El sábado por la tarde insultaron y
hostilizaron en Barcelona al Rey de España y Jefe del Estado Español.
Me sentí
personalmente insultado y hostilizado porque Felipe VI me representaba, como
español que soy, a mí, que no vuelvo a ir a donde me insulten y hostilicen.
Quiero que,
como representante mío que es, el Rey de España pueda viajar a cualquier aldea,
pueblo, ciudad o región española que le apetezca visitar, por los motivos que le
parezcan.
Por eso, me
gustaría que al Rey de España, como a Jefe del Estado Español, lo reciban
amistosamente y sin faltarle al respeto en todos los pueblos, aldeas, ciudades
y regiones de España a los que, por cualquier motivo, vaya.
Y quiero que el
Rey de España, que me representa a mí, vuelva a ir a Cataluña, cuando, como y
por el motivo que sea.
Es al gobierno
de España al que le corresponde garantizar, dentro de la ley, el respeto
debido al Rey en todos y cada uno de los lugares que visite.
Por eso, el
gobierno que encabeza Mariano Rajoy del Partido Popular, es el culpable del
desacato contra Felipe VI en Barcelona.
Por amor o por
miedo, el Rey, actual Jefe del Estado, debe ser acogido en Cataluña, por lo
menos, con el mismo respeto con el que los catalanes recibían al Jefe del Estado que restableció la Monarquía.
Esa es la
obligación ineludible del Gobierno.
Aunque el
Partido Político que lo sustenta pierda votos en Cataluña.