viernes, 12 de enero de 2018

ANDALUCIA

Por ahí lejos de esta mi tierra que es Palma del Rio, en esos lugares exóticos en los que no tienen razón para temerle a la sequía, llueve cuando le corresponde llover y nieva cuando le toca nevar.
Como el sol es tan comedido que alumbra sin quemar, no catalogan la sequía como preocupación ni motivo de queja.
Felices tierras donde llueve sin que ciudades ni tierras de cultivo se inunden, donde el sol alumbra sin deslumbrar y la razón embrida a las pasiones.
La sonrisa prevalece sobre la carcajada y la melancolía sustituye al desgarro del llanto.
En ésta mi tierra pasamos de la estridencia de la risotada al quejido lastimero y, cuando amanece, el temor a que el sol caliente demasiado ensombrece el gozo de la alborada.
¿Y todas esas cursis banalidades,¿ a qué vienen?
Pues vienen a que los asociados de ASAJA (Asociacion Agraria de Jóvenes Agricultores) están contentos de lo bien que viene la cosecha de naranjas de éste año, pero…
--Pero, ¿qué?
--Pues que temen que, como el índice de desempleo está cayendo en ésta tierra endémica del paro y el subempleo agrícola, van a tener dificultades para encontrar mano de obra abundante y tan barata como hasta ahora, para cosechar las naranjas.
Tiempo de alegría, vísperas de tiempo de desgracias.
El placer del llanto, la mala suerte como excusa del fracaso. Andalucía.