viernes, 30 de septiembre de 2016

EL PSOE SE VA A LA GUERRA

Ahora sí que se levantó la persiana que me impedía ver la luz porque, aunque todavía entre tinieblas  que poco a poco me van permitiendo adivinar que lo que me parecía una mancha en la pared de enfrente es un viejo desconchón, ya puedo decidir: el PSOE es mi partido.
¿Por qué?
Porque el Partido Socialista Obrero Español es, como belicista pacífico que soy, el único especializado en librar guerras en las que no todos pierden: la guerra civil en la que, aunque una parte de los contendientes pierda, la otra gana para que la victoria siempre quede en casa.
Porque, ¿qué sentido tiene pelearse contra el que te es ajeno y  que, por serlo, nada tienes que ver con él?
Un suponer: ahora, Pedro Sánchez y sus partidarios están en plenas hostialidades contra Susana Diaz y los suyos.
Como adversarios y contrarios porque serían todos socialistas, al ganar unos perderán otros y el resultado será satisfactorio por lo menos para una parte de los contendientes y no para todos.
¿Se imaginan que, en vez de que unos socialistas pelearan contra la otra parte, todos lo hicieran contra los del Partido Popular, al que todos los socialistas se la tienen jurada?
Es cierto que, si en esa lucha entre adversarios naturales los socialistas ganaran, ganaría todo el PSOE.
Pero, ¿y si como es habitual los del PP le ganaran a los socialistas?
Todo el partido socialista perdería.

Por eso, mi maestro el estratega chino Tsun Zu y yo aconsejamos que, para ganar una guerra, es más importante que acertar  al escoger aliados, atinar al escoger al enemigo.

jueves, 29 de septiembre de 2016

SAN MIGUEL Y PEDRO SANCHEZ

Tenía que ser la víspera de San Miguel, que se hizo famoso por su habilidad para encerrar eternamente en el infierno a los demonios, cuando ese demonio playero que es Pedro Sánchez pasara de secretario general del PSOE al infierno de los sin trabajo.
Por mucho que los descreídos se empeñen en que éste mundo, sus bichos y sus árboles salieron de la nada por casualidad, uno cree que todo lo que es,  es porque a alguien se le ocurrió que fuera y tenía capacidad para hacerlo como quería que fuera,
¿Cuánto tiempo lleva el zascandil que es Pedro Sánchez complicándoles la vida a los españoles con sus travesuras maliciosas?
¿Por qué le llegó su hora ayer y no anteayer o pasado mañana?
Dudas que le planteé a San Miguel cuando esta mañana al afeitarme, como todas las mañanas, lo ví en el espejo.
Como siempre que le pregunto por qué hizo algo de una manera y no de otra, frunció el ceño, afiló la espada, me miró de través y agitando nerviosamente las alas,  estalló:
 “Porque quería daros a los humanos otra oportunidad de que resolváis entre vosotros vuestros problemas y comprobéis que, sin la ayuda de los cielos, no sois capaces ni de estornudar”.
Convencido de que poner en duda lo que los dioses hacen, por qué lo hacen y cuando lo hacen no me convenía, el Miguel que se estaba afeitando pidió disculpas al Miguel alado del espejo y mientras ensayaba una sonrisa de disculpas se despidió:

“Bueno, bueno, tú que eres Santo sabes mejor lo que conviene que yo, que no tengo ni la picardía que hace falta para ser pecador”.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL SUEÑO DE UN SOÑADOR

Como la Soledad Montoya de “La pena negra” que describió Lorca yendo de la cocina a la alcoba, Pedro Sánchez recorre televisiones y mítines en busca de su alegría y su persona.
¿Qué alegría le falta a Sánchez para que la persona por la que se le conoce coincida con la persona que ansía ser?
Una a la que, según su férrea ideología igualitaria, tiene derecho: ¿ por qué, si todos los hombres son iguales, el no puede ser presidente del Gobierno, como hasta Rajoy lo es?
Por eso, como la heroína histérica de Lorca, Sánchez es un caballo desbocado que espera algún día encontrar la mar para que se lo traguen las ansiadas olas del poder.
Un héroe poético en ésta era prosaica, un soñador en éste tiempo de conformistas que relegan lo posible a favor del sueño improbable, un idealista Quijote que cuenta con los socialistas, que son su fiel Sancho, para que reciban los palos destinados al caballero.

Ese es Pedro Sánchez, un hombre en busca de un sueño que a los pedestres les parece imposible porque carecen del vigor y la fé para hacerlo realidad.

martes, 27 de septiembre de 2016

UNA SOLA VOZ PARA EL PSOE




Como todo político de ideas avanzadas, Pedro Sánchez dice lo que yo pienso: “El PSOE debe tener una única voz”.
Tiempo ha malgastado en descubrir esa verdad, aplicable tanto a la democracia como a la dictadura.
En la primera, que se sostiene en que todos los hombres son iguales y por consiguiente si uno tiene derecho a hablar tienen el mismo derecho todos los demás, la aplicación de ese principio conduce a la algarabía estruendosa de éste PSOE en el que, como todos hablan y lo hacen al mismo tiempo, no se entiende lo que ninguno diga.
En las dictaduras ese contratiempo está hace tiempo resuelto: solo habla el dictador y los demás, que sirven de altavoz a lo que diga el que mande, difunden sus mismas palabras con tonos diferentes.
Por eso las dictaduras, y por fin se ha percatado Pedro Sánchez, tienen mayor capacidad que un partido político para hacer que su mensaje lo capten y asimilen más gente, más ciudadanos.
La dictadura perfecta es, pues, la que no tiene a nadie que discrepe de lo que el dictador diga.
La ausencia de discrepancia es clara evidencia de la solidez de la doctrina  social, política, económica, deportiva o folclórica que la dictadura inspire.
¿Y cómo se llega a esa unanimidad democrática?
a) Premiando con suculentos cargos públicos a los que con mayor fidelidad reproduzcan lo que el Dictador diga, y
b) Condenando a la miseria económica y social a los insensatos no ya que discrepen, sino que no aplaudan al dictador con el fervor más entusiasta.

A los que aplaudan más y mejor se le concederá, además, un butacón perpetuo en la tribuna presidencial del Bernabeu.

lunes, 26 de septiembre de 2016

CONTUBERNIO CONTRA SANCHEZ

Hubo en los remotos tiempos de mi juventud un contubernio judeo masónico (alianza entre dispares) para quitar de en medio a un enemigo común que se las tenía jurada: el Caudillo.
La Historia es el relato de conspiraciones de los malos contra el bueno y la víctima de todos los malos de ahora contra el mejor de todos ellos está en pleno fragor.
Todos los partidos políticos, capitaneados por sus aviesos cabecillas, se proponen desde hace años arrinconar al mejor de ellos, que lo es porque es el centro común de sus inquinas: Pedro Sánchez, el caudillo socialista.
Todos los votos que suman los enemigos de Sánchez elección tras elección los consiguen sus enemigos quitándoselos al que más los merece, el sufrido y persistente Sánchez.
Y es que esto de la política, en España, tiene un carácter de sharía, la ley islámica que se basa en que toda reverencia que no se rinda al Dios verdadero es una afrenta contra el verdadero Dios.
Así, voto que se deposite a favor del Partido Popular, pongamos por caso, es voto del que se priva a Pedro Sánchez, el que por su naturaleza se merece ser el único acreedor a todos los votos, a todas las adhesiones, a toda obediencia.
Es ésta que todos libran contra Sánchez una inverecundia, una desvergüenza, una desfachatez.
Osados votantes españoles que al dar a otros los votos que solo Pedro Sánchez se merece recaen elección tras elección en un absurdo y vituperable contradios, una sinrazón admisible únicamente si la perpetran los privados de inteligencia y capacidad de raciocinio.

Negar el voto al socialista Sánchez es admitir que ese votante no alcanza la suprema categoría de ser humano, el único capaz de someter su instinto al mandato de la razón.

domingo, 25 de septiembre de 2016

RECTIFICAR LA HISTORIA




Uno lleva ya años resistiendo como gato panza arriba, pero todo en este mundo se acaba excepto la tontería humana y, menos todavía la rayana en la idiotez de los políticos.
Ahora a los de Madrid, que se tienen por los menos tontos de España porque en España  los más listos son los apuntados en las listas del paro que les impide toda actividad, les ha dado por arreglar el problema que tienen con sus calles.
No es que vayan a reasfaltarlas para nivelar hondonadas y colinas, ni siquiera van a limpiar la suciedad con la que solo están satisfechas las ratas.
Le han echado los mandamases (en éste caso la mandamás Carmena) la osadía que requiere resolver el mayor problema al que los madrileños se enfrentan, y que los tiene la mar de disgustados y, por fin, van a cambiar el nombre de las calles.
Se requiere audacia para una empresa de tal calibre porque lo que se pretende al cambiar de nombre las calles, es cambiar, ni más ni menos, que la Historia de España.
No es ninguna iniciativa original porque una similar pero de sentido político contrario ya la hicieron los secuaces de los que todavía conservan sus nombres en el callejero y que sustituyeron a los esbirros a los que derrotaron y que ahora han vuelto al poder.
Porque el poder, ¿qué es al fin y al cabo?

La capacidad de volcar el peso de la autoridad para poner el nombre de los suyos a las calles,  y arrojar a los escombros los letreros cerámicos que formaban los nombres de los que ya no mandan.

sábado, 24 de septiembre de 2016

AUDACIA O PRUDENCIA




Esta humanidad que es la suma de todos los seres humanos oscila, como cada individuo que la integra, entre la audacia y la prudencia.
La primera impulsa al hombre a aventurarse en mundos y experiencias que desconoce y, la segunda, a sopesar hasta la parálisis los riesgos de perder lo que ya tiene para intentar lo que no sabe si conseguirá.
“No quiero coger la flor/ y me pinchen sus espinas/no quiero tener recuerdos/que me persigan toda la vida”.
El que piense como dice esa vieja canción asturiana renuncia a ser humano para permanecer siempre tan inmutable como una roca enterrada  y a resguardo hasta de la erosión del viento.
Como la piedra, el hombre que le teme a lo que desconoce prefiere ser roca a ser humano que, por ser libre, está sujeto a la tentación de explorar lo que desconoce o a la de renunciar a tener más porque prefiere conservar lo que ya es suyo.
A la curiosidad, esa desazón que empuja al hombre a saber qué horizonte encontrará después del horizonte que ahora contempla, debe la Humanidad el descubrimiento de nuevos mundos hasta entonces desconocidos y a navegar por mares nunca antes navegados.
¿Es éste, entonces un mundo de exploradores o de los que, como la piedra, se empecinan en no moverse de donde están ni siquiera un centímetro?
De los dos, de los aventureros a los que impulsa el ansia por conocer lo que todavía no conocen y de los sedentarios, cuya misión es conservar lo que conocen como lo conocen.
Los descendientes de los aventureros poblarán el mundo por ellos descubierto en el que los sedentarios descendientes de los exploradores permanezcan para conservarlo, mientras que los aventureros de su generación se arriesguen en busca de mundos todavía por descubrir.
Canjilones de una noria son los hombres: unos cargados de agua para volcarla en el almatriche y otros vacíos para que la corriente fluvial los vuelva a llenar.

Todos iguales, pero diferentes.

viernes, 23 de septiembre de 2016

TIEMPO TORMENTOSO



Cuando las flores ahora mustias recuperen el esplendor de sus variadas vestimentas, habrá llegado la primavera.
¿Será tan efímera la época en que las flores luzcan sus mejores galas como lo es ésta, en la que hasta las ramas de los árboles muestran la escueta desnudez del otoño?
Poesías aparte, vamos a lo que vamos:
¿Les irá mejor a los pocos españoles que no viven de la política el tiempo en el que, si llegan a tenerlo, tengan gobierno con toda su capacidad de incomodar  que ahora que se ha quedado sin las garras y colmillos con los que desgarran a los ciudadanos, para engordar con sus despojos?
Esa es la gran pregunta que requiere una meditada respuesta, y que las víctimas de los gobiernos deberían plantearse.
¿Nos arriesgamos a que el futuro que suceda al presente sea peor que lo que ahora ya es malo?
La respuesta está en el viento, y ahora es cuando deberíamos desplegar la veleta para saber de qué dirección sopla.
Ojo: hay nubes en el horizonte que pueden avisar tanto de que se aproximan vientos atlánticos precursores de lluvia mansa y benéfica, como de estruendosas tormentas armadas con ruidosos truenos y mortíferos rayos.
Si lo que nos amenaza es tiempo tormentoso, ¿tenemos yoduro de plata con el que bombardear el centro de la tormenta para que se deshaga en mansa lluvia, o se desvíe de su actual rumbo y descargue sobre otros sus rayos y la tromba de sus aguas?
Esa tormenta de la que tratamos no es, naturalmente, un fenómeno meteorológico sino político, que nos tiene el alma en vilo desde hace casi medio siglo y que en éste momento crucial (todo momento es crucial para quien tenga que sobrevivirlo) nos agobia a todos, aunque no a todos por igual.
De hecho, directamente solo preocupa a los políticos pero como el miedo de los políticos acaba contagiando a todos como las gripes estacionales, con las que  inexorablemente estornudamos todos en cuanto nuestros políticos moqueen.
Solo se percibe una solución: pongamos en cuarentena y aislados del resto en cárceles o campos de concentración a los políticos, para que los que no vivimos de la política nos libremos de su gripe.

Que, sin meternos a los demás en sus peleas se peleen entre ellos y. a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.

jueves, 22 de septiembre de 2016

CAZA DE BRUJAS

En aquella época que siguió a la segunda guerra mundial, al político norteamericano al que acusaran de “soft on communism” (complaciente con el comunismo), más le valdría dedicarse a vender pólizas de seguros porque, como político, no se comería una rosca.
Aquellos tiempos pasaron a conocerse como los de “la caza de brujas” y en ésta España de ahora, que no tiene por qué ser menos que los Estados Unidos de antes, se ha abierto la veda para la caza del “soft on socialism”, de los que quieren servir de palanca para que Pedro Sánchez sea Presidente.
Así que la España de hoy es como los Estados Unidos de hace mas de sesenta años: para que algunos españoles no contagien al resto, mejor aislarlos si es posible en la cárcel.
La caza de brujas americana la inventó el senador Joseph McCarthy y esta española la está impulsando Pablo Iglesias.
Hay una diferencia entre esas dos inquisiciones: la americana buscaba acabar con los comunistas y la española frenar a los que pretenden ayudar a los socialistas, que son comunistas sin hoz para cortar ni martillo para aplastar.
¿Puede y deber ser neutral el español que todavía no ha sido forzado a ser comunista y al que la disputa entre el complaciente con el socialismo Errejón y  Pablo Iglesias, que como el durazno tiene colorado hasta el corazón?

Ni debe ni puede ni le conviene: hay que jalearlos por igual para que ninguno de ellos gane, y que ambos pierdan.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

ESCLAVITUD

En los añorados tiempos de la esclavitud, ese sistema de relaciones laborales mucho más beneficioso para los condenados a obedecer que el actual, a los amos les convenía cuidar a su mano de obra, mientras que a los empresarios de ahora les tienen sin  cuidado sus trabajadores.
Si un esclavo no rendía lo que su amo esperaba que rindiera, el patrón tenía dos posibilidades para revertir la relación a lo que de ella esperaba: mimarlo o azotarlo.
¿Y ahora?
Solo tienen que despedirlo y contratar a otro para que lo reemplace.
¿Podía, o le convenía al dueño blanco de una explotación algodonera de Georgia despedir al esclavo negro que le era menos rentable de lo que había esperado?
Podía, pero se arruinaría porque el esclavo negro al que tendría que contratar para que reemplazara al despedido le costaría el dineral que no tenía.
Un esclavo negro, varón y en condiciones físicas y sanitarias para que pudiera reemplazar al que no sirviera, le costarìa al plantador lo mismo que 400 acres de tierra adicional de cultivo sin desmontar, unos 1.400 dólares.
El acre, como la fanega, eran medidas  de superficie equivalentes a unos cuatro o cinco mil metros cuadrados, espacio que podría cultivar un hombre sin ayuda externa.
Al empresario español de ahora, echar a uno o a todos sus trabajadores le saldría regalado y, si fuera amigo de Griñan o de Chaves, hasta le ganaría dinero.
Para eso están las interminables listas de espera de solicitantes de empleo y, sobre todo, los fondos ERE que son como el hilo gris, que lo mismo sirve para un roto que para un descosido y no desentona con la tela a la que haya que echar el remiendo.

Y todo, gracias al imparable progreso social al que los sindicatos sirven de motor.

martes, 20 de septiembre de 2016

ESPAÑA Y EL ARMAGEDOM






Esas escaramuzas que libra el hombre para sojuzgar a unos a la obediencia de otros concluirán con una batalla decisiva en la que los buenos se impondrán a los malos para que se asiente una paz definitiva en la que la fraternidad destierre a la rivalidad.
Será el Armagedom, la lucha que malos y buenos librarán al pié del Monte Megido y que, con el triunfo de los segundos sobre los primeros, abrirá las puertas del paraíso terrenal perdido, para que la concordia prevalezca sobre la sospecha.
Se restablecerá así  aquel edén terrenal, que lo fue  hasta que a la mujer se le ocurrió tentar al hombre y el hombre se dejó seducir por la mujer.
No está tan lejano como pueda parecer el Armagedom. De hecho, ya se está desarrollando y las primeras de sus escaramuzas se están librando, naturalmente, en España.
Al hombre, por su conservadurismo y falta de imaginación, lo representan en España los del Partido Popular y la coquetería innovadora, el aventurerismo del picaflor, siempre en busca de nuevos néctares que libar, los demás partidos que podrían encuadrarse en la izquierda porque todos ellos sitúan al Partido Popular a su derecha.
En éste Armagedom español, como en el que la biblia describe, hay que esperar hasta que la batalla concluya para saber quíenes son los buenos y quienes los malos.
Los que ganen serán mejores que los que pierdan.

Como en todas las empresas humanas, en las que el éxito del que gana convierte en malo al que pierda.

lunes, 19 de septiembre de 2016

RETÓRICA DE ROJOS

La dialéctica, esa técnica retórica de discutir para descubrir la verdad, evita tener que dar la razón al que la impone a guantazos.
Los rojos, tanto comunistas de pura cepa como esos comunistas descafeinados que son los socialistas, manejan la dialéctica con la maestría con la que el chauffeur Fernando Alonso guía su coche.
Rafael Simancas, que fue un personero importante cuando mandaba en la comunidad madrileña, sigue siendo importante, pero menos, aunque todavía es el Partido Socialista el que habla por su boca.
Como maestro retórico ví y oí por televisión su sabia argumentación a favor de que el Partido Socialista impida (o no facilite) la investidura del candidato a la presidencia Mariano Rajoy.
“Los votantes del partido socialista votaron al candidato de nuestro partido  para que Rajoy no fuera Presidente del Gobierno. Por consiguiente, si los representantes en el congreso se abstuvieran para que Rajoy sea presidente, el PSOE traicionaría a sus votantes”.
Puro sofisma porque se pretende hacer pasar por verdadero lo que, a todas luces, es falso.
Es cierto que los votantes socialistas depositaron su voto para que ganara las elecciones Pedro Sánchez y, así, acceder a la presidencia del gobierno.
Todos los votantes de todos los partidos quieren que el aspirante que encabece su lista sea el siguiente Presidente.
Es lógico que, si un votante vota a favor del que encabece la lista en la papeleta que deposita, expresa su desacuerdo con que el Presidente sea el que encabece las papeletas distintas a la suya, como candidatos de los otros partidos concurrentes.
Si se aplicara la falaz lógica que oí esgrimir al compañero Simancas se llevaría una sorpresa: El 26 de Junio pasado 5.424.709 votantes querían que el candidato del PSOE Pedro Sánchez fuera Presidente, por 7.906.185 que querían que no lo fuera porque preferían a Rajoy.
Si su dialéctica sofista lo obligara a pensar lo que dice para que no diga tonterías, hay 2.841.476 que, solo del PP, se oponían a la presidencia del socialista Pedro Sánchez.
Súmense los millones y millones que votaron a otros candidatos para que Sanchez no fuera Presidente del Gobierno.
Entonces, ¿Simancas habla sin saber lo que dice?

Peor: dice lo que le pagan por decir.

domingo, 18 de septiembre de 2016

LO DEL GOBIERNO EN FUNCIONES

“El bloqueo institucional que impide saber si habrá una continuidad de gobierno invita a nuestros socios a dejar las relaciones en suspenso”.
Esa es una de las conclusiones del informe del Ministerio español de Asuntos Exteriores que publica hoy El Pais para fomentar esa histeria colectiva  que pretende equiparar desgracia con gobierno en funciones,  y felicidad con gobierno funcionando a toda caldera.
¿Y qué oportunidades se ha perdido España por culpa de esa provisionalidad que, si perdurase un par de siglos, evolucionaría a permanente?
Pues que el Rey no ha viajado a algunos paises extranjeros ni los jefes de otros paises extranjeros han venido a España.
(Hay que señalar que, con gobierno en funciones, han viajado a España más turistas que nunca y que los turistas son los que dejan aquí la pasta para que el gobierno (en funciones) se la gaste en comprar voluntades políticas de los votantes, que al fin y al cabo es para lo que sirven los gobiernos, en funciones o no.
En la prehistoria franquista de ésta España eternamente postfranquista, en la que a pesar del repudio que al Caudillo expresaban los dirigentes de las democracias mundiales, no dejaron de caer por aquí los jefes demócratas a los que les interesaba venir, por ejemplo el Presidente Eisenhower que se cargó a los aliados de Franco.
El mismo argumento que ahora se aduce para que haya gobierno cuanto antes se empleaba entonces para que el franquismo endulzara su ferocidad, para facilitar que vinieran a España dirigentes políticos extranjeros.

“Pongamos un portaaviones a la entrada del Estrecho de Gibraltar, otro a la salida,  despleguemos diez divisiones acorazadas cerca de nuestras fronteras y ya verá usted cómo vienen todos”, respondió Carrero Blanco a la pregunta de Emilio Romero, director de “Pueblo” sobre si le convendría a España democratizar su Dictadura.

sábado, 17 de septiembre de 2016

DEMOCRCIA

Cuando un grupo de ciudadanos se unen libremente para propagar las ideas que comparten sobre la organización de la sociedad están fundando un partido político.
Todo partido político, pues, pretende subvertir la estructura y los valores existentes en la sociedad de la que, al constituirse, forman parte.
Saben los organizadores de esa organización subversiva que solo es posible cambiar la sociedad desde el poder que, en todas las comunidades, lo ejerce el gobierno, brazo ejecutor del Estado.
Por lo tanto, la aspiración de todo partido político es conseguir el poder gubernamental para hacer evolucionar a la sociedad hacia el modelo de sociedad que el partido pretende.
En las sociedades en las que se accede al poder gubernamental a través de las elecciones, el objetivo del nuevo partido es ganar las elecciones para alcanzar el poder desde el que imponer a la sociedad el cambio que pretende.
Ese sería el planteamiento ideal que un partido político ideal debería seguir para alcanzar el fin que pretende: el cambio social.
Todo ciudadano tiene derecho a propagar las ideas para que otros las compartan y, para que entre todos los correligionarios asociados en el partido, impongan a todos los ciudadanos, incluidos los discrepantes, el modelo social que prediquen.
Ese objetivo es más fácil lograrlo desde un principio falaz: que como todos los ciudadanos son iguales, la opinión de cada uno de ellos tiene el mismo valor saludable para la totalidad de los individuos que integren la sociedad.
La derivada de ese principio es inevitable: lo que la mayoría de la sociedad opine que es bueno no puede ser malo y lo que la mitad más uno crea que es verdad no puede ser falso para nadie.
Esos son los principios que justifican y aconsejan la democracia como sistema de organización de los pueblos.

Como, puestos en práctica no dan el resultado esperado, la duda es inevitable: ¿es falso el principio en que se fundamenta la democracia o los encargados de llevar a la práctica esa teoría la pervierten al aplicarla?

viernes, 16 de septiembre de 2016

ROBAR

De entre todas las preguntas que cada día se hace el español curioso, la que requiere más urgente respuesta hoy es: ¿es más ladrón el que roba más veces o el que roba lo que vale más?
De la solución a esa incógnita depende, nada menos, que el desempate entre  PP y PSOE, los dos partidos más robones de España (los de Pujol ya se sabe que son los más ladrones en una parte de España, que es Cataluña).
PP y PSOE desarrollan su actividad de carteristas en todos los lugares que pueden pero pueden más en unos lugares que en otros.
Los del PP trabajaron intensa y provechosamente Madrid, Valencia y Baleares pero lo hicieron como carteristas de boina, quedándose con calderilla: ni  cien millones de euros (puede que ni la mitad) totalizó su botín.
¿Y el PSOE?
Pues mire usted, el PSOE, según el fiscal que lleva el caso de los ERE, esa cosa en la que los socialistas se quedaban con el dinero para compensar a los despedidos de empresas en crisis, aparabillaron 741 millones de euros.
¿Y de los cursos de formación, de Mercasevilla y de otras acciones gubernamentales potencialmente lucrativas en las que tuvieron oportunidad de meter la pata porque antes habian metido la mano?
Deje volar libremente la imaginación a sabiendas de que la cifra más alta que se le ocurra se quedará corta en comparación con la realidad del botín.
Así que los andaluces que no se beneficiaron del beneficio generado por el partido socialista, van por la calle murmurando por lo bajinis (para que no los oigan los del PSOE):
“Es menester ver…”



jueves, 15 de septiembre de 2016

LA CORRUPCION



Hay un lubricante imprescindible para que el motor que permite el avance de la Humanidad no se gripe y siga funcionando: la corrupción.
“Dádivas quebrantan peñas”, sentenciaba el pedante refrán de mi época lejana que, en la actual, quiere decir que no hay nadie tan reacio a conceder lo que le piden que no lo haga si le regalas un jamón.
O si le meten unos millones en una cuenta para que reclasifique un terreno.
¿Por qué, entonces, la corrupción tiene tan mala prensa en esta España corrupta de la que hablan las radios, comentan los tertulianos y se lee en los periódicos?
Porque no todo el mundo tiene capacidad para corromperse: sólo el que tiene en sus manos la posibilidad de conseguir algo que otro necesite.
¿Y quien monopoliza esa capacidad en ésta España evanescente que es la España Democrática?

Los políticos que en ella mandan, los que manejan  cualquier presupuesto público caído en sus manos para que su reparto se pueda rentabilizar en votos. 

miércoles, 14 de septiembre de 2016

LO DE DE GUINDOS

Esclarecedora fue la comparecencia de Luis de Guindos ante la Comision Parlamentaria para explicar la designación de José Manuel Soria, que no llegó a ocupar el cargo, como representante de España en el Banco Mundial.
Es evidente, por lo que preguntaban los preguntantes, que a ninguno de ellos les intrigaba qué iba a hacer ni qué tareas hubiera tenido que desempeñar en el Banco el exministro Soria.
Entonces, ¿si no quedó claro ni siquiera lo que iba a hacer el designado en el puesto para el que lo nombró el Gobierno, qué aclaró el ministro de Guindos que hasta entonces no se hubiera sabido?
Quedó claro lo que ya se sospechaba: por qué De Guindos es Ministro del Gobierno de España y por qué los que lo interrogaban no.
Las intervenciones de los interpelantes delataban una ignorancia tan soberbia que se corresponde con el cargo que ocupan: diputados a Cortes.
La mayoría de los diputados, como sabemos, sirven para votar lo que sus jefes les ordenen que voten, sentarse en sus escaños para hacer bulto, aplaudir las intervenciones de su jefe y protestar por todo lo que diga el adversario de su Jefe.
Al que se equivoque y aplauda al adversario del Jefe, o deje de aplaudir lo que el Jefe haya dicho, se le aplica fulminantemente aquello de que el que da pan a perro ajeno pierde pan y pierde perro.
Es decir, que retornan al bien ganado anonimato en que camuflaban su inepcia hasta que el favor del Jefe los encumbró a la clamorosa condición de diputados que, según los llaman, son los Padres de la Patria.
(Debería conocerse a las señoras que ocupan el cargo de Diputadas como Madres de la Matria, para no cabrear a las feministas).
¿Fué entonces una pérdida de tiempo esa comparecencia del ministro de Guindos en la Comisión de Economía del Congreso?
Lo fue, como todo en lo que en el Congreso pierdan el tiempo los Diputados, que se limitan a hacer lo que sus jefes quieran que hagan.
En el congreso, como en las películas del oeste o de nazis contra los americanos, siempre le ganan a los indios y los nazis pierden frente a los americanos.
Siempre gana el que tiene que ganar porque así lo exige el guión.

Los diputados son, sencillamente, los extras que hacen bulto, jalean o abuchean a los pistoleros-jefes que se parten la cara.

martes, 13 de septiembre de 2016

EL MUNDO AMENAZADO

Por lo que uno ve, lee y oye, la gran amenaza para el futuro del mundo—al menos para la humanidad que goza y expolia este mundo—no es la contaminación ambiental, que consiste en dejar bolsas de plástico en la inocencia inmaculada del campo.
El que hizo este mundo, que era más listo que los bichos, arboles y gente que puso en el mundo que creó, ya se preocupó de que fuera una recicladora de residuos tan puntual que se activaba al mismo ritmo que se producían los desechos contaminantes.
El mundo seguirá si no eternamente, al menos perpetuamente.
Pero es cierto que el mundo, que evoluciona y cambia sin descanso, está amenazado ahora más que nunca por una alteración en constante progreso y que, en un futuro inevitable, hará desaparecer al hombre como desaparecieron los dinosaurios.
Será, más o menos, un cambio generado como cuando un meteorito cayó sobre el Caribe mexicano y se acabaron los dinosaurios que hasta entonces señoreaban el mundo.
Esta vez no se necesitará ningún meteorito para que los dinosaurios que hoy señorean el mundo, el hombre, desaparezca.
Es un meteorito de efectos progresivos: la revolución sexual promovida por el propio hombre.
¿Cómo va a garantizarse que el hombre seguirà sobre la superficie de la tierra si es el propio hombre el que renuncia al sistema válido hasta ahora para perpetuarse?
Hasta ahora, el apareamiento entre hombre y mujer era el método que, con el incentivo del placer mutuo, tenía como consecuencia la renovación y multiplicación de la especie.
Pero, si el mismo placer se obtiene con un procedimiento diferente, y además sin las consecuencias incómodas de tener que preocuparse del molesto efecto del disfrute, ¿para qué amargar el dulce regusto del placer si puede evitarse?
Esa y no otra, o esa sobre todo, es la razón por la que está amenazado el mundo, que no lo será como ahora lo es sin el hombre.

A ver quien endereza lo torcido, a ver quien da marcha atrás a ese motor del progreso que es la búsqueda y disfrute del placer, sin miedo a que lo acusen de machista.

lunes, 12 de septiembre de 2016

¿VOTAMOS A TRUMP O A CLINTON?

   Ojito y atención al viento porque el que llega de Poniente puede que sea preludio de una tormenta inesperada  que si nos alcanza, y puede alcanzarnos, derribe la tapichoza que es España, domicilio ruinoso de los españoles.
En Estados Unidos, rascacielos de cemento y acero que alberga a los norteamericanos, van a echarse unas elecciones el primer martes después del primer lunes de Noviembre para elegir a su presidente-a para loas próximos cuatro años.
Los sondeos de opinión electoral, que hasta en los Estados Unidos se equivocan, pronostican que el estricto Donald Trump perderá frente a la liberal Hilaria (Hillary) Clinton.
Pero lo americanos son muy mirados para eso de las elecciones presidenciales y, ante la posibilidad de que el que consideren mejor para gobernar incumpla involuntariamente el contrato por cuatro años del que contraten, podrían optar por el menos bueno si eso les ahorra esfuerzo y dinero.
Rentabilizar la inversión es como se podría llamar a esa cautela porque, para los norteamericanos, votar es un engorro y además cuesta dinero.
Y el caso es que a la señora Hillary Clinton, casta y tolerante esposa del presidente Bill Clinton, le menudean los problemas de salud al contrario que a su rival Trump, bruto y fuerte como un toro.
¿Terminará Hillary su mandatoo de cuatro años o lo tendrá que hacer por ella su vicepresidente?
Si, Dios no lo quiera, los temores se materializaran, los americanos podrían elegir al candidato del partido republicano mes y pico antes de que los españoles, a la tercera elección, nombren por fin el día de Navidad a su propio presidente.
Y es que las elecciones españolas deben considerar factor determinante  que fuera presidente de los Estados Unidos Clinto o Trump.
¿Congeniaría mejor la Clinton con Sanchez si este consiguiera ser procónsul del Imperio Americano en España?
¿Les convendría más Mariano Rajoy como tetrarca de España a los americanos presidenciados por Trump?

Esa, y no otra, es la gran incógnita  que los españoles tienen que resolver para acertar en la elección de su presidente porque los norteamericanos, tanto Trump como Clinton, saben que el que da pan a perro ajeno pierde pan y pierde perro.

domingo, 11 de septiembre de 2016

RENTA BASICA UNIVERSAL





   Cuando la revolución se institucionaliza surgen nuevos revolucionarios para acabar lo ya instituido mediante una nueva revolución.
Así ha pasado siempre pero el caso más llamativo es el de aquel Partido Revolucionario mexicano que institucionalizó la revolución para que el PRI (Partido Revolucionario Institucional) pasara a ser un nuevo partido burgués y  agrupara a una burguesia conservadora como la derribada por su revolución.
   Suenan cada día más estridentes los claros clarines de una revolución que pretende institucionalizarse para que el ciudadano, por el simple hecho de serlo, tenga derecho a “una renta básica sin condiciones que proporcione unos ingresos mínimos a todo el mundo”.
Lo dice un tal Lork Groot en el artículo que firma  y que hoy publica  El Pais, periódico de la burguesía española surgida de la revolución que se institucionalizó al morir el tirano Caudillo.
Pero esta que se avizora que sería una revolución de las de verdad, no de esas de chicha y nabo que suplantan por lo contrario lo que sostenía el tirano derribado.
Y es que la “renta básica sin condiciones” del revolucionario Groot acabaría con el régimen opresor por el que el hombre se rige desde que su segunda mujer lo indujo a comerse una manzana hace quizá cientos o miles de siglos.
En adelante, y gracias a esa revolución inminente, el hombre no tendría que ganarse el pan con el sudor de su frente, sino con las plusvalías generadas por el cada vez menor número de los que sigan trabajando.
Si no hay que trabajar para vivir, ¿a qué se dedicará la humanidad postrevolucionaria?
A lo que no genere resultados que alteren el status quo conseguido: estará prohibido cultivar la tierra y  esquilmar los mares y, por supuesto y para no turbar el paraiso alcanzado, la gente podrá cantar, reir, llorar y fornicar, siempre que, como consecuencia, no nazcan niños.
Que nadie se asuste al pensar que la humanidad que anuncio será una masa humana que se extinguirá con el ocio: llegará una nueva revolución que, como contrarevolución en realidad, retornará fatalmente a algo parecido a lo que ahora es.

Un rebaño siempre mal avenido en el que la manada de lobos se meriende a los borregos.

sábado, 10 de septiembre de 2016

MEJOR SEGUIR COMO ESTAMOS

Desde hace casi un año, y con puntualidad cronométrica, cobran el sueldo que ellos se fijaron por hacer lo que ellos mismos marcan que hagan los que les pagan.
Y llevan casi un año en el tajo, pero ni siquiera han sido capaces de ponerse de acuerdo en escoger la herramienta a la que después culpar de que no sirve para lo que la escogieron.
Los que llevan un año cobrando sin trabajar son los mismos  a los que, cuando echen mano a su tarea por fin, si es que alguna vez lo hicieran, les corresponde decidir qué es honesto y qué no lo es para los que les están pagando.
(A cualquier empleado que esté cediendo una parte de su sueldo  para pagar el de los que llevan un año cobrando sin trabajar los pondrían en la calle a los pocos dias de no hacer nada).
Es lo que pasa en ese tan deseado sistema llamado democracia, por el que los españoles suspiraron durante treinta siglos y del que se benefician desde 1978.
Desde entonces, diputados y senadores son depositarios de la Soberanía Nacional Española, que no tiene más límite que la ambición de los españoles que en ellos la han residenciado.
¿Y qué ambicionan los españoles?
Trabajar lo menos posible y vivir lo mejor posible.
Hay, pues, coincidencia de objetivos y concurrencia de métodos para lograr el fin que representados y representantes ambicionan.
Todo lo que se intente para cambiar lo que ya es bueno empeoraría el futuro.
La prudencia, pues, aconseja no cambiar la rima del verso y dejar que el río discurra por el cauce que ahora sigue.
¿Para qué pasar de éste placentero no hacer nada a la engorrosa aventura de cambiar, posiblemente para peor?   


viernes, 9 de septiembre de 2016

LA ESPAÑA DIFERENTE

Este país, o las zurrapas de este país, es muy raro.
No por el país en sí que, como todos los países del mundo, tiene llanos, montañas, ríos, lagos, desiertos y vergeles.
Lo raro de éste país, comunmente conocido por España y que de Norte a Sur va de Andorra a Gibraltar, es su gente, los que en él viven para contaminar con su presencia la inmaculada inocencia del paisaje.
A los de aquí les (nos) gusta ser diferentes: vivir de lo que otros trabajen en lugar de apañáñarnosla con el fruto del trabajo propio, sustituir una dictadura unipersonal por la dictadura grupal de los dictadores (los que manden) en cada uno de los partidos políticos.
Y, lo más sorprendente, encargar a alguien que haga una tarea en beneficio de todos no por su idoneidad para el cargo que desempeñaría en el futuro, sino por la irrelevancia con que ocupó otros cargos en el pasado.
¿Puede alguien extrañarse de lo que está pasando con José Manuel Soria, nombrado y obligado a renunciar a un alto cargo ejecutivo del Banco Mundial?
Nadie lo hace, por lo menos hasta ahora, pero Soria no vale para ese puesto y hay que nombrar a otro en su lugar.
¿A uno que pueda desempeñar esa dirección del banco mundial mejor que Soria?
No señor, a alguien al que no se le haya olvidado que hace una porrada de años estampó su firma en un documento de los incluidos en unos llamados “papeles de Panamá”.
Si el caso Soria se hiciera extensivo a todos los cargos públicos nombrados o por nombrar en España, este pais extraño y contradictorio caería en manos de gente sin pasado o de pasado tan anodino como  el del socialista Pedro Sánchez, que nunca metió la mano en nada porque nunca tuvo ocasión de meterla.
País raro esta España, que desconfía más del que tiene una vida activa a sus espaldas que del que nunca hizo nada digno de ser anotado en su pasado.

Definitivamente, España es diferente pero, ¿diferente para bien o diferente para mal? 

jueves, 8 de septiembre de 2016

PEDRO SÁNCHEZ Y SU DESTINO


Hay personas convencidas de que ese poder sobrenatural inevitable e ineludible con que la vida los marcó al nacer se sobrepone a su conveniencia y su voluntad para marcar cada acto de su vida hasta que logre conseguirlo.
Un hombre cuya voluntad y conveniencia se somete al mandato de su destino es Pedro Sánchez, un ser humano con formación, aptitudes, y expectativas vitales similares a los demás de su generación.
Si es como los demás, ¿por qué el secretario general de un partido, que tiene por bandera la igualdad, se empeña en ser diferente para ser más que los otros?  
Porque obedece al mandato de su destino que es, o está convencido de que es, ser Presidente del Gobierno de España.
Hay reformistas religiosos que hasta murieron para alcanzar su destino, pintores frustrados como Adolfo Hitler que, convencido finalmente de que su destino era inalcanzable, le pegó un tiro a su perra Blondi para pegarse el siguiente tiro a si mismo, y tiranos como Stalin que agonizó mientras los que lo adulaban en vida, se disputaban su poder.
Pobre Pedro Sánchez, cuyo destino le impide ser feliz al obligarlo a ser presidente del Gobierno.
Si ese destino que lo guía lo hubiera librado de la fatalidad de cumplirlo, sería un hombre feliz como gerente de una compañía de informática, director del departamento de ropa para señoras en unos grandes almacenes o concejal de festejos en un ayuntamiento gobernado por su Partido Socialista.



miércoles, 7 de septiembre de 2016

BIEN Y MALEDUCADOS

La buena educación es la máscara amable tras la que la burguesía esconde su instinto feroz.
Mariano Rajoy, el presidente pro témpore del Gobierno, es un burgués redomado porque preside un partido burgués, el Popular, sanguijuela política que engorda gracias a la sangre que chupa al proletariado.
Y, como burgués y paradigma de la burguesia parásita, es educado.
Lo demuestra que haya estado hablando durante diez minutos “en torno cordial” con Pedro Sánchez, que lo llamó para sondearlo sobre sus intenciones sobre  “lo suyo”, la obsesiva pretensión del socialista de que lo nombren presidente de Gobierno como premio a sus reiteradas pérdidas de elecciones.
Hay un par de síntomas que marcan la diferencia entre Rajoy y Sánchez, del Partido Popular burgués el primero y secretario general obrero el segundo:
a) que Rajoy gana todas las elecciones que Sanchez pierde.
b) que el burgués no logra que el obrero conteste a sus llamadas, mientras que el obrero no contesta a las llamadas del burgués.
¿Y esas son las únicas diferencias?

Son las más llamativas porque, en el fondo, los dos  comparten idéntico propósito: mandar para que quienes los obedezcan (cuarenta y tantos millones de españoles) les rian las gracias y le digan “eres el más grande”, como a Marcial.

martes, 6 de septiembre de 2016

LECCIONES DE LA HISTORIA

Abundan en la Historia los casos ejemplares en los que un individuo se inmoló o sacrificó lo que más quería, que era la vida, para redimir y salvar si no a la Humanidad, a su humanidad más cercana.
Las películas nos han mostrado a  Sansón zamarreando las columnas del templo para que los escombros de la techumbre, sepultaran a los enemigos de su pueblo.
¿Y GuzMán el Bueno? ¿Y el coronel Moscardó? Ambos accedieron a que mataran a sus hijos porque a cambio se salvarían sus correligionarios.
¿Es que los tiempos actuales no son, chispa más menos, como los que por antiguos salen en las películas?
No lo serán seguramente porque ahora abundan los ejemplos  de los que contradicen la historia pasada y quieren hacer la nueva de manera revolucionaria: sacrificar as los que más quiere para salvar su propio pellejo.
Pellejo político, naturalmente, porque la política no tiene alma.
¿Por qué no ofrece Padro Sánchez su vida política para que se salven sus israelitas particulares, los socialistas?
¿Por qué Rajoy no se echa a un lado para dejar de taponar el rebalse a punto de reventar que amenaza con la muerte por ahogamiento de los españoles, amigos y adversarios?
Solo un Sansón de la política española, quizá el más escuchumizado y escaso de músculo electoral, el cada vez menos joven Albert Rivera, se ha ofrecido infructuosamente para sacrificarse como Sansón, Guzman el Bueno o Moscardó.
Del igualmente joven Pablo Iglesias mejor no hablar porque para todos los demás interpreta el papel de filisteo encadenador y no el de Sansón encadenado.

Se adivina ya un final para esta película sobre la situación de España, cautiva y encadenada por los filisteos de la política: que Rivera se junte con los filisteos Sanchez e Iglesias que quieren cargarse a Rajoy, y que todos ellos logren lo que pretenden: que  la techumbre se venga abajo y, con los escombros de sus ruinas y sobre el mismo solar yermo, levantar un templo nuevo.

lunes, 5 de septiembre de 2016

SORIA Y SUS AMIGOS

Si en vez de una sanguijuela social que como jubilado se alimenta del sudor de los que trabajan,   tuviera que seguir sudando para allegar las habichuelas a su puchero, uno se preguntaría: “¿es más importante ser o parecer?”
Las madres, desde la clarividente sabiduría de su experiencia, instaban a la hija que le acababa de confesar que el dinero que aportaba a casa se lo daba un señorito garboso y pinturero,  que nadie supiera nunca que sus amores eran, en realidad, una transacción comercial.
Y las hijas de entonces,  como el ministro Soria ahora, seguian el prudente consejo hasta que un vecino trasnochador viera salir de amanecida al señorito calavera por la ventana del dormitorio de la casta mocita.
Unos llamados papeles de Panamá fueron el vecino trasnochador que descubrió el nombre de Soria entre los que relacionaban a los que, lo que deberían haber estado haciendo en la honesta y burguesa intimidad de su hogar, lo hacían en la voluptuosa compañía de la hasta entonces casta señorita.
Solo meses después de que el señorito Soria fuera sorprendido saltando a la calle desde el dormitorio de su clandestina amante, los amigos de Soria han accedido a su petición de que lo destinen a la abigarrada vecindad del Banco Mundial, donde es más probable repetir sus ligerezas morales que en las recoletas calles de su pueblo.
En menudo lio ha metido el Soria del cuento a sus amigos.
Ha puesto a prueba su amistad y, como el que tiene un amigo tiene un tesoro, sus amigos han decidido mantener esa estrecha relación con Soria, aun a costa de que al hacerlo susciten dudas sobre su propia honestidad.

Para eso, y para más, están los amigos

domingo, 4 de septiembre de 2016

COMEDIA Y NO DRAMA


“Y luego, in continente, 
caló el chapeo, requirió la espada, 
miró al soslayo, fuese y no hubo nada” (Cervantes)

Como al valentón  de Cervantes le va a pasar a unos cuantos que yo me sé y cuyos nombres repite el eco de la publicidad concertada que es la prensa oída, escrita o televisada.
Todos ellos, cuando los que ahora los obedecen los obliguen a obedecerlos, reirán los chistes que ahora les rien a ellos los que los obedecen.
Porque olvídense de esa vulgaridad de que la gente se aúpa al poder para ganar dinero: lo que a los políticos “los pone (cachondos)” es que les rían los chistes, les abran paso, los adulen como ellos tuvieron que adular a los que les mandaban a ellos.
No es la política una noble lucha por la supervivencia sino una artera competición por la preeminencia.
Así que de esa manera sería conveniente entender éste episodio nacional de los políticos españoles compitiendo entre ellos no para conseguir ser considerado el mejor, sino para demostrar que los demás son peores que cada uno de ellos.
Y, ¿en ésta comedia chusca quien engaña a quien y quien sale ganando?
Los engañados, ante todo, son los espectadores que pagaron para ver la representación de un drama y solo les ofrecen una astracanada, que es un drama de cuchufleta.

Y los que ganan son el empresario que contrató a los cómicos a menos precio que si fueran los actores de drama que anuncia el cartel, los propios actores sobrevalorados por la publicidad cartelera y las vicetiples que enseñan las piernas, más vistosas que el talento que pudieran, o pudieran no tener.

sábado, 3 de septiembre de 2016

RETORNO A LA AUTOCRACIA

Ya que hasta una plebeya fregona se aristocratiza al traducirla al ingles y convertirla en mopa, démosle una solución a la inglesa a lo que, en castellano, parece no tenerla.
Me refiero, como ya habrán adivinado, a esa preocupación tan persistente que ha evolucionado a obsesión: la incapacidad de formar gobierno.
Lo que nos puede sacar del atolladero tiene, en castellano,  una fórmula castiza: “de perdidos, al río” que en ingles sería “from losts to the river”.
La receta consistiría, tanto en inglés como en castellano, en buscar una solución extrema al embrollo democrático en el que nos metieron hace cuarenta años los que se empecinaron en hacernos vestir frac democrático a los españoles, habituados a no salir de casa sin la faca en la faja.
Si ésta democracia ha pasado de solución a problema, resolvamos el problema acabando con la democracia que lo origina.
Ya tenemos en marcha esa solución: vascos, catalanes, gallegos y hasta algunos andaluces son ya precursores de hacer regresar a esta España seudo moderna a la España tradicional: que cada cual se tire pedos con su propio esfinter para disfrutar en exclusiva del aroma que expela.
Es volver al origen de esta raza multiracial: el vecino, cuanto más cercano, es más sospechoso de enemistad, cuanto más elejado es más apetecible aliado para acabar con el vecino más cercano y al que se niegue a creer lo que cada uno crea, se le mata si no se convierte a la creencia propia.
¿Resultado previsible de la fórmula traducida al léxico de las ideologías políticas? autocracia, renuncia a que los demás hagan, crean, piensen o vistan como uno mismo.
La autocracia, como antítesis de la democracia, es la solución al problema que la democracia española ha creado.

Porque, al menos en la España eterna y moderna, el que no siga el mandamiento de cada uno es inevitablemente su enemigo y con el enemigo no se transa: se le elimina.

viernes, 2 de septiembre de 2016

QUE EL GOBIERNO SIGA EN FUNCIONES


“Si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerán automáticamente prorrogados los Presupuestos del ejercicio anterior, hasta la aprobación de los nuevos.” (Artículo 134-4 de la Constitución Española)
¿A qué viene entonces el contubernio entre los políticos mendaces y los comentaristas de prensa, radio o televisión compinchados con los políticos, al amenazar a los incautos con que, si no hay gobierno no habrá presupuesto?
Los presupuestos ahora vigentes, los de 2016, seguirán sacándole dinero a los contribuyentes para que el gobierno se quede la mayor parte y reparta lo que quede entre los ciudadanos a los que les sacaron la totalidad.
Y, si el gobierno sigue disponiendo del dinero presupuestado para 2016, ¿qué necesidad tiene de aprobar otros?
Obviamente, para aumentar lo que los presupuestos de 2016 los autoriza a detraer de los ciudadanos, para sacarles más.
(Según el acuerdo entre PP y Ciudadanos, rechazado por los que defienden que el Gobierno debería sacarles todavía más a los contribuyentes, otros 30.000 millones de euros en cuatro años)
Así que no solo no es imprescindible que el gobierno en funciones recupere el pleno ejercicio de sus funciones (proponer que se aprueben leyes que les permita aumentar los impuestos), sino que es conveniente que el gobierno, si no puede aumentar la recaudación fiscal, saque lo que precise ahorrando lo que ahora gasta en su adiposa burocracia.

Y que ésta situación extrema a la que ha llegado España al carecer de Gobierno se prolongue, por lo menos, doscientos años más.

jueves, 1 de septiembre de 2016

LA PROVECHOSA OBEDIENCIA

Un ministro, que compartía con sus tareas administrativa la inevitable exhibición oral de su cinismo, me confidenció que la unanimidad es la culminación de la democracia porque demuestra que, si no hay oposición discrepante, es porque todos coinciden en señalar qué es lo mejor  o lo más veraz.
Ese maestro de prudente cinismo que  era Porfirio Muñoz Ledo lo practicaron todos y cada uno de los muchos grupos parlamentarios en la sesión de investidura.
Hasta los grupos unipersonales en los que un solo diputado representaba a los votantes de su partido fueron seguidores de la doctrina de Don Porfirio (el bueno porque el malo fue un feroz dictador, porque todo dictador que se precie debe ser feroz) que encabezó la larga tiranía del Porfiriato.
Fue la de ayer, pues, una sesión parlamentaria memorable en ésta peculiar democracia que ha sido capaz, en menos de 40 años, de demostrar la ineficacia de su aplicación en política.
¿Hubiera podido algún diputado de alguno de los grupos parlamentarios españoles discrepar con su voto del voto de sus compinches?
Habría podido pero el riesgo que hubiera afrontado al hacerlo le parecía demasiado alto como para correrlo.
¿Lo habrían matado, le hubieran puesto orejas de burro?

Peor, se habría quedado para in eternum sin el acta de diputado que consiguió gracias a su jefe, a cambio de obedecerlo en todo y que le había mandado que ayer  votara “No” , sin preguntarle siquiera si le apetecía abstenerse o, (¡horror!) votar que quería que Mariano Rajoy fuera presidente del gobierno.

INDISCIPLINADOS GREGARIOS

Que nadie vuelva a decir, o por lo menos que no lo diga en mi presencia, que el español es un pueblo de gentes indisciplinadas, individualistas, amigos de la improvisación e incapaces de someterse a las reglas que se les impongan.
¿No son los diputados a Cortes una muestra representativa de los cuarenta y pico millones de españoles a los que representan?
O no eran españoles de los de a de veras, y no representaban al resto de los de su casta y su mítica indisciplina y su romántico individualismo es un cuento tan falso como el de Blancanieves y los siete enanitos.
Prueba irrebatible de que los españoles no son bravos sino mansos y de que están más capacitados para ser borregos que para ser pastores es el resultado de la votación  para elegir Presidente del Gobierno, que equivale al pastor que guía a las ovejas.
Ni uno solo de los 350 borregos apiarados en el redil del Palacio de las Cortes votó en contra de lo que el pastor les había mandado que votaran.
Borregos encorbatados y ovejas manicuradas, eso sí, pero que se fían más del que les mande que de su supuesto instinto que, según la leyenda, mueve a los españoles a su indisciplinado individualismo.
“Pero”,(ya salió el aguafiestas que quiere desmontar mi argumento) “los españoles son personas humanas”.
 Los españoles, hay que concederle, son personas aborregadas o borregos españolizados porque los borregos saben que obedeciendo al pastor siguen comiendo yerba y los diputados temen que, si desobedecen al jefe de su partido, se les acaba la plácida vida de la que disfrutan.

Así que el mítico individualismo y su legendaria indisciplina se acaban en cuanto el gregarismo les garantice jartarse de comer.