viernes, 1 de marzo de 2019

POLITICA: RASCAR DONDE A OTRO LE PÌQUE


“La política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad”.(Calcado de Facebook que, como todo lo sabe, es la biblioteca de Alejandria del postpresente).

Pero, tonterías aparte, la politica es el oficio del que viven los que hacen creer a los demás que les conviene lo que a él particularmente le interesa.
Es, en definitiva, un timo a los que están deseando creer que otro hará desinteresadamente por ti lo que solo tú tienes obligación de hacer.
Un suponer, para entendernos: sabes que, como en el sitio donde resides te achicharras de calor en verano y tiritas de frio en invierno, la prudencia aconseja que te protejas de esos extremos dentro de una casa.
Para eso puedes: a) construirla personalmente. b) pagarle a un albañil para que te la construya y, c) esperar que el estado te la proporcione, a cambio de votar al partido que gobernará, y de pagarle en impuestos más de la mitad de lo que ganes.
(Lo de la casa es un ejemplo: lo mismo puede decirse de la comida que has de comer, del agua que has de beber, de las carreteras por las que has de transitar, del médico que certificará tu defunción o del policía que buscará y no encontrará al que huyó después de apuñalarte mortalmente).
Entonces, los que gobiernan por haber ganado las elecciones en las que les distes tu voto, ¿para qué sirven?
Son indispensables.
Sobre todo para que el ciudadano pueda dormir apaciblemente cada noche (o cada siesta en verano), después de haber descargado en el gobierno y los políticos sus propias culpas y su particular responsabilidad por no haber resuelto individualmente las incomodidades que personalmente le afectaban.
¿Conclusion?
Que nadie mejor que uno mismo sabe donde rascarse para aliviar el picor que lo incomoda.