jueves, 12 de octubre de 2017

INDEPENDENCIA INEVITABLE

La invocación del artículo 155 de la Constitución Española puede que no frene, sino que aplace por unos meses, la secesión de la región catalana.
Volverá la normalidad alterada por la declaración de independencia cuando se convoquen y celebren elecciones autonómicas en Cataluña.
En ese momento, ¿habrán despertado de su letargo los partidarios catalanes de que Cataluña siga unida a España, o el ansia separatista de los independentistas se habrá recrudecido?
La experiencia pasada facilita el pronóstico: de esas elecciones que cierren el período de excepcionalidad abierto por el artículo 155 de la Constitución española, brotará reforzado el separatismo catalán.
¿Qué hará entonces el gobierno de España?
¿Repetirá una y otra vez la invocación al 155 para la suspensión temporal de los derechos concedidos a la Comunidad Autónoma de Cataluña o se resignará a su inevitable independencia?
Será una muerte, la de España, programada en la Constitución del año 1978, en la que se repartió el poder, que solo uno había ejercido, entre los muchos que querían heredarlo.

Pobre cadáver de España, enjambrado de buitres carroñeros que se disputan los restos que dejó el felino que lo había cazado.