Cuando le lian
un lio a alguien que no es de los tuyos crees instintivamente que, por
compartir enemistades, eres amigo del liante.
No
necesariamente es así.
Puede que
alguien no te caiga bien porque su trato te parezca demasiado untuoso y que a
un tercero le caiga todavía peor porque le parece demasiado brusco.
Así que
rehuyes relacionarte con el sujeto y, todavía más, con el que tampoco lo traga
pero por razones opuestas a las tuyas.
¿Y a qué
vienen estas banalidades?
Pues a que
presencié como si hubiera estado allí, porque me lo mostró un video, parte del
pleno celebrado por la mañana en el Ayuntamiento de Cádiz y en el que unos
cuantos de ciudadanos le dijeron de todo menos bonito al Excmo. Sr. Alcalde, el
Kichi.
“Comemierdas”
fué lo más piadoso que lo llamaron pero como esa palabreja no tiene
connotaciones ideológicas puede admitirse como exabrupto de libre circulación
en la jerga podemita.
Lo que me puso
de los nervios fue lo de “burgués” que, en boca de un correligionario del
alcalde quiere decir que no es lo bastante revolucionario como para representar
a “Podemos”, el nombre del Partido Político que ampara a los Iglesias,
Errejones, Bescansa, o Echeniques.
Si el
estrafalario alcalde Kichi es un burgués que ha traicionado a la causa
revolucionaria de Podemos, ¿qué nos espera si lo reemplazara alguien del gusto
de los que lo llamaron burgués y comemierdas?
Vete a saber
si no sería lo mejor para Cádiz que el Kichi fuera un alcalde como los de
antes, que se sabía que lo era cuando lo nombraba el gobierno y, hasta que el
gobierno lo quitara, alcalde seguía siendo.