lunes, 30 de noviembre de 2009

MINISTERIO PARA LA REDENCION DE CAUTIVOS

El error de los tacaños recalcitrantes que niegan a las “Organizaciones No Gubernamentales” su colaboración económica no es su falta de espíritu solidario, sino su irresponsabilidad conservacionista.
Porque las ONG, al menos nominalmente, son los únicos reductos que, al no estar financiadas por los gobiernos, escapan a la manipulación gubernamental.
Es cierto que las ONG se financian principalmente con fondos públicos, pero son dineros bien gastados aunque solo sea porque se destinan a organizaciones que proclaman, aunque mientan, que no tienen nada que ver con los gobiernos.
Hay otras contradicciones en las ONG que llaman la atención: ¿no necesitan su solidaridad en los paises que las financian y tienen que buscar pobres en el extranjero?
El exotismo y la distancia, ¿hacen más perentoria la necesidad de ayuda que las ONG se desviven por prestar?
Es cierto que la sociedad española carece de problemas materiales porque la acción gubernamental los ataja antes de que puedan enconarse, pero la soledad y la fragmentación familiar abundan y los cooperantes podrían mitigar esos dolores con algo tan barato como la compañía, que no cuesta dinero.
Si se reparte fuera lo que dentro hace falta, ¿no será porque interesa más llevar consuelo lejos que repartirlo en casa?
Habrá malpensados, inevitablemente, que sospechen que la de las ONG es una martingala para que sus cooperantes se peguen viajes gratis de aúpa que, por su cuenta, les costaría un Potosí.
Aunque los pobres de Mauritania, Marruecos, Senegal y Gambia precisaran la ayuda de Acció Solidaria, tenían mas cerca La Mina, El Pomar, Torre Baró o Trinidad Vieja tan exóticos para un burgués catalán como donde han tenido que ir a que los secuestren.
Han ido los tres secuestradores voluntarios catalanes a remediar problemas ajenos y han creado un problema en casa: el de tener que negociar el rescate que sus secuestradores pidan.
Si a la racha que empezó en el Océano Índico con el Alakrana y ha continuado con el de Mauritania le sigue algún caso de secuestro más--no hay dos sin tres—en la próxima reorganización ministerial haría bien el Presidente del Gobierno en crear un ministerio y encargárselo a algún Trinitario: el de la Redención de Cautivos.

domingo, 29 de noviembre de 2009

DESIGUALDAD HUMANA

Que todos los hombres son iguales es, como otros dogmas políticamente correctos, verdad de muchos que no consuela más que a quien teme o sabe que es menos que los demás.
Hasta el carbonero más crédulo debería extrañarse de que, siendo todos diferentes, seamos todos iguales.
Pero hay que ser suspicaz patológico para desafiar la tiranía del igualitarismo imperante y dudar de esa afirmación abstracta, sin pruebas irrefutables de su falacia.
La prueba se ha hecho esperar pero, afortunadamente, ha llegado.
En una transacción comercial tradicional, en la que el valor de lo que se vende lo fija el que está interesado en su compra, se va a pagar la libertad de un solo hombre con la de 980.
Si todos ,los hombre fueran iguales, el Estado de Israel pondría en libertad a un solo palestino, y no a 980, a cambio de que la organización terrorista palestina Hamás suelte al soldado israelí Guillad Shalit, al que retiene desde hace más de 1.250 días.
Seguramente habrá sido una tasación ecuánime porque árabes e israelíes—antiguamente conocidos por judíos—comparten fama bien merecida de habilidad para el comercio y el regateo.
La noticia del acuerdo entre el tribunal supremo israelí y Hamás para el intercambio de presos, si repercute como debiera y se usa en adelante como norma, puede revolucionar la filosofía política y las relaciones humanas.
Si los hombres no valen lo mismo y son diferentes, ¿por qué deben gozar de los mismos derechos y soportar las mismas obligaciones?
¿Qué baremo debe aplicarse para encuadrar en castas y clases diferenciadas a los humanos?
Llevado a sus últimas consecuencias, el ejemplo palestino-israelí significará el principio de una nueva sociedad racionalmente desigualitaria que, posiblemente, será tan injusta como la actual, pero mucho más acorde con la realidad.

viernes, 27 de noviembre de 2009

ESPAÑA Y CATALUÑA

Porque la compartan, la opinión difundida por una docena de periódicos catalanes no la hace más certera que la de un solo individuo, la mía.
El de opinión es un derecho individual y su ejercicio en grupo demuestra la coincidencia de quienes la suscriben, no su justeza.
Así que tanto derecho tiene la pandilla de editorialistas a decir lo que piensan como yo a opinar sobre lo que dicen.
El escrito coral no me molesta.
Lo que me fastidia es que intenten venderme el burro cojo de su preocupación por el bienestar de España.
Si por conveniencia política inmediata ocultan que quieren independizarse de España, que no envenenen la relación de vecindad futura timando a los que todavía son sus compatriotas.
Cataluña, seguramente, conseguirá su independencia porque los que alborotan para lograrla demuestran más diligencia que quienes no la desean. Capador es el que más chifla, no el que chifle mejor,
Pero, cuando por fin se libren de la opresión española que padecen, los catalanes seguirán teniendo a los españoles por vecinos, porque España continuará sin ellos.
La actual es la misma España que abarcaba desde Finisterre a las islas Palau y sobrevivirá cuando otros territorios que ahora la integran se hayan desmembrado.
En el caso de Cataluña y las Provincias Vascongadas parece que le está costando convencerse de que, contra pueblos que se dejan arrastrar por dirigentes independentistas audaces, fracasan la fuerza y el soborno.
No es a los españoles de fuera de las Vascongadas o de Cataluña a los que corresponde oponerse al ansia independentista de sus dirigentes, sino a los que en esos territorios no quieran la independencia.
Si no lo hacen, les corresponderá por su pasividad el mérito y la responsabilidad de la inevitable independencia.
Mejor independientes de España que españoles a disgusto porque tan malo es encizañar la convivencia de una familia de la que no se quiere formar parte como obligar a que forme parte de esa familia a quiera no quiera ser parte de ella.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

UN PARASITO LLAMADO ESTADO

El Estado es un organismo parasitario que se sirve del Gobierno para succionar de la sociedad los nutrientes de los que vive.
¿Por qué legitiman los ciudadanos la tropelía de que el Estado viva a su costa al prestarse a elegir al Gobierno?
Es un misterio más inexplicable que el propio hombre que, según Sócrates, es el misterio mayor porque, ¿cómo se explica que siendo el Estado una treta inventada por el hombre engañe a la sociedad, integrada por seres humanos?
Puede que la estupidez colectiva inhiba la inteligencia individual y que el hombre, al arrebañarse en grupo, renuncie a su libre raciocinio para amoldarlo al consensuado por la mayoría.
Y la mayoría, al renunciar cada uno de los individuos a expresar sus pensamientos íntimos para no incomodar al discrepante, se adapta al pensamiento colectivo para evitar que el grupo lo margine.
Ese es el origen de “lo políticamente correcto”, una hipocresía conveniente para que los demás te admitan como a uno de ellos.
El parásito llamado Estado es un ente artificial amorfo y multiforme. Contamina a toda la sociedad de la que vive y la mayor parte de las víctimas a las que parasita aspiran a convertirse en miembro del organismo parasitario.
Huésped del parásito es todo aquél que paga impuestos y se gana el pan fuera de las nóminas del Estado.
La epidemia parasitaria es ya pandemia y, en la misma medida en que crecen los que viven del parásito llamado estado, aumenta su demanda de nutrientes de los cada vez más escasos parasitados.
La creciente robustez del Estado es inversamente proporcional a la paulatina anemia de los huéspedes que parasita y representa una amenaza letal por desfallecimiento de la sociedad.
Lo que realmente asombra de la vitalidad del fenómeno parasitario estatal es la simpleza argumental de que se vale para que la sociedad parasitada no se percate del engaño:
Ha bastado reiterarle a los votantes que el Estado es de toda la sociedad porque todos los ciudadanos tienen derecho a participar en la elección del Gobierno, que maneja el Estado.
Y los ciudadanos se lo han creído, o les conviene creerlo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

MARCHANDO UNA DE DEMOCRACIA

Ni en la fase más anárquica de una revolución manda el pueblo, sino su cabecilla más audaz.
La democracia es una pretensión quimérica porque el pueblo no aspira a gobernar, sino a ser gobernado con eficacia y rectitud.
Si ejerce el poder quien más votos haya logrado en unas elecciones, no es garantía de que su régimen de gobierno sea una democracia.
Una vez electo, el interés del que manda difiere del de una parte, al menos, de los gobernados, los que no lo votaron.
El gobernante electo habrá conseguido más votos que otros que aspiraban a gobernar, lo que no avala que sea el mejor de los que querían mandar.
Si su actuación en el poder defrauda las expectativas de quienes lo eligieron, el pueblo tiene que resignarse aunque se sienta engañado, a pesar de que justifique su ejercicio del poder en las reglas de la democracia, el gobierno del pueblo.
Las promesas electorales encubren más que revelan las intenciones del aspirante a gobernar. Si el candidato anunciara medidas inevitablemente incómodas, los votantes votarían al candidato que les prometiera eludir esas medidas.
No hay engaños. Tan natural es la falta de escrúpulos del que ambiciona gobernar como la repugnancia del gobernado a enfrentarse a incomodidades, si hay quien promete evitárselas.
En la contradicción entre la naturaleza humana y el concepto de democracia como sistema de gobierno radica el fracaso de ese régimen político.
El hombre, por naturaleza, recurre a todos los medios, sin excluir la fuerza, la coacción, el chantaje, el fraude y otros artificios de su ingenio, para alcanzar una posición ventajosa sobre sus semejantes.
Los gobernantes que forzaron el ritmo de progreso de sus países alcanzaron el poder sin el respaldo inicial de sus pueblos y gracias a que eliminaron a sus adversarios. Se ganaron la adhesión de sus conciudadanos por la eficacia con la que ejercieron el poder, no por cómo lo obtuvieron.
Al margen de la política, en el mundo real de la economía, ningún empresario dirige su empresa porque los trabajadores lo hayan elegido para el cargo.
Quien aspire a presidir un consejo de administración tiene que imponerse a quien esté en la cúpula como miembros del consejo, y no se le ocurre intrigar contra ni buscar apoyos de quienes ocupen un lugar secundario en la jerarquía.
No a todos los que accedieron al poder sin ser electos para ejercerlo se les puede tildar de que durante todo su mandato gobernaron al margen de la democracia. En largos períodos, algunos dictadores ejercieron su mando con el respaldo, unas veces tácito y otras fervoroso, de sus pueblos.
¿Quién puede negar que una gran mayoría de rusos, alemanes o españoles estaban convencidos de que Stalin, Hitler o Franco ejercían su poder porque el pueblo lo había delegado en ellos?
¿Era compatible su poder personal con el poder del pueblo, llamado también
democracia?
Si así fuera, lo determinante para calificar de democrático un sistema de gobierno sería la forma en que el poder se ejerza, no la manera de alcanzarlo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

EL MUNDO NECESITA A ZAPATERO

Si alguna vez deja de ser Pesidente, una España sin José Luis Rodríguez será un país mejor gobernado, pero mucho menos divertido.
Y no serán solo los españoles los privados de la sonrisa que las ocurrencias de Zapatero les tienen garantizadas, porque el mundo entero caerá en un estado de melancolía, si su troupe de Chavez, Ortegas, Zelayas o Morales abandonan también el show business.
¿Quién alegrará la sórdida existencia de los piratas somalíes sin un Zapatero que les arranque la carcajada y mitigue su pobreza?
¿Y qué derecho tienen los españoles a privar a los circunspectos ingleses de la sonrisa sarcástica con que le dieron la razón cuando el presidente del gobierno de un país, que en tiempos les disputó el mundo, confundió la señal internacional usada en prácticas de tiro con la bandera de España?
Una vez más, España está marcada por el Destino.
Durante ocho siglos sirvió España de trinchera contra la morisma, sus barcos surcaron mares nunca antes navegados, sus descubridores ensancharon el horizonte hasta demostrar la redondez de la tierra, sus misioneros iluminaron con la Fe las tinieblas del paganismo y combatieron con la palabra y con las armas la herejía protestante.
Más recientemente, los españoles lograron que las cadenas del integrismo prevalecieran sobre las disolutas ideas de la razón que pretendían imponer las armas napoleónicas, y derrotaron a la tenebrosa conspiración de liberalismo, capitalismo, comunismo, judaísmo y masonería.
Eran tareas épicas en momentos heroicos que los españoles desempeñaron con estoicismo y generosidad.
El servicio que España debe rendir a la comedida Humanidad de hoy es hacerla olvidar sus obsesiones utilitarias encendiendo una sonrisa en su mirada cejijunta.
Como un servicio más a la Humanidad, España debe conservar a José Luis Rodríguez Zapatero en la Presidencia de su Gobierno.
Es la misión que el Destino ha asignado en éstos momentos a España.

jueves, 19 de noviembre de 2009

NI EN LOS PUEBLOS HAY PUDOR

Si algún escéptico necesita una prueba empírica del cambio radical que las costumbres de los españoles han experimentado en los últimos años, que salga del bullicio babilónico de la ciudad y vuelva a la mesurada apacibilidad de un pueblo.
Mucho antes del apostolado gubernamental para la correcta autosatisfacción personal, e incluso antes de que la minifalda dejara ver lo que solo imaginar era pecado, el pudor y el recato eran normas de conducta obligada en los pueblos de España.
Ya no.
La semana pasada, por una de las calles de uno de esos pueblos en los que hasta hace no mucho tiempo se ocultaba a los ojos concupiscentes lo que pudiera excitar la lascivia, presencié lo que, en mi infancia, no pude fantasear que llegaría a ver:
Pasaron ante mí indiferentes, bamboleando las protuberancias que acreditaban su condición de hembras, sin sujetador que ocultara a la vista de los machos lo que la naturaleza les dio para enardecer en la intimidad instintos impuros.
A la vista del descaro exhibicionista de que fui involuntario testigo, evoqué un recuerdo de infancia en ese mismo pueblo.
Una opulenta rubia, con las mejillas arreboladas y el apetitoso cuerpo a medio ceñir por una bata guateada rosa, se encaraba a una multitud de vecinas que le afeaban su adulterio, y protegía al avergonzado amante que intentaba ocultarse tras una cortina.
--Yo hago con mi cuerpo lo que me da la gana
Aquella heroica frase de la precursora de los tiempos actuales,que nadie entonces podía imaginar que llegarían, me volvieron a la memoria al ver pasar a las descaradas discípulas de Betty Friedan y Germaine Greer.
Las hembras seguidoras de braless mouvement de mi pueblo no alardeaban a gritos su desafio porque no podían hacerlo. Eran cabras.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL ALAKRANA Y EL GOBIERNO

Hechos:


--2 de Octubre: El atunero español “Alakrana” es abordado y secuestrado mientras faenaba en el Océano Indico.

--15 de Octubre: Un portavoz de los secuestradores exige cuatro millones de dólares (2,7 millones de euros) para liberar al atunero y sus tripulantes.

--17 de Noviembre: Los piratas devuelven la libertad al barco y a sus tripulantes, tras cobrar 2,7 millones de euros (cuatro millones de dólares).

Preguntas:

1.-¿Para qué se implicó el gobierno español en el caso?

2.- ¿Para qué pagan los españoles impuestos a un gobierno que complica y no facilita la solución de los problemas?

domingo, 15 de noviembre de 2009

LA DISCRECION DE DON MARIANO

Dice Don Mariano (Rajoy, naturalmente) que su Partido Popular está “en condiciones de gobernar este pais ahora mismo”. Seguramente por obvio, no dijo que a la disposición del PP a gobernar tendrá que aliarse la de los electores a votarlo.
Como todo se contagia menos lo bonito, Rajoy lanzó en Barcelona el latiguillo “es posible”, remedo del “yes, we can” de Barak Obama, como argumento de peso para que los españoles lo voten.
Y, ¿qué es posible bajo la lúcida jefatura del Presidente del Partido Popular para que, por arte de birilibirloque, éste pais salga del atolladero en que lo han metido los socialistas y recupere la senda de la felicidad?
Para Rajoy, es posible:
--Mantener los niveles de bienestar
--Que los jóvenes recuperen la esperanza de vivir mejor que sus padres.
--Que los empresarios recuperen la ilusión de emprender nuevos proyectos.
--Que quienes carecen de empleo tengan un horizonte más amplio que el subsidio de paro.
Pero, ¿cómo?
La fórmula del bálsamo de Fierabrás no la reveló Rajoy, no se sabe si porque la ignora o para que no la copien los socialistas.
Para decir lo que dijo en Barcelona, habría bastado que proclamara vigente el artículo sexto del capítulo segundo de La Pepa, la Constitución de Cádiz: “El amor a la Patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles y, asimismo, el ser justos y benéficos”.
Los que no votamos ni aunque nos paguen al contado al depositar la papeleta vamos a seguir absteniéndonos aunque Rajoy se decida a compartir con los electores el secreto que tan bien guarda sobre lo que piensa hacer en caso de que algún dia gane las elecciones porque las pierdan los socialistas.
Pero me temo que, ni siquiera los que no se han librado todavía del vicio de votar van a creer que Rajoy es la solución, a menos que deje de ser tan discreto como hasta ahora sobre lo que piensa hacer cuando gobierne, si algún día gobierna.
¿No lo habrá dicho hasta ahora por discreción, o porque no lo sabe?

viernes, 13 de noviembre de 2009

EL CONVENIENTE FRAUDE DEL PARO

Se escandalizan porque la Junta de Andalucía declara ocupados a 200.000 inscritos en cursos de capacitación profesional y no les importa que, en cuanto reciben el certificado de inscripción que les permite cobrar el subsidio de desempleo, trabajen clandestinamente en chapuzas.
Lo de los falsos empleados es un escándalo, pero no más estrepitoso que el del número de andaluces que obtienen ingresos por trabajos no declarados a la Seguridad Social.
En el fraude del paro y del subsidio por desempleo son tan culpables los trabajadores como los empresarios. Como Sor Juana Inés de la Cruz dijo de la prostitución, unas “ pecan por la paga y otros pagan por pecar”.
La prostitución del desempleo es ya una pandemia en Andalucía. Unicaja pronosticaba en Julio que, a finales de éste año, habrá en Andalucía 1.200.000 parados, y algo menos de 3.100.000 andaluces trabajando. Uno de cada tres andaluces en edad laboral estará en paro.
Eso es lo que se lee, porque lo que se percibe viviendo aquí es diferente. Te topas con más personas cobrando por trabajar que sobreviviendo del subsidio por no encontrar empleo.
Abundan en Andalucía los trabajadores con síndrome demonopático, que evidencian su doble personalidad como parados oficiales subsidiados y como empleados clandestinos asalariados.
La hija psicóloga de un amigo mío imparte clases en Sevilla en una empresa a los inscritos en cursos de capacitación financiada con fondos europeos. Solo media docena de los 40 o 45 inscritos aparecen regularmente. Su ausencia es tan pertinaz como la de los inspectores que deberían fiscalizar los programas.
En la misma Sevilla, en una empresa de actividad tan moderna como la publicidad, los gerentes advirtieron no hace un mes que solo tres o cuatro de la docena de empleados podían abrir la puerta, por si quien llamara fuera un inspector de trabajo.
Ninguno de los que no podían abrir protestaron ni mostraron la menor extrañeza. Una de las vedadas, con responsabilidad y salario de jefatura, era una de las que no podía abrir porque cobra desempleo.
Estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo de Abril de éste año cifraban en 1.241.573 los andaluces demandantes de empleo de los que 794.054 estaban registrados en las oficinas de paro, requisito imprescindible para aspirar al subsidio de desempleo.
Es evidente que si los datos del paro fueran determinantes del bienestar de los andaluces, ésta sería una tierra fértil ocupada por una población depauperada, pero no lo parece.
Los andaluces trabajan aunque, del estado de bienestar que se financia con los impuestos, prefieren formar parte como beneficiarios y no como contribuyentes quizá porque no consideren que el estado sea suyo plenamente.
El dinero que cuesta al Estado subvencionar el paro ficticio o real de los andaluces es un daño insignificante, comparado con la degradación moral de acostumbrarlos a que su bienestar no depende de su esfuerzo personal.
Los que pilotan el estado lo saben. En 1984, en una conversación en La Moncloa, ya Felipe González identificaba el fraude del paro en Andalucía como uno de los más graves problemas de su gobierno que, durante lo que restaba del suyo, a lo largo del de su sucesor José María Aznar y en lo que va del de Zapatero se ha agravado en vez de mitigarse.
Si el fraude del paro sigue, será porque a los políticos les conviene más mantenerlo que remediarlo.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

LA MADRASTRA DE EL CORDOBES

Que dieran el nombre del Padre de la Patria Andaluza Blas Infante a una de sus avenidas era inevitable, que bautizaran como Antonio Gala al Instituto de Enseñanza Media, irremediable y que llamaran Carlos Cano a una de sus calles, inapelable.
Prohombres ilustres los tres, a los que las autoridades de Palma del Río agradecieron lo mucho que hicieron por universalizar el nombre de la ciudad, honrando con sus nombres puntos destacados de la toponimia local.
Pero el nombre de ese pueblo del Valle Medio del Guadalquivir, ¿no fue Manuel Benítez “El Cordobés” el que lo dio a conocer en todo el mundo?
Así fue, y como de bien nacidos es ser agradecidos, el nombre de Manuel Benítez “El Cordobés” figura en el callejero local, en un barrio todavía en construcción, donde el casco urbano se funde con el campo.
Las calles del barrio fronterizo llevan nombres de toreros locales: Palmeño, Pedrin Benjumea, Vicente Linares y los picadores hermanos Sánchez, en una fraternidad igualitaria sin consideración a las broncas o aplausos que cosecharon.
Es un ejemplo patético de la caducidad de la gloria por la que se jugaron la vida porque el barrio a cuyas calles han dado sus nombres está mas cerca del cementerio que del centro urbano, donde residen quienes parecen querer olvidar que se atrevieron y arriesgaron en lugar de resignarse y someterse, como ellos, al anonimato.
El último alcalde de la dictadura, en un letrero que daba la bienvenida y despedía a los viajeros, les avisaba en un cartel que Palma del Río era “Cuna de Grandes toreros”.
Era una manera tópica de decir que eran hijos del pueblo los que hacían que su nombre se hiciera popular fuera de sus límites, y no mentía.
Habría faltado a la verdad si hubiera dicho que ´Palma del Río era la ciudad madre de Manuel Benítez “El Cordobés” porque, por el poco aprecio que le demuestra, es más bien la madrastra del torero que dio a conocer su nombre en todo el mundo.

lunes, 9 de noviembre de 2009

A PROPOSITO DEL "ALAKRANA"

--Si no lo deja utilizar contra los piratas todos los medios de que dispone, ¿para qué envía el gobierno un barco de guerra a los caladeros donde faenan atuneros españoles?
--Si el gobierno no estaba seguro de poder enjuiciar a los piratas, ¿por qué permitió que los apresaran?
--Si gastó un dineral para traer a España a los piratas, ¿por qué se va a gastar otro dineral en devolverlos?
--Si el gobierno fuerza a la Justicia a ceder ante el chantaje de los piratas, ¿cederá a chantajes similares de otros delincuentes?
--Si el gobierno de Somalia no controla a los piratas, ¿por qué negocia el gobierno con el primer ministro somalí?
--Si la justicia es independiente del Ejecutivo, ¿por qué fuerza el gobierno a los jueces a extraditar a los piratas?
--Si la extradición que se está negociando es un subterfugio para que los piratas recobren la libertad, ¿por qué no los deja el gobierno libres en España para que, si quieren regresar junto a sus secuaces, paguen de su bolsillo el viaje de vuelta?
--Si no se percata de las cuchufletas que está provocando con su ridículo manejo del caso “Alakrana”, ¿por qué se empeña el gobierno en que lo tomen en serio?
--Si el gobierno reclama en nombre del Estado el monopolio del uso de la fuerza, ¿por qué la usa solamente contra quienes admiten ese derecho y cede frente a quienes lo rechazan?
--Si el gobierno emplea la fuerza contra quien no le hace falta, ¿qué falta le hace el costoso aparato represivo del que dispone para imponer la ley?
--Si el gobierno impone su autoridad a quienes la aceptan y se inhibe frente a quienes la rechazan, ¿no sería más conveniente rechazar que apoyar al gobierno?

domingo, 8 de noviembre de 2009

CONTAMINAR PARA QUE LLUEVA

¿Por qué llueve en Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla, Navarra o Aragón y no en Andalucía, si comparten el mismo destino en lo universal?
Que no se alboroten los españoles extraandaluces, porque la pregunta no tiene intención reivindicativa, ni los andaluces pretenden quedarse con las lluvias que a otros les sobran y a ellos les faltan.
Es un vulgar inicio retórico para descubrir qué deben hacer los andaluces, y no hacen, para que llueva a gusto de todos, cuando llueva.
He consultado a mi amigo Noah Rainfall, del Weather Atmospheric Observatory (WAO) de Topeka (Kansas), para que me aclare por qué se esperan lluvias en todas las provincias peninsulares españolas excepto en las andaluzas. Ya tengo su respuesta:
--Gracias a que George Bush demostró que era algo menos inútil y lo echó de la política, Al Gore triunfó como embaucador al convencernos de que se puede culpar tanto al hombre del cambio climático como se le podría elogiar si lo impidiera.
“En todas las regiones españoles donde llueve con regularidad” –dijo Noah—“ hay industrias contaminantes que propician el cambio climático, mientras que en Andalucía la gente vive de subsidios, agricultura y turismo, que apenas contaminan”.
Le objeté que, desde que las prácticas de la revolución verde puesta en marcha por Norman Borlaug—al que conocí en una granja experimental de Tabasco (México)—se aplican en el valle del Guadalquivir, todas las corrientes fluviales se contaminaron de insecticidas, herbicidas y abonos químicos.
--“Y por eso”—me aleccionó—“durante unos años aumentó la pluviosidad media en esa zona, hasta que a los ayuntamientos les dio por instalar depuradoras que devuelven impolutas a los ríos las aguas hasta entonces convenientemente sucias”.
Noah Rainfall se rió compasivamente cuando le recordé los esfuerzos andaluces por contaminar el medio ambiente.
--“Empezásteis bien”—concedió—“pero os perdió vuestra admirable indolencia o la envidiable capacidad de improvisación de los andaluces, porque el intento más concienzudo de transformar la naturaleza lo hicisteis en Huelva, en la frontera de Andalucía, y no en Córdoba, que está en el centro y desde donde sus efectos hubieran irradiado a toda la región”.
“El esfuerzo contaminador más audaz—me recriminó—“ fue el vertido de Boliden, pero lo limpiasteis antes de que sus resultados fueran significativos”.
Mi sagaz amigo Noah Rainfall, perpetuo candidato al premio nóbel de contaminación por sus esfuerzos en pro de la evolución natural del cambio climático, me animó:
“Tenéis que volver a considerar un síntoma de progreso el efecto de la acción del hombre en la transformación de la naturaleza, y no la conservación del paisaje tal como fue creado”.

sábado, 7 de noviembre de 2009

VOLUNTAD IMPERIAL

Se acusa de imperialistas a los paises cuyos gobiernos quieren imponer sus leyes lejos de sus fronteras, como los españoles pretenden que el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero haga en el Océano Indico.
El imperialismo sin capacidad imperial ni voluntad de imponerla es una aspiración tan ridícula como la que propugnaba el régimen de Franco al espolear a unos ciudadanos que malvivían trampeando con las cartillas de racionamiento para restaurar el Imperio perdido.
Todos los Imperios,--Roma, España, Francia, Inglaterra, Japón, Estados Unidos o Rusia—defendieron sus intereses mientras tuvieron capacidad y voluntad imperial, y la razón de las armas solventaba la disputa jurídica de la justicia de su razón.
Hasta la operación Just Cause, el apresamiento del caudillo militar panameño Manuel Antonio Noriega, los Estados Unidos habían defendido sus intereses en América Latina con el desembarco de sus marines cuando consideraba que beneficiaba a sus intereses.
Los Estados Unidos conservan su capacidad imperial, pero han perdido su voluntad de usarla en América Latina, donde han delegado la tarea a subcontratistas, en una clara externalización de servicios.
En las aguas noroccidentales del Océano Indico, cuyo control garantiza el rápido acceso a Pakistan, Afaganistan, Irak, Iran y la Península Arábiga, nadie disputa por ahora la hegemonía estratégica norteamericana.
Pero piratas con refugio en las inestables costas africanas han atacado o apresado en lo que va de año 180 barcos para extorsionar y obtener rescate de sus armadores. La nutrida flota atunera española, con una fragata y un avión como protección disuasoria, está expuesta a incidentes como el todavía no resuelto del “Alakrana”.
Francia, que no tiene capacidad imperial global, aunque sí regional en África, no siente reparo para usar la fuerza contra la amenaza a los buques con su pabellón, mientras que España carece de medios militares suficientes y, todavía más importante, de voluntad y decisión para emplearlos.
Sin capacidad para defenderlos y sin voluntad política para rechazar con las armas los ataques armados que sufran sus pesqueros, el gobierno Zapatero daría muestras de realismo si les aconsejara abandonar los caladeros del Indico y faenar exclusivamente en aguas españolas o en las de países capaces de imponer la ley.

martes, 3 de noviembre de 2009

Y LA AGUIRRE NO ACUDIO

Aterrados acataron sumisamente la convocatoria a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular en la que les iba a leer la cartilla, y con golpes de pecho acudieron todos reconociendo de antemano sus culpas.
Todos menos Esperanza Aguirre.
El jefe, Mariano Rajoy, había perdido la paciencia y anunciado que el sanedrín del tres de noviembre sería la última oportunidad de que sus díscolos subordinados escucharan sus amonestaciones para que fueran dóciles y renunciaran a sus travesuras.
Todos temían lo que sabían que se merecían oír, y todos acudieron obedientes a oirlo.
Todos menos Esperanza Aguirre.
Todos los que acudieron reconocieron sus culpas, prometieron que serían buenos y salieron todos tan contentos.
Todos menos Esperanza Aguirre que, porque no se sentía culpable, porque no quería oir lo que sabía que Rajoy iba a decir o porque su ausencia le evitaría adelantar un enfrentamiento inevitable a la ocasión que ella considere idónea, no acudió a la cita.
O a lo mejor se quedó inaugurando obras de su gobierno para no soltar la carcajada ante las bravatas de Rajoy.
Puede que Esperanza Aguirre conociera la historia de Pedro Barrantes, el bohemio autor de Delirium Tremens, y los versos de su oda a Muñoz, el tenebroso malhechor encarcelado en Sevilla.
Ponía Barrantes en boca del sevillano:
Soy el terrible Muñoz
el asesino feroz
que nunca se encuentra inerme
y soy capaz de comerme
cadáveres con arroz.
La díscola Aguirre, que posiblemente intuyera que la filípica anunciada por el Presidente de su Partido iba a provocar su carcajada y no su miedo, se excusó para que los demás se acobardaran a gusto.

lunes, 2 de noviembre de 2009

URGE REGULAR LA CORRUPCION

Los españoles que todavía no han paladeado las mieles de la corrupción son los pocos a los que a los bribones no les merece la pena sobornar.
Y no hay duda de que la corrupción amenaza la supervivencia de la Democracia, un bien común de mayor jerarquía que la Patria.
Por eso, los que al defender la Patria defendemos su democracia, nos sentimos convocados a combatir su mayor peligro, la corrupción.
La corrupción es tan eterna como el gazpacho.
Jacob ya sobornó a su hermano Esaú para birlarle la primogenitura, a su tío para casarse consecutivamente con Lea y Raquel y Moctezuma colmó de regalos a Cortés para que desistiera de marchar sobre Tenochtitlan, y así quedarse con México para él solo.
Strauss y Perle, hace menos tiempo, le regalaron un reloj de oro a un ahijado de Alejandro Lerroux y, sin darse cuenta, inventaron el estraperlo y, para comprobar el carácter pandémico que ha alcanzado el fenómeno, no hay más que oír un noticiero o leer un periódico.
El soborno y el aborto son coetáneos a la raza humana y a pesar de su morbilidad cada vez hay más gente en éste incómodo mundo.
Ya que se ha demostrado irradicable, habría que enfrentarse a la corrupción como al aborto: regulando la práctica del soborno para limitar su carácter fraudulento para la economía nacional.
Las autoridades de los Ayuntamientos y las Comunidades Autónomas—que por su proximidad conocen mejor las circunstancias vitales de los ciudadanos—deberían establecer topes máximos para los sobornos a funcionarios públicos por cada servicio cuya prestación faciliten mediante la mordida.
El corruptor debería exigir al funcionario corrompido la factura pertinente en la que se especifique el monto y concepto del soborno pagado, gravado con el porcentaje del IVA correspondiente y, al hacer la declaración de la Renta, el sobornado deberá declararlo como ingreso y el sobornador podrá deducirlo como gasto.
Podrá el sobornado admitir una mordida inferior a la del tope máximo establecido, pero no podrá exigir un soborno que rebase ese tope.
Ya que la gangrena moral de la corrupción parece imposible de erradicar, por lo menos se reducirían los 240.000 millones de euros en que se calculó la economía sumergida en España, equivalente al 23 por ciento del Producto Interior Bruto.
Como inventor del sistema, y para ser congruente con la regulación de la inmoralidad que propongo, nadie negará mi derecho a beneficiarme. ¿Qué menos que el medio por ciento de la totalidad de las mordidas que se hagan públicas mediante factura?

domingo, 1 de noviembre de 2009

RAJOY, SANSON

Mariano Rajoy terminó Octubre renunciando a ser el paciente Job y empezará Noviembre encerrándose con los filisteos y dispuesto a ser el melenudo Sansón.
Demasiado tiempo tardó en crecerle la cabellera de la audacia que le rapó la Dalila de la indolencia, y los filisteos del Partido Popular se le han subido a las barbas.
Si sigue la trayectoria bíblica que insinuó, va a necesitar zamarrear las columnas bajo las que se cobijan los díscolos componentes del Comité Ejecutivo, y perecer junto a ellos para salvar a su partido.
El anuncio con una semana de anticipación de que quiere meterlos en cintura fue un doble dislate táctico de Rajoy porque alentó expectativas que será incapaz de satisfacer y porque alertó y escurrirán el bulto quienes temen el rigor de la disciplina.
Es Rajoy, y una vez más lo ha demostrado, un ser cándido e ingenuo que todavía no se ha percatado de que la política no es ocupación de caballeros, sino de truhanes avisados.
Es el Presidente del Partido Popular un calé que sigue sin darse cuenta de que entre la tropa a la que pretende dirigir no vale la buenaventura.
Porque, ya me dirán: Si le da la razón a Gallardón y sus paniaguados, se la quita a Esperanza Aguirre y los suyos.
Si perdona a los Costa, irrita a Camps y si es al presidente de la Generalitat de Valencia al que respalda, se enemista perpetuamente con sus detractores.
La osadía a la que se ha comprometido dejará descontentos a todos y a ninguno satisfecho. Y es que el político que pretende guiar y conducir tiene que conocerse a sí mismo mejor que a los que quiera liderar y Rajoy es titubeante y poco osado.
La trayectoria política y vital de Rajoy lo empuja al laissez faire, laissez passer una expresión que en castellano equivale a quedarse tranquilo como el Braulio y que hasta ahora ha practicado, naturalmente sin esfuerzo.
Con tanto éxito lo ha hecho que ha conseguido tener que enfrentarse a todos los adversarios al mismo tiempo, lo que hubiera evitado si los hubiera ido despachando uno a uno, y a medida que enseñaban la cresta.
En el pecado lleva la penitencia porque Mariano Rajoy tendrá que arriesgarse el martes a ser Sansón, por haber sido Job durante demasiado tiempo.