lunes, 22 de octubre de 2018

LIMITE AUTONOMOCO A LAS AUTONOMIASl


Habría que cambiar el sistema electoral para evitar que partidos relativamente insignificantes por el número de sus votantes sean los que marquen la acción del gobierno formado gracias a su respaldo.
Mientras no se haga, el divergente objetivo de los partidos de implantación nacional y los de arraigo exclusivamente regional serán una amenaza para mantener unida a España.
El objetivo de la acción política de los partidos de implantación regional es arrebatar a los partidos de ámbito nacional su capacidad de decisión en la zona geográfica en la que operan.
Una vez lograda la hegemonía política en su región y minimizada la influencia de los partidos de ámbito nacional, la independencia de hecho se habrá alcanzado.
Las consecuencias de los textos legales de la entonces tan alabada transición  en España ya pueden analizarse por sus resultados y no solo por sus expectativas, y la conclusión es desoladora.
Hasta la muerte de Franco, España era un país de 505.000 kilómetros cuadrados en el que todos sus habitantes obedecían a un solo gobierno.
Tan simbiótica llegó a ser la relación entre España y Franco, que la muerte del Dictador supuso la agonía terminal de España.
¿Puede evitarse que España muera?
Todavía se puede, pero nadie de los que mandan quieren.
Bastaría con que la ley electoral estableciera un porcentaje mínimo del censo nacional , y no solo autonómico, para obtener representación en el Parlamento Nacional.
Limitar la capacidad de decisión política al ámbito geográfico para el que el representante fue electo.