sábado, 10 de octubre de 2015

PIQUÉ



Tiene tanta paciencia como aquel tercerón de un hidalgo pobretón, pero  no espera que la fiebre amarilla barra media Castilla para que su fortuna cambie.
Eso sí: mientras más lo silben los espectadores, con mayor empeño despeja los balones que los adversarios de la selección española de fútbol intentan que traspase la raya de gol de la portería española.
Todavía no ha ocurrido, pero podría pasar:¿y si, en un momento de obnubilación por los silbidos tomara a los silbantes por los contrarios a su equipo y metiera gol en su portería, en la portería española?
¿Y si, lógicamente influido por la inevitable secuencia de los silbidos cada vez que toque el balón, retirara la pierna en vez de meterla?
Cualquier podría hacerlo pero Piqué, por ahora, todavía no lo ha hecho.
¿Y por qué pasa lo que pasa con Piqué y no pasa con sus otros diez colegas del equipo?
Hay dos teorías:
A) la de los que dicen que silban porque Piqué es partidario de que Cataluña se secesione de España y, en consecuencia, quieren obligarlo a irse de España antes de que se vaya por voluntad propia.
B) la de los que sospechan que los pitos se deben a que el aspirante a extranjero Piqué hizo una broma alusiva a otro extranjero de nativitate, pero que juega en el equipo rival, el Real Madrid.
Esa es la versión más creíble porque Real Madrid y España es una redundancia: al hablar de ese equipo se habla de España y al hablar de España se sobreentiende Real Madrid así que al ofender al jugador Cristiano Ronalo, del Madrid, Piqué ofendió a España.
Los que pitan a Piqué, pues, pitan a alguien que ha ofendido doblemente a España, por quererse ir der mejon pais der mundo y menospreciar ar mejón equipo der mundo.
Silban a Piqué porque es doblemente tonto, por desconocer esas dos verdades.