sábado, 2 de enero de 2016

PEDRO SANCHEZ Y SANSON

El actor Victor Mature murió en 1999 pero resucita cada vez que se aproxima alguna fecha conmemorativa de episodios de la cultura judía que, como cristianos, hemos heredado.
Para que lo identifiquen los que fueron obligados a cambiar la historia sagrada por la educación cívica, Mature es el sutil intérprete de Sansón en “Sansón y Dalila”” imprescindible en las vecindades de la Semana Santa.
(Una vez retirado del cine Mature se estableció en Chicago y acudió a inscribirse en un club de golf, que lo rechazó porque en sus estatutos prohibía la admisión de cómicos (show business people).
“Tengo varios tomos en los que se recopilan las críticas que he recibido en mi vida, afirmando que no soy actor”, replicó el aspirante a  golfista.
Pues la historia de Victor Mature, en su faceta de intérprete de Sansón, podría y debería invocarla en provecho propio Pedro Sanchez, al que los resultados  de las últimas elecciones han encadenado a la columna del quiero y a la del no puedo.
Si Sansón-Victor Mature entregó gustosamente su vida para liberar a su pueblo, ¿por qué los españoles no sacrifican su bienestar para que Pedro Sanchez sea feliz?
En tiempos épicos de héroes solitarios que servían a su pueblo quitándose de en medio para no estorbar su bienestar, eso sería posible.
Pero pedir a un pueblo como el español que sufra para que uno de ellos disfrute es demasiado.

Esta es la era del do ut des, que traducido libremente quiere decir que la tía María tiene tocino pero, como es de ella, es para ella.