¿Qué pintan los
curas en asuntos terrenales tan poco espirituales como es la organización civil
de la sociedad en la que prediquen la mejor manera de salvar el alma, una vez
abandone el cuerpo que la aloja?
Pues parece que
mucho, porque una parte significativa del clero catalán se identifica activamente
con la parte de sus feligreses que se han embarcado en el independentismo catalán
y contra la Unión de todas las regiones de España.
¿Quieren sembrar
la semilla de mártires para que aumente la cosecha de cristianos?
El clericalismo
es la mayor amenaza contra la religión porque significa adorar al santo por la
peana sobre la que se eleva por encima de las personas.
Las religión es,
incluyendo a la católica, la comunicación íntima del individuo con
sus creencias personales, sin recovecos artificiales que eludan la discordancia
entre fé y razón.
Ya el fundador
del cristianismo se lo advirtió a los curas catalanes que han decidido ignorar
aquella advertencia: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios”.
¿Han descubierto
ahora los curas filoseparatistas catalanes que España es el César diabólico y que
la Cataluña independiente es el dios transmutado?