domingo, 16 de febrero de 2020

LA GUERRA ¿HA TERMINADO?


Me tomo la licencia de personalizar éste relato porque, si no lo hiciera, no sabría cómo relatarlo.
    Un par de minutos faltarían para que, como todas las mañanas, sonara el despertador.
   Tras la obligada micción encendí la radio. Era una de las innumerables estaciones que de la cadena SER se captan en Palma del Rio, donde soy incapaz de encontrar emisoras de la COPE para entretenerme, como me gustaría, con Carlos Herrera.
   ¿Y qué?
   --Pues que, si no aterrado, me quedé medio atónito, medio intrigado, al oir lo que la emisora contaba.
   ¿Cómo era posible que en Extremadura, un poco por encima de mi pueblo, estuvieran fusilando a la gente y haciéndole perrerías a la población indefensa?
   Afortunadamente, me percaté de que era la SER la cadena que estaba escuchando y que, para la SER, la actualidad perpetua es la guerra civil y los crímenes que durante ella y en la posguerra cometieron los de Franco.
   ¿Por qué esa reiterada obsesion  de confundir pasado y presente?
   ¿Tan poco satisfechos están de lo que hacen ahora que gobiernan, como para tener que justificar sus tropelías actuales rememorando los crímenes de sus adversarios en el pasado.
   Crímenes que para la SER solo cometieron los de una de las dos partes en aquella guerra civil interminable porque desde que comenzó en 1936 siguen empeñados en ella, por otros medios, los que la perdieron en los campos de batalla.
    ¿Y saben lo que más incomoda de estos rojos que se vanaglorian de dar una gran lanzada al moro muerto?
   --Que aburren. Sus competidores en la propaganda radiofónica, a los que el reparto de frecuencias ha castigado por no inclinarse ante la izquierda ideológica, informan y distraen, sin dejar de intentar propagar la fe católica.
    Pero, en contra de lo que suele hacer la SER con sus enemigos ideológicos, la COPE no denigra a los creyentes de otras confesiones.
   Definitivamente, después de que hace casi un siglo perdieron la guerra armada, continúan con toda saña su guerra propagandística.
   Los que perdieron la guerra civil llevan ventaja en la guerra ideológica.
   La guerra no ha terminado.