lunes, 19 de febrero de 2018

INFLUENCER O POLITICO


Si en vísperas de rebasar los tres cuartos de siglo te percatas de que tienes cuerda para rato porque han puesto 9999 como fecha de caducidad del carné de identidad recién renovado, hay que olvidar las frustraciones del pasado para gozar los deleites del futuro.
Analizando lo que la vida fue hasta ahora (contarle a la gente que no estaba allí lo que por estar allí presenciaste) hagamos del futuro un tiempo más satisfactorio de lo que lo fue el pasado.
Una rápida ojeada (un cursi diría tour d,horizon) revela que hay dos posibilidades para invertir el tiempo con máxima rentabilidad  de satisfactores pecuniarios y esfuerzo mínimo: político e influencer.
Para lo primero se requiere aparentar sumisión y expresar adulación en todo momento al jefe y exigirles el mismo trato a los subordinados.
Lo de influencer consiste en convencer al que le quieras sacar los cuartos de que tienes en las llamadas redes sociales un rebaño de sumisos seguidores que leen lo que tú escribes, escuchan lo que dices y hacen lo que tú les aconsejas.
El o la influencer ni siquiera tienen que aclararle al o la que le hace la propuesta que, si la acepta en los términos propuestos, los influidos por la o el influencer, pasarán a ser influidos subsidiariamente por quien pague la cuota.
¿Y ganan mucho los políticos y los influencer?
Mucho más que cavando en una huerta, levantando una tapìa o apacentando ovejas.



domingo, 11 de febrero de 2018

VENDAMOS ESPAÑA


Unos decimos hay que ver y otros dicen qué barbaridad, pero a nadie se le ha ocurrido hasta ahora penitenciarse como expiación por consentir lo que de verdad importa, y que nadie se ha atrevido a plantear:
Con un presidente o presidenta de la Generalitat en Barcelona y otro en el extranjero, ¿entre ambos se repartirán el mismo sueldo, o hay que pagarle un sueldo distinto a cada uno de los dos?
Y es que los que siguen echando cuentas en pesetas a pesar de que hace media vida que la sustituyó el euro, se gastan los cuartos como si la nueva moneda no costara casi 200 unidades de la antigua.
Si a lo que tendremos que pagar los españoles por el sueldo de la presidencia de verdad de los catalanes hay que sumarle la de mentirijillas, o los políticos dejan de robar como hasta ahora han venido robando o habrá que poner España a la venta, aceptando la exigencia del comprador: que la desalojen los actuales inquilinos.
Como un país es más o menos como una finca, si España se tasara como un cortijo, que al fin y al cabo es lo que es para sus señoritos los políticos, se podría vender por el equivalente a 20 cosechas anuales que, en el caso de España, sería lo que representa su Producto Interior Bruto,(PIB), un billón de dolares al año.
Serían 20 billones de euros a repartir no entre los habitantes actuales de España, sino entre sus ciudadanos de derecho, para no tener que repartirlo con emigrantes ni turistas.
Un pastizal. Con lo que a cada uno nos tocara nos recibirían con charangas, panderetas y wellcomes en cualquier lugar del mundo.
Todas las fronteras de todos los países se levantarían para abrir paso al español que llegara.
¿Por ser español?
Por ser rico, aunque fuera español.

miércoles, 7 de febrero de 2018

CATALANES, LOS MÁS ESPAÑOLES

Cataluña es una de los componentes díscolos del todo pastueño que es España, la nación especializada en ganar guerras civiles y en perderlas contra enemigos extranjeros.
Que los catalanes son españoles, por mucho que ellos se empeñen en negarlo, lo demuestra que cada vez que se las han visto con los del resto de España han perdido.
Si no fueran españoles, como algunos catalanes se empecinan en proclamar, habrían ganado alguna de sus disputas bélicas, como hicieron todos los demás extranjeros a lo largo de la historia de España.
(Excepto contra nativos extraeuropeos provistos de armas de la edad de piedra y contra cheljas norteafricanos equipados con armas que a ellos mismos les habían arrebatado, los españoles ganaron algunas batallas y perdieron todas sus guerras).
Si los catalanes no fueran españoles, como insisten en proclamarse, habrían derrotado a los españoles en alguna de las ocasiones en que a lo largo de la historia se enfrentaron.
Su trayectoria bélica acredita a los catalanes como el néctar de la españolidad, lo más español de España, los protoespañoles de la esencia hispana.

Porque si no fueran españoles serían extranjeros y, como todos los ejércitos extranjeros derrotaron a los ejércitos españoles, alguna vez habrían salido los catalanes victoriosos en las repetidas guerras libradas contra España.