viernes, 1 de diciembre de 2017

TRIVIALIDADES NOTICIADAS

Antiguamente, cuando lo que ocurriera te sorprendía porque nadie había anunciado que ocurriría, la vida tenía un aliciente: el de ese sobresalto estimulante de lo inesperado al enterarte de que ha pasado lo que nadie esperaba que pasara.
Eran tiempos en los que te enterabas de menos noticias de las que te enteras ahora, quizá porque aquellas eran noticias de verdad y las de ahora solo sean vagidos del viento.
En la memoria conservo el anuncio de la derrota francesa en Diem Bien Phu que un día de 1953 escuche en el parte de la radio, mientras comíamos en ritual silencio en casa de mi abuelo Miguel.
O la del asesinato de Kennedy, del que me enteré al salir de ver en el cine “Drácula” porque, en la noche neblinosa, la estaban comentando unos parroquianos a la puerta del bar de Pesito.
Esas eran noticias dignas de ser recordadas, y no las de hoy en día como, por ejemplo, la que abre la primera página de El Mundo: “Los ex consellers de ERC se niegan a contestar a la fiscalia del Supremo”.
O la de El Pais; “Puigdemont a los exconsellers: haced lo que sea para salir”
Y es que, como el consumismo desenfrenado ha trivializado la alegría de lograr lo tan largamente esperado, hay que reseñar como sorprendente lo rutinario.

No se publica algo porque sea noticia que importe leer, sino que algo es noticia que importa leer porque se publica.