miércoles, 30 de agosto de 2017

GALGOS O PODENCOS



Estos españoles de ahora somos como aquellos conejos que, según,  romanceba Iriarte, perdieron tanto tiempo discutiendo sobre si los perros que los perseguían eran galgos o podencos  que a los dos los devoraron los que tenían la intención clara de comérselos.
En el Pleno del Congreso los hemos visto hoy entretenidos en averiguar si el Partido Popular roba mucho o poco y en si hay algún otro partido que robe más, porque la mano en el bolsillo público la han metido todos a los que se les dio ocasión de meterla.
Con qué gusto y con cuanto regodeo presenciarían los separatistas catalanes desde sus escaños en el mismo Parlamento la disputa por averiguar si el Partido Popular roba más que el Socialista o si el Partido Socialista  roba más que el Popular.
Mejor no meter en aquel contubernio de policías contra carteristas al partido Ciudadanos porque tiene por costumbre considera ladrón al gobierno de la Comunidad de Murcia o al alcalde de Granada cuando cree que lo beneficia  o asperger con agua bendita a la Comunidad de Andalucía, por muy profanadora de tumbas de los que yacen en los cementerios que sea.
Y de Podemos, ¿qué?
Pues Podemos sabe lo que quiere y cómo lograrlo.
Quiere y está consiguiendo carcomer los cimientos del Estado Español que es el Partido Popular, lo mismo que habría hecho con el Partido Socialista, si hubiera sido el que gobernara al Estado.
Para lo mismo hace manitas con el separatismo catalán. Si el gobierno de Mariano Rajoy permitiera por omisión de acción que Cataluña sea independiente, el partido popular se evaporaría de España, o de la España que quedara después de la secesión de Cataluña.
De la actual España, solo no gobernarían en la separada Cataluña.
No. El separatismo catalán siempre ha contado con el apoyo tácito o explícito de Podemos, que se oficializará en el momento de la independencia, como culminación del paso final para el gobierno revolucionario hernandezgalanista de España.
Y es que, como Chavez da nombre a la revolución venezolana, Hernández y Galan, los capitanes fusilados por anticiparse al proclamar la añorada república, serán los demonios tutelares del Estado Revolucionario Español) que naturalmente incluirá a Cataluña.

GALGOS O PODENCOS



Estos españoles de ahora somos como aquellos conejos que, según,  romanceba Iriarte, perdieron tanto tiempo discutiendo sobre si los perros que los perseguían eran galgos o podencos,  que a los dos los devoraron los que tenían la intención clara de comérselos.
En el Pleno del Congreso los hemos visto hoy entretenidos en averiguar si el Partido Popular roba mucho o poco y en si hay algún otro partido que robe más, porque la mano en el bolsillo público la han metido todos a los que se les dio ocasión de meterla.
Con qué gusto y con cuanto regodeo presenciarían los separatistas catalanes desde sus escaños en el mismo Parlamento la disputa por averiguar si el Partido Popular roba más que el Socialista o si el Partido Socialista  que roba más que el Popular.
Mejor no meter en aquel contubernio de policías contra carteristas al partido Ciudadanos porque tiene por costumbre considerar ladrón al gobierno de la Comunidad de Murcia o al alcalde de Granada cuando cree que lo beneficia, como asperger con agua bendita a la Comunidad de Andalucía, por muy profanadora de tumbas que sea de los que ya descansan en los cementerios.
Y de Podemos, ¿qué?
Pues Podemos sabe lo que quiere y cómo lograrlo.
Quiere y está consiguiendo carcomer los cimientos del Estado Español que es el Partido Popular, lo mismo que habría hecho con el Partido Socialista, si hubiera sido el que gobernara al Estado.
Para lo mismo hace manitas con el separatismo catalán. Si el gobierno de Mariano Rajoy permitiera por omisión de acción que Cataluña sea independiente, el partido popular se evaporaría de España, o de la España que quedara después de la secesión de Cataluña.
De la actual España, solo no gobernarían en la separada Cataluña.
No. El separatismo catalán siempre ha contado con el apoyo tácito o explícito de Podemos, que se oficializará en el momento de la independencia, como culminación del paso final para el gobierno revolucionario hernandezcolonista de España.
Y es que, como Chavez da nombre a la revolución venezolana, Hernández y Colon, los fusilados por anticiparse al proclamar la añorada república, serán los demonios tutelares del Estado Revolucionario Español) que naturalmente incluirá a Cataluña.