Lo que ha
pasado dentro de Podemos debería servir de lección a los podemitas: se empeñan
en echar del poder al que en España lo tiene y, dentro de su pandilla, le dan
todavía más poder al que casi todo el poder tenía, a Pablo Iglesias.
¿Será que Iñigo
Errejón personifica dentro de Podemos lo que Pablo Iglesias representa de Podemos para afuera?
Ya lleva unos
cuantos de fracasos Pablo Iglesias en su tentativa crónica de quitar a Mariano
Rajoy de su mayestático sillón de Presidente de España, y siempre con el mismo
resultado infructuoso.
¿Será su torpe
aliño indumentario lo que le garantiza la preeminencia sobre los todavía más
desaliñados podemitas?
Después de
haber conseguido incrementar el poder que ejercía sobre los que hasta ayer ya
lo obedecían, le convendría dilucidar si para los que no son la famélica legión
tendría que cambiar su atuendo y su discurso.
El tiempo dirá
si Pablo Iglesias es tan listo como se cree o más torpe de lo que se sospecha.
Tendría que
decir que los que trabajan tienen más derechos que los que no lo hacen, que los
que saben aciertan más que los que ignoran y que cada individuo tiene que
responsabilizarse de su propio bienestar, sin permitir que lo haga el Estado.
Dejar de ser de izquierdas para confesarse de derechas.