domingo, 29 de abril de 2018

NO TODAS ERAN MESALINAS




Mesalina, esposa del emperador romano Claudio y, según narra el poeta Juvenal, llegó a prostituirse en el barrio de Subura bajo el apodo griego de Lycisca (mujer-loba).​
Orgullosa de su legendaria lascivia, lanzó un reto al gremio de las prostitutas de Roma: las instaba a participar en una competición, que ella organizaría en palacio, aprovechando la ausencia de Claudio, quien estaba en Britania.
Dicho desafío consistía en saber quién podía atender a más hombres en una noche. El certamen daría inicio al anochecer, y a él asistirían muchos hombres importantes de la corte, además de otras damas a las cuales Mesalina había convencido de participar.
Las prostitutas aceptaron el reto y enviaron a una representante, la prostituta más famosa de Roma, una siciliana llamada Escila (el mismo nombre del monstruo femenino citado por Homero en La Odisea, el cual se tragaba enteros a los hombres que tripulaban los barcos que pasaban por el estrecho de Mesina, Italia, siendo el apodo obviamente una clara alusión a la capacidad sexual de la prostituta).
Aquella noche, después de haber sido poseída por 25 hombres, Escila se rindió y Mesalina salió victoriosa, pues superó la cifra al llegar al amanecer y seguir compitiendo. Según se dice, aun después de haber atendido a 70 hombres no se sentía satisfecha, llegando hasta la cifra increíble de 200 hombres".
(Texto calcado de Wikipedia esa fuente de conocimiento al alcance del internetero, que sabe de todo más que Briján)
Hay que aclarar que no todas las romanas del tiempo de Mesalina eran tan voraces como la mujer de Claudio, interpretado por Dereck Jacobi en la miniserie televisiva "Yo Claudio").

jueves, 26 de abril de 2018

MEJOR SPRINGTIME QUE PRIMAVERA



Que las plantas, los arbustos y hasta los yerbajos echen flores, generalmente en primavera, es tan antiguo como la necesidad de rascarse uno el sobaco cuando en esa parte del cuerpo se acumula la roña.
Por eso, si el fenómeno no llama la atención por repetitivo, nada mejor para despertar el interés que cambiarle el nombre al habitual acontecimiento.
Basta para ello con rebautizar en inglés, el idioma en el que anything is better. Hasta el estruendoso ladrido del perro tan molesto en español, se hace melodioso si ladrar se cambia por “to bark”, que es lo mismo pero en idioma más fino.
Asi que, como éste mi pueblo que es Palma del Rio, que ya es lo mejón der mundo quiere perfeccionarse, nos vamos a echar una nueva edición del festival de primavera.
Para que a nadie se le ocurra la ocurrencia de no asistir, se llamará “Bloom fest”(ival), en inglés que es más fino y cosmopolita.
Otra irresistible tentación que se anuncia es una flashmob.
¿Y eso qué é?
Pues que fingiendo una espontaneidad previamente ensayada, un montón de gente se reúne de pronto y sin ton ni son en un punto predeterminado para, a continuación, irse cada uno a donde le dé la gana.
--“Pues hombre”—se insurge el eterno esaborío—“parece una gilipollez pero dicho en inglés es una genialidad que no pienso perderme”.


Y además, es gratis.

DEMOCRACIA

   La gente que manda persuadiendo y no obligando a los que los obedecen se han dado en llamar políticos: prometen que, si la gente los vota,  recibirán a cambio el oro, el moro y una entrada de barrera para los toros.
   Un suponer: un tal Cristóbal Montoro, que funge de ministro de hacienda del Gobierno de España, ha cambiado súbitamente de criterio.
  Hasta hace dos dias decía que no había dinero para aumentar las pensiones de los jubilados y ya ayer se descolgó diciendo que hay el dinero que antes no había y que subirá las pensiones.
   Habrá hecho mejor las cuentas.
   Puede que sí, pero también puede que haya sido porque el Partido Nacionalista Vasco ha advertido a un tal Mariano Rajoy, jefe de Montoro, que si no hay subida de pensiones, no contaran con los votos de sus diputados, que el gobierno precisa para aprobar las cuentas del año que viene.
   ¿Y la gente no se da cuenta del enjuague, y sigue votando al que mayor trola le prometa a cambio de su voto?
   Pues sí porque, gracias a eso, siempre puede achacar a otros la culpa de su propia desgracia.
 
   

jueves, 12 de abril de 2018

CATALUÑA: QUE ZAPATERO LO ARREGLE


“Seré garante de que el proceso electoral del 20 de mayo (en Venezuela) cumpla los principios básicos de una democracia” (José Luis Rodríguez Zapatero) .
Talento desaprovechado el de aquel efímero (solo  ocho años) presidente del Gobierno Español, especialista en avivar ascuas inertes para que evolucionen a incendio devastador.
Ejemplos de esa capacidad mágica:
a) Su Alianza de Civilizaciones para hermanar a moros y cristianos fue el cornetín de órdenes para que los moros empezaran y sigan cada vez más dedicados a matar cristianos.
b) Su promesa, cuando era presidente del gobierno de España, de que el Gobierno Central aceptaría el proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña que presentara el parlamento catalán, va camino de desembocar en la fragmentación  del territorio español, que la anhelada democracia heredó del nefasto franquismo.
c) La ley de Memoria Histórica que impulsó durante su presidencia del gobierno está demostrando que la mejor manera de remediar un error del pasado es repetirlo.
¿Y qué podríamos hacer?
Pues lo que deberíamos hacer. Que si Zapatero fue el que lió el lío, que sea Zapatero el que lo deslíe.
Es lo que hacían los mentores rojosoviéticos de Zapatero cuando decidían que algo que hubiera pasado no debería haber sucedido: lo eliminaban de la siguiente edición de la Enciclopedia Soviética, el compendio actualizado de todas las verdades auténticamente veraces porque se acomodaban a las necesidades políticas del que autorizara su publicación.
Como advertían sobre el propósito de la segunda edición de la enciclopedia: “debe mostrar la superioridad de la cultura socialista sobre la del mundo capitalisra”.
Y es que, para los rojos, toda verdad que pueda perjudicar el logro de sus propósitos es mentira.
Mejor la mentira conveniente que la verdad perjudicial.


viernes, 6 de abril de 2018

LA DEMOCRACIA Y LO DE PUIGDEMONT


En la tertulia que rutinariamente mantenemos algunos dioses después del desayuno, se ha hablado esta mañana de lo de Puigdemont y el tribunal alemán que lo ha condenado, pero no por lo que pedía la justicia española.
“Es que”---se le hinchaban las venas de excitación a un diosecillo ibero de poca monta—“a lo más que podrá condenársele es a doce años de cárcel”.
Y no caía de su burro por más que se le explicara que, una vez bajo el control del sistema penitenciario español, al preso Puigdemont podría  pasarle cualquier cosa:  enamorarse perdidamente de un narcotraficante encarcelado  y olvidarse de la política o resbalar con una cáscara de plátano y desnucarse en la caída.
¿Y no habría sido mejor que el tribunal alemán resolviera el problema que los españoles tenemos con Puigdemont?
Pues, en conflictos como el que el prófugo catalán ha empantanado a la democracia española, lo mejor sería recuperar la feroz dictadura franquista el cuarto de hora imprescindible para trincarlo, condenarlo y fusilarlo.
¿Y después?
Después de resuelto el engorro catalán, los españoles podrían retornar a lo que tanto les gusta: echarse acaloradas campañas electorales, depositar papeletas en urnas y hablar tan mal del gobierno que este gobernando en ese momento como bien de la oposición que se proponga sucederlo.
¿Y cuando haya pasado de ser oposición a ejercer la responsabilidad de gobernar?
Pues mientras esté mandando, leña al mono.
Porque, a ver si nos enteramos, la democracia es un sistema de organización política que faculta a los gobernados a poner a parir al gobierno, al  que no le queda más remedio que agachar la cabecita y admitir que lo blanco es negro.