso.

sábado, 17 de octubre de 2009

ISLAM Y ABORTO

Media España se echó a la calle el domingo para protestar una ley impulsada por el gobierno mientras la otra media se quedaba en sus casas aceptando tácitamente una nueva ocurrencia no anunciada por José Luis Rodríguez Zapatero cuando pidió y logró que lo reeligieran.
Esperanza Aguirre, una de las pocas políticas que se atrevió a dar la cara y asistir a la manifestación de Madrid, repetía que la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo es una provocación.
Puede que tenga razón porque, si no existía una acuciante demanda social para modificar la ley vigente, es difícil entender en qué beneficia a los españoles una iniciativa que acentúe su división.
La formulación de políticas que aceleren la recuperación de la economía, la reforma de la enseñanza, la dotación de medios para que aumente la eficacia de la justicia, la lenidad en la represión de la delincuencia o la urgente necesidad de moralizar la conducta de los representantes públicos son demandas más palpables que una modificación reguladora del aborto.
Si hay necesidades prioritarias, ¿por qué dedica el gobierno su tiempo, su energía y sus recursos a impulsar ésta ley?
No sería ésta la primera vez que, como el torero que mueve el capote desde el burladero para que el toro no empitone al banderillero, el gobierno distrae al elector de problemas serios con ardides llamativos.
Es la inclusión de plazos y la no injerencia paterna en el aborto lo más escandaloso del proyecto en trámite. Seguramente, una vez logrado su propósito de fijar la atención de los votantes en lo llamativo para que la aparte de lo importante, el gobierno cederá o aparentará que cede en lo segundo.
Pero el plazo para el aborto libre, además de oportunista, tiene fundamento en una cultura religiosa que tiene encandilado a Zapatero, el Islam.
Aunque el Coran nada dice específicamente respecto al aborto, la sharía y las fatuas islámicas—cuerpo doctrinal del islamismo—desaconsejan el aborto en cualquier momento, pero solo lo prohíben a partir de los 120 días de gestación, momento en que el ángel insufla el alma al feto.
Para las musulmanas, abortar antes de los 120 días—21 semanas dice el proyecto de ley español—no es pecado. Después de esa fecha tope es delito por el que hay que indemnizar al heredero de la víctima con 238 gramos de oro, equivalente al valor de un esclavo o al diez por ciento del valor de un adulto.

jueves, 15 de octubre de 2009

EL ADMIRABLE CHAVES

En ésta Andalucía tan propensa a partirse en dos—oriental y occidental, interior y marina, atlántica y mediterránea, bética y sevillista, romerista y paulista—por fin ha triunfado la unanimidad: todos los andaluces admiran a Manuel Chaves.
Pero, como no podía ser menos, los motivos del encandilamiento por el que fue Presidente de la Junta de Andalucía media eternidad larga, también divide a los andaluces.
La mitad encomia la fuerza de voluntad de su insobornable modestia gracias a la que salió de la presidencia de Andalucía tan pobre como había entrado 19 años antes.
La otra mitad de los andaluces, los malpensados que hasta en ésta tierra bendita abundan, admiran a Chaves por su habilidad para tapar lo que juntó para que sus tataranietos no tengan problemas, en caso de otra desaceleración de la actividad económica.
El incombustible Manuel Chaves, que mejoró su frugal salario de ministro para ganar algo más como presidente de la Junta y prosperó al acceder a la vicepresidencia tercera del Gobierno, lleva cinco lustros percibiendo sueldos superiores al salario mínimo y , en esta Andalucía de francachelas y juergas gitanas, destaca porque, dicen, es más agarrado que una pelea de perros.
Con tan buen sueldo durante tantos años y tan poco derroche conocido, su magro patrimonio es, exactamente, de 68.964 euros.
Después de una vida dedicada a servir a los demás, un político de raro éxito como Manuel Chaves, que lo ha hecho todo en política y todo lo ha hecho bien, ha juntado para poderse comprar tres plazas de aparcamiento en el pueblo cordobés de Palma del Rio.
El rendimiento económico por los desvelos de Manuel Chaves, ministro de trabajo, presidente de la junta de Andalucía y vicepresidente del gobierno de España es media docena de rayas pintadas en el sótano de uno de los pueblos que gobernó, a 18.000 euros el espacio entre cada una de las dos rayas, y le sobraría para un coche de segunda mano.
Y dicen que lo políticos ganan demasiado...

miércoles, 14 de octubre de 2009

¡QUE VIENEN LOS MOROS!

Con el trabajo que nos costó echar a los moros de nuestras costas, el imprudente José Luis Rodríguez Zapatero parece empeñado en que vuelvan.
Por zalemas menos elogiosas que las que el miércoles dirigió Zapatero al imán de la Mezquita de los Omeyas de Damasco, Tariq Ibn Ziyad creyó que el gobernador bizantino de Ceuta, Don Julián, lo invitaba a España y costó ocho siglos librarnos del caudillo moro y sus bereberes.
Y es que en la florida prosa árabe las palabras tienen mayor valor simbólico que semántico y pedirle a un moro “que sus plegarias lleven la paz a todas las regiones del mundo” puede interpretarlo como ruego de que nos obligue a todos a vestir chilaba.
Si el que se adora en la mezquita de Damasco es el mismo Dios único al que sus compatriotas rezan en las iglesias de España ¿por qué ha tenido que ir tan lejos el Presidente del Gobierno español a visitar un templo, si tiene tantos y tan hermosos en su tierra?
Puede que su visita a la mezquita de los Omeyas sea el síntoma inicial de un arrebato de misticismo y que, en adelante, aconseje a sus próximos que frecuenten más las iglesias españolas y menos los desfiles del día de del orgullo gay (gayo, vistoso o elegante en traducción castellana literal y marica en la figurada).
Si así no fuera y el de Damasco fuera solo uno más de sus deslices, haría bien Zapatero en instruir a los soldados destinados en Afganistan para que se apresuren a adquirir experiencia en combate y los repatríe cuanto antes, igual que a los que ha despachado a Líbano y otras tierras mahometanas.
Porque los moros, como el año 711, pueden coger el rábano por las hojas, interpretar lo que pretendió que fuera una simple cortesía por invitación formal, y plantársenos aquí para obligarnos a mirar a La Meca cuando recemos. Y tendremos que rezar todos, no como con el cristianismo que reza solo el que quiere.

martes, 13 de octubre de 2009

LA HORA DE ESPERANZA AGUIRRE

Mal médico es el que en vez de aliviar la dolencia la agrava, y el tratamiento de Mariano Rajoy contra las secuelas de la epidemia Gürtel en Valencia es peor que la enfermedad porque la gangrena amenaza extenderse a todo el Partido Popular.
Madrid, uno de los focos en que los corruptores encontraron políticos del partido felices por dejarse corromper, atajó el contagio porque Esperanza Aguirre amputó sin vacilar a los miembros gangrenados.
Rajoy es un político al que paralizan sus titubeos, mientras que la Presidenta de la Comunidad de Madrid mantiene fría la cabeza y firme el pulso cuando la situación exige actuar sin vacilación.
Lo demostró cuando dos trásfugas del PSOE empañaron su elección como Presidenta de Madrid, en el atentado de la India y al apartar de la política a los implicados en el asunto Correa.
Rajoy sería posiblemente un Presidente del Gobierno memorable si no tuviera que intervenir en los asuntos del Estado, porque España atravesara un período de próspera tranquilidad y no hiciera falta nadie que la guiara.
Pero en una crisis económica a la que no se le ve final y que necesita mano firme para superarla, hace falta una política de acción como Esperanza Aguirre, y no un hombre bueno y abocado a interminables reflexiones como Mariano Rajoy.
Si, además de la economía el próximo presidente del Gobierno no se enfrentara a la acuciante necesidad de reajustar las obligaciones y responsabilidades del Gobierno Central, de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos, sería el momento de Rajoy.
Los palos de ciego que José Luis Rodríguez Zapatero ha dado en sus cinco años de gobierno han enconado la crisis económica, ha embarullado las relaciones entre comunidades autónomas y han agriado las disputas sociales.
Sería una temeridad que lo sucediera quien, aunque sepa lo que hay que hacer, carezca de determinación para hacerlo.

lunes, 12 de octubre de 2009

LAS NUEVAS FUERZAS ARMADAS

¿Qué ejército que se precie permite que sus soldados desfilen al compás de una “melodía”, en vez de marcar el paso al son de una marcha militar? El español.
¿Qué aguerrida unidad tolera que se llame a sus soldados “compañeros” del carnero adoptado como mascota? El Tercio de Extranjeros, o Legión Española.
Esas, y otras expresiones, no fueron los únicos eufemismos o equívocos interesados a los que recurrieron los locutores de la televisión estatal para narrar el desfile del Día de las Fuerzas Armadas.
Respondían a la consigna del candoroso buenismo gubernamental para transmutar a los Ejércitos Españoles, brazo al que se dota de armas para que combata, y si es posible derrote al enemigo, en una costosa fraternidad caritativa.
No oculta el régimen que se implantó con Rodríguez Zapatero su intención de revolucionar el concepto tradicional de las fuerzas armadas porque José Bono, que como Presidente de las Cortes es la tercera autoridad en la jerarquía del Estado, lo dejó claro.
“Prefiero que me maten a tener que matar”, proclamó Bono cuando fue ministro de Defensa de Zapatero, en clara formulación filosófica de las nuevas Fuerzas Armadas españolas: facilitar la victoria del enemigo.
Como son coherentes,inducen a los españoles a integrarse en ese aparato militar filantrópico con anuncios publicitarios que resaltan el auxilio a poblaciones en catástrofes naturales como inundaciones, incendios o terremotos.
Pero los destinan a conflictos como el de Afganistán donde los nativos, que no han visto el anuncio, les disparan y los matan sin consideración a que los han mandado allí en misión de paz.

jueves, 8 de octubre de 2009

TRUCOS PARA DIABETICOS

Si en el inacabable universo hubiera algún otro planeta habitado, seguramente sería menos afortunado que la Tierra, a la que El Creador favoreció estableciendo en ella los Estados Unidos de América del Norte.
¿Qué sería de los seis mil millones de habitantes de la tierra sin ascensores, coca-cola, telefilmes, bombas atómicas o hamburguesas? Todo eso, que hace de éste un planeta en el que merece la pena vivir, se lo debe la Humanidad a los Estados Unidos.
Como no es oro todo lo que reluce, también de allí llegan plagas: los Simpson, las películas de Woody Allen, las hipotecas basura, la obligatoriedad de su sistema democrático y las encuestas de opinión.
Son más las ventajas que los inconvenientes de que Dios pusiera en nuestro Planeta a los Estados Unidos y no es la más baladí la sistematización de usar manuales de consejos obvios para tareas habituales.
Debra Zellner, una psicóloga de la Universidad Estatal Monclair de New Jersey, es una emérita ciudadana que, desde los Estados Unidos—como no podía ser menos—ha estudiado concienzudamente un arduo problema al que nos enfrentamos, si no toda la Humanidad, al menos una selecta minoría de seres humanos, los diabéticos.
Gracias a sus experimentos con cobayas de laboratorio y con seres humanos, Debra Zellner aconseja a los diabéticos algunos trucos que, por no haberlos ideado los que padecemos esa enfermedad, caemos en la tentación que arruina todavía mas nuestra salud: los platos de los que, aunque nos hagan la boca agua, no deberíamos abusar.
1.-No comer lo que nos daña a la misma hora, de la misma forma ni en el mismo lugar. Para que nos entendamos, hay que evitar tomar una madalena cada día con el café del desayuno. Nos crearíamos a nosotros mismos una dependencia nociva.
2.-No huir, como el diablo el agua bendita, de lo que más nos guste.(Si rechazamos por sistema el pastel de nata con el que soñamos, en la primera ocasión que celebremos algo extraordinario nos zamparemos uno).
3.-Hay que aplacar el hambre aguda con comida poco apetitosa porque el organismo confunde la saciedad con el placer que proporciona lo ingerido.
Bendita Debra Zellner, ejemplo del altruismo desinteresado del pueblo de su país, que desde una sociedad rica se propone como ejemplo a los pobres de las demás naciones.
Si Debra fuera diabética, que Dios no lo quiera, sabría que no es lo mismo predicar que dar trigo.

martes, 6 de octubre de 2009

RAJOY, SOSTEN DE ZAPATERO

¿Qué necesidad tiene el socialista José Luis Rodríguez Zapatero de gobernar con eficacia si la evidente ineptitud del popular Mariano Rajoy como jefe de la oposición lo acredita como el menor entre dos males?
Mucho hay que esforzarse para no parecer claramente mejor que Zapatero, pero Rajoy lo consigue sin aparente esfuerzo, quizá porque sea cierta su fama de indolente.
Al líder del principal partido de la oposición lo mima y lo fustiga la caprichosa fortuna. Llegó a esa posición de privilegio porque quiso su antecesor. El más salvaje atentado en la historia de España dos días antes de las elecciones evitó que las ganara.
Volvió a sonreírle la suerte porque a la desastrosa gestión del gobierno en su primera legislatura se añadió en la segunda una virulenta crisis, gestionada por Zapatero para empeorarla y no para remediarla.
Es razonable que los electores duden que Rajoy pueda sacar al país del embrollado atolladero económico, si no es capaz de poner orden en su propio partido.
La suerte y su manifiesta pasividad frente a los escándalos por corrupción que sacuden al Partido Popular indican que Rajoy carece de la determinación precisa para sajar una herida purulenta.
¿Es preferible lo malo (Zapatero) conocido que lo peor (Rajoy) por conocer?
Es cierto que en este sistema político son los gobiernos los que pierden las elecciones y no la oposición la que las gana, pero quien quiera gobernar debe parecer que, si no más eficaz, no es mucho menos inepto que el que gobierna.
El bien de la Patria, que se decía en la denostada etapa fascista, es un concepto del pasado, imposible además de cumplir cuando cada año, como ocurre en España, el que gobierna tiene obligación de ganar alguna elección, siempre decisiva. Se gobierna para ganar elecciones, no para resolver problemas del presente y eludir los del futuro.
El objetivo prioritario—que popularizó mi admirado Luis María Anson—del político de la España actual es ganar los siguientes comicios. Resolver los problemas de la gente es solo un método, engorroso y complicado, de ganar elecciones.
El triunfo electoral se consigue más fácilmente demostrando que elegir al contrincante es más arriesgado. Zapatero lo sabe y Rajoy no. O posiblemente no quiera saberlo porque lo obligaría a tomar decisiones y poner orden en su partido, para que lo crean cuando promete poner orden en el país.

COSAS DE PIRATAS

Los dos detenidos por piratas del “Alakrana” no tendrán que jugarse la vida en una patera para llegar a España: lo harán en un vuelo fletado para traerlos, los alojarán en una habitación con aire acondicionado, les darán sopicaldo, huevos fritos y yogurt durante varios meses y después los soltarán.
A partir de ese momento será cuando empiecen sus problemas porque, como otros millares de inmigrantes, tendrán que agenciarse la vida por su cuenta y no a costa del Estado.
Ejemplar castigo el que les espera por piratear. Ojalá sean discretos y no lo cuenten a sus compatriotas porque, si su experiencia se conociera en las costas del Mar Rojo, acabará el negocio de las pateras.
Así será en el mejor de los casos porque, para enjuiciarlos y condenarlos, la justicia española tendrá que hilar muy fino y eludir los argumentos de sus abogados para que los suelten sin cargos.
El delito de piratería no está especificado en el código penal español y, para que se les pueda aplicar el Convenio de las Naciones Unidas sobre derecho del mar de 1958, habría que demostrar que subieron al “Alakrana” cuando navegaba más allá del límite de 200 millas marinas, y fuera del control jurisdiccional de alguno de los estados ribereños.
Si la suerte se alía con la habilidad del fiscal, se les podría condenar por robo a mano armada por lo que, en un suspiro, estarán en la calle gracias a los generosos beneficios penitenciarios españoles.
Así no hay manera de escarmentar a los piratas. Felices tiempos aquellos en los que se les ponía a secar de un mástil.
Como lamentar lo que el viento se llevó no soluciona los problemas del presente ni del futuro, la marina española debería programar prácticas de tiro más exigentes para los marineros del “Canarias”, que solo hirieron a uno de los dos malhechores.

lunes, 5 de octubre de 2009

ESPAÑA Y LA DOCTRINA ESTRADA

Aunque solo vaya como comparsa, el secretario de estado para Iberoamérica Juan Pablo de Laiglesia serviría mejor loa intereses de España absteniéndose que participando en la misión americana que mediará en la disputa interna de Honduras.
Es el único no americano, entre los cancilleres de Mexico, Panamá, Costa Rica, Argentina, Jamaica y el vicecanciller de Canadá.
Su presencia evidencia el interés especial por los países de aquél continente que hace casi 200 años se independizaron de España y a los que, a pesar del tiempo transcurrido, sigue unida por vínculos afectivos.
Esa especial y delicada relación familiar con los países que dependieron de España genera recelos cuando da la impresión de que se inmiscuye en sus asuntos, como si siguiera siendo la metrópolis.
Los demás países—con la excepción de Estados Unidos, que se ha abstenido prudentemente de incluir representante en la comisión mediadora-- no corren peligro de levantar esas suspicacias.
La conocida por “Doctrina Estrada”, que tomó su nombre del secretario de relaciones exteriores de México Genaro Estrada y que su país siguió escrupulosamente hasta hace 30 años, era una juiciosa práctica para regular las relaciones internacionales.
Si la “Doctrina Estrada” es sensata en general, España debería observarla escrupulosamente con los países de América Latina que gobernó hasta que accedieron a la independencia.
Reconoce esa filosofía política el derecho de los pueblos “a aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades”
Genaro Estrada completó en 1930 su doctrina afirmando: “El gobierno de México se limita a mantener o retirar, cuando lo crea procedente, a sus agentes diplomáticos, y a continuar aceptando, cuando también lo considere procedente, a los similares agentes diplomáticos que las naciones respectivas tengan acreditados en México sin calificar, ni precipitadamente ni a posteriori, el derecho que tengan las naciones extranjeras” a cambiar o mantener sus gobiernos.
En la actual disputa interna entre hondureños, el gobierno español ha perdido la oportunidad de aplicar la sabia doctrina de Genaro Estrada,prudente canciller de la Nueva España.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

INOPORTUNA CORAZONADA OLIMPICA

La corazonada que la megalomanía de su alcalde ha inspirado a los madrileños arruinará la ciudad, si le conceden organizar los Juegos Olímpicos de 2016.
El cuento ideado por Alberto Ruiz Gallardón tiene un final tan feliz como improbable: Madrid obtendrá 404 millones de beneficios, diferencia entre los 2.127 millones de ingresos y los 1.723 de gastos de los Juegos.
Las partidas de ingresos presupuestados incluyen 540 millones que aportará el COI, 524 de patrocinadores, 404 por venta de entradas y 19 de loterías.
Entre los gastos destacan los 973 para instalaciones no destinadas a competición (Villa, Olímpica, Centro multiconfesional de cultos, restaurantes, policlínica, reforma del Estadio Olímpico y Centro acuático.
Del presupuesto para la celebración de los juegos—el chocolate del loro del total—se excluyen las inversiones más onerosas y que se costearán con dinero público: 14.761 millones para infraestructuras y 550 millones para garantizar la seguridad.
Al Estado, a través de sus administraciones nacional, comunitaria y municipal, corresponde pagar esos gastos y el Consejo de Ministros destinó el 16 de Enero 15.345 millones de euros para respaldar la candidatura olímpica de Madrid.
Podría decirse que esos gastos se traducirán en beneficios futuros para España y para Madrid pero, exceptuando los juegos de Atlanta y Los Angeles todos los demás se saldaron con cuantiosas pérdidas.
Emplear los escasos fondos del Estado para organizar los juegos en situación de menos penuria que la actual no habría chocado pero ahora es, por lo menos, una frivolidad inoportuna.
Medio millón de madrileños se juntaron en la plaza de Cibeles la semana pasada, contagiados de la corazonada de su alcalde, que esos días les estaba notificando un incremento de impuestos municipales del 50 por ciento, por el cobro de la tasa de recogida de basuras.
Ese canon, hasta ahora subsumido en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y que Gallardón ha decidido cobrar adicionalmente, ayudara al alcalde a pagar el derroche de su corazonada. Y los madrileños, tan felices.

martes, 29 de septiembre de 2009

INMIGRACION Y DELINCUENCIA

La policía ha detenido en Madrid a una ciudadana letona acusada de matar a una rusa y de apuñalar a un peruano.
Se dice que fue un sórdido asunto de celos el que desencadenó la tragedia, en un parque donde habitualmente duermen indigentes.
La policía tramitó el año pasado 1.337 expedientes por muertes violentas en España, un 16,46 por ciento más que el año anterior.
El pudor hipócrita del periodista que informa y del medio que publica las noticias, hace que se omita la nacionalidad de los implicados en delitos de sangre cometidos en España, para que no se les tache de xenófobos.
Puede que descartar ese dato contribuya a la creciente sensación de que el número de delitos cometidos en España por extranjeros es proporcionalmente mayor que el de no españoles respecto a la población total.
Si esa sensación tuviera fundamento, confirmarla con datos no agravaría el problema. Si la proporción de delitos cometidos por no españoles fuera equiparable a los que implican a nativos, solo los datos pueden disolver la sospecha.
Convendría, aunque solamente fuera por una vez, aplicar la sentencia de que “la verdad os hará libres”, que en el versículo 32 del capítulo octavo de su Evangelio recomendaba San Juan.
Aunque se demostrara que la delincuencia ha aumentado escandalosamente en España desde que la endogámica población española se ha enriquecido con la llegada de los nuevos españoles, sería un precio irrisorio por el beneficio que han aportado.
El impulso a la economía de los inmigrantes es lo de menos. Lo más importante ha sido el providencial incremento de la tasa de natalidad, que ha espantado el peligro de desertización en España y su aportación para refrescar la ya mustia sangre española.
La de los últimos diez años ha sido la avalancha extranjera más notable en toda la Historia de España y, además, los que han optado por convertirse en nuevos españoles al afincarse aquí, no han sido exclusivamente varones, como en invasiones anteriores.

domingo, 27 de septiembre de 2009

ZAPATERO Y YO

José Luis Rodríguez Zapatero y yo somos los únicos españoles que sabemos que el voto de un delincuente vale lo mismo que el del juez que lo condena y que, por cada juez, hay millares de malhechores.

Por eso Zapatero procura el respaldo de los más, sin preocuparse de que lo rechacen los mejores.

Zapatero rentabiliza el conocimiento que compartimos ganando elecciones y yo lo malgasto aullando contra la actual kakistocracia, el gobierno de los peores, y abogando por la aristocracia, el de los mejores.

(Que no me muerdan los progresistas de diseño. Me avalan ejecutorias de peón y artesano y haber sido el primero de mi familia que se ganó el pan sin que el esfuerzo físico lo hiciera sudar).

El gobierno de los mejores que reclamo es el de los que por su esfuerzo, talento y honradez merezcan el reconocimiento de su autoridad por quienes prefirieron no esforzarse, cultivarse ni respetar la ley.

Los que más ganarían si el voto de los mejores tuviera más valor serían los ciudadanos comunes, a los que esta democracia responsabiliza de que decidan lo que no saben si les conviene, con la misma suficiencia que los expertos.

¿Qué a qué viene esta soflama filosófíco- política?

Viene a cuento de una de las envidiablemente brillantes “Crónicas Bárbaras” (http://cronicasbarbaras.blogs.com), de Manuel Molares en la que, con la maestría de mi optimista amigo, vaticina que la fotografía de las niñas de Zapatero podría marcar su declive electoral.

Como hubiera hecho Plutarco, traza el paralelismo entre las niñas góticas de Zapatero y la sobreexposición de lujo ostentoso en El Escorial, cuando la boda de la niña de José María Aznar, al que Zapatero sucedió.

Me temo que el actual Presidente conoce mejor que su antecesor lo que mueve a los electores al depositar su papeleta.

Rechazaron a Aznar por el derroche pretencioso que los escandalizó porque no podrían nunca imitarlo y seguirán respaldando a Zapatero porque la fotografía de Nueva York demuestra que se enfrenta y cede ante los mismos problemas a los que ellos tienen que enfrentarse y ceder.

¿Qué padres españoles no tienen que resignarse a que sus hijos vistan de manera estrafalaria por mucho que les disguste?

¿Qué hijo o hija que con su atuendo extravagante reclama su derecho a una identidad propia y distinta de la de sus padres, no agradecerá la comprensión de Zapatero al aceptar el look de sus hijas?.

jueves, 24 de septiembre de 2009

MEJOR LA ESTETICA QUE LA ETICA

La publicación de una fotografía en la que aparecen junto a Barak Obama y su esposa José Luis Rodríguez Zapatero con su mujer y sus dos hijas está levantando una polémica que, por el cargo de los dos varones fotografiados, trasciende el interés social para encuadrarse en la discusión política.
Como en casos precedentes, tampoco en éste será fácil determinar si, en la decisión de difundir la fotografía, debe prevalecer el derecho de información sobre el de salvaguarda de la privacidad.
Si las hijas del matrimonio Zapatero no aparecieran en la foto no habría discusión, ya que los cuatro personajes restantes aparecen reunidos exclusivamente por la importancia pública de los dos presidentes.
Si la fotografía no la hubiera difundido un medio oficial del gobierno norteamericano y no hubiera tenido como escenario la recepción oficial que el Presidente de los Estados Unidos ofrecía a las personalidades políticas reunidas en Nueva York, podría argumentarse contra el derecho a publicarla.
Pero no es el caso. Los seis personajes que en ella aparecen—incluyendo a las hijas de Zapatero—tienen cabida en el documento por su significación pública y no por su identidad privada.
El riesgo de los padres al hacerse acompañar por sus hijas en la recepción oficial del Metropolitan Museum de Nueva York fue que las privaba de la discreción que les hubiera garantizado la privacidad.
Ha ocurrido muchas veces y ocurrirá muchas más. Es arduo conciliar dos derechos opuestos con argumentos éticos porque la ética es la ciencia que estudia la conducta humana, a la luz de las costumbres en cada época o región.
Como consejo a los responsables de la difusión de fotografías en medios de comunicación, les sugiero que descarten los ambiguos conceptos éticos y, para tomar una decisión, recurran a la estética.
Evidentemente, la valoración estética es todavía más sujetiva que la ética. Ni los santos, que todo lo saben, se ponen de acuerdo porque, si para Santo Tomás de Aquino “pulchra sunt quae visa placent” (es bello lo que agrada al contemplarlo), su colega San Agustín hace dudar: no se sabe si es bello lo que agrada o algo nos agrada porque es bello.
Sin embargo, pocos encontrarán bella o estética la fotografía de una anciana aristócrata en bikini ni la de una política a la que estamos acostumbrados a ver elegantemente vestida, sorprendida en exiguo traje de baño en una playa.
Como mal menor, que sea la estética, y no la ética, la vara de medir fotografías conflictivas.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

AFGANISTAN:LA POBLACION NOS ODIA

“Nos paraliza el miedo a irritar a una población que, hagamos lo que hagamos, nos odia”.
Lo asegura el sargento retirado del cuerpo de Marines de los Estados Unidos John Bernard, en carta a la senadora por Maine Susan Collins, para la que las nuevas normas de combate incrementan las bajas de los soldados norteamericanos en Afganistán .
El supremo comandante de las fuerzas norteamericanas y de la OTAN en Afganistán, Stanley McChrystal, restringió el recurso a los bombardeos aéreos y al apoyo artillero para limitar bajas de no combatientes entre los que se escudan los talibanes.
Con las nuevas normas, 96 soldados norteamericanos murieron en combate los pasados Julio y Agosto, por 42 en los mismos meses del año pasado. El número de no combatientes afganos muertos pasó de 151 a 19.
Poco después de escribirle a la senadora, el sargento Bernard supo que su hijo, el cabo Joshua Bernard, había muerto en una emboscada con lanzagranadas de los talibán a su pelotón en la que pidieron para repelerla, sin éxito, apoyo artillero.
El lunes pasado, The Washington Post reveló un informe del general McChrystal evaluando las consecuencias de la aplicación de sus propias reglas de combate y en el que instaba a sus superiores a “incrementar de forma radical” operaciones conjuntas con el ejército afgano contra los taliban.
Esas operaciones, advirtió el general, supondrán a corto plazo un peligro mayor para nuestras fuerzas, “pero a la larga salvarán vidas”.
“Me preocupa”—dijo Susan Collins en la comisión del senado de servicios armados de la que forma parte—“que aumenten nuestras bajas para evitar bajas afganas”.
El Presidente Barak Obama ya ha avisado que no enviará a Afganistan “ni un soldado más” hasta que se concierte una estrategia adecuada para la intervención.
Ya en Febrero, Henry Kissinger había advertido contra el más grave error de la implicación militar extranjera en el conflicto afgano.
Señalaba que, como en intervenciones anteriores en países extranjeros, también en Afganistan los Estados Unidos pretenden crear un gobierno central y respaldarlo para que extienda su control al resto del país.
Si ni en Vietnam ni en Irak lo consiguieron, todavía menos posibilidades de éxito tienen en Afganistán, apuntaba Kissinger, porque el poder del gobierno de Kabul nunca se extendió de forma eficaz a los jerifaltes tribales y religiosos.
Pero el error imperdonable de los Estados Unidos lo cometió al ayudar a los mujahidines a derrotar al ejército soviético que había invadido Afganistan para que cambiaran sus formas tribales de vida y adopten sistemas de organización de la sociedad que rechazan.
Los Estados Unidos ayudaron a los mujahidines—predecesores de los taliban a los que ahora se enfrentan--para que Afganistan no cayera en el comunismo, sin percatarse de que el comunismo puede evolucionar hacia la democracia, pero el integrismo islámico no.