Menuda jugarreta nos han jugado esos jerifaltes europeos en
los que los españoles (o algunos españoles) habíamos confiado para que mandaran
con la música a otra parte al ínclito Pedro Sanchez.
¿Con la música a
otra parte?
--O a robar peras en otro peral.
--Explique, si me hace el favor el intríngulis de su aserto.
-- Pues que como
aquel romano de pecho de lata que “llegó, vió y venció” el que funge como presidente
de España y que tiene la cara de piedra, llego, hizo el paripé y les sacó los
cuartos a los europeos.
Hay quien murmura
por los rincones que tanto sabía Pedro Sanchez que les sacaría los cuartos a
los que no querían dárselos que desde hace rato tenía decidido en qué los
dilapidará.
--Es, pues, previsor.
--Previsor y otras
cosas que, como me enseñaron en el colegio de pago, no digo por no señalar.
¿Quiere eso decir
que también a los europeos los ha trincado Sanchez?
--Más o menos. De
lo que hemos de alegrarnos los españoles porque demuestra que no solo nosotros
somos tontos.