viernes, 15 de marzo de 2019

A GUANTAZOS


Por lo que se está viendo, al mero mero del Partido Popular le falta un hervor para poder ser lo que dice que quiere ser: el redentor de este pueblo de irredentos y perdularios que es España.
Ni se ha enterado, por lo que parece, de que por el facineroso  mundo de la política no conviene caminar con un lirio en la mano, vestido con inmaculada túnica blanca y cantando “venid y vamos todos con flores a María”.
Casado se apellida el individuo que va y le pide al mandamás de  un partido que compite con su Partido Popular que se retire y no estorbe para que, al quedarse sin el que pensaban votar lo hagan por el que más se le parezca, que es el suyo.
Reduciendo la cuestión al mínimo puede que se elimine el problema de decidir quien manda y, así, se erradicara el gruñido demoníaco de la profesión política.
Y sin política, ¿cómo se resolverían las discrepancias?
Pues a guantazos, como viene pasando desde que un tío se cargó a su único hermano porque sabía encender mejor las candelas.