El todavía
presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha demostrado que es un político
diligente y avezado:
Solo 15 horas
después del fracaso electoral de su partido, y que podría desembocar en su
desaparición, culpó a la alianza que tácitamente forjó de la responsabilidad del desastre.
“Es falso que
en España haya tres derechas, En España solo hay un partido de centroderecha:
es el PP. Otro de extrema derecha, Vox, y otro socialdemócrata, Ciudadanos,
disfrazado de liberal. No somos intercambiables”.
En esas
declaraciones exculpatorias del fracaso de su Partido no aclaró por qué había
esperado a conocer el resultado de las elecciones para disociarse de Vox y Ciudadanos.
Desde que se
produjo el fracaso electoral capitaneado por Casado, la atención de los medios
de comunicación se esta centrando crecientemente en el dirigente regional del
Partido Popular de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo, al que algunos pronostican
sucesor de Casado, destinado recomponer el partido o, por lo menos, intentarlo.