sábado, 11 de mayo de 2019

DEL EGOISMO Y OTRAS VANIDADES


Puede que sea una representación física de los defensores de la estética de lo feo, los que sostienen que el demonio alcanzó la categoría que se le reconoce gracias a que era tan bonito que lo llamaban Luzbel.
Por eso, quizás, no llegó a presidente del gobierno aunque sus habilidades políticas, preparación intelectual y capacidad de diálogo fueran superiores a las de sus contrincantes para el cargo.
Ojalá José Luis Rodriguez Zapatero hubiera sido menos bonito o Rubalcaba menos feo, según los cánones estéticos en este tiempo de vanidades.
La España de ahora, y me apuesto el negro de las uñas a que no pierdo porque no se podrá nunca demostrar, habría sido mejor con Rubalcaba que lo fue con Zapatero.
(Hay que reconocer que no hubiera hecho falta un Rubalcaba para ser presidente del Gobierno de España. Hasta el timonel que ahora marca el rumbo al barco que es España, Sanchez, habría sido mejor (¿o menos malo?) presidente que lo fue Zapatero, al que desde lo de la alianza de civilizaciones se le conoce por Shoemaker).
--Entonces, si no ha habido presidentes del gobierno de España a su gusto, ¿por qué no se ha metido usted en politica?
--Por egoismo o, si lo prefiere, porque en el universo ético que me he construido he decidido ser el sol, que solo esta obligado a dar el calor de la vida a sus familiares, y por orden de proximidad al núcleo.
--Pero usted es un egoista.                                 
--Como todos.
--Pero usted tiene la desvergüenza de reconocerlo.
--Por eso no somos todos iguales.Unos reconocemos nuestro egoismo y otros ocultan el suyo.