domingo, 14 de enero de 2018

EL CARO DEPORTE FUTBOLERO

Si uno dijera que se escandaliza exageraría.
 Si dijera que no se lo cree mentiría porque es testigo contumaz de tales desatinos, y se ha acostumbrado a agachar la cabecita y decir que lo blanco es negro.
¿Qué pasa? ¿qué imposibilidad hasta ahora es desde ahora posible?
Pues lo del valor del dinero que. aunque lo fije el precio de lo que se consiga a cambio de la cantidad que se pague, o la mercancía a la venta se ha encarecido escandalosamente o el escándalo es la pretensión que el que vende exige al que pretenda comprar.
No debería ser así en una sociedad de libre mercado, en la que el precio justo es el que acepta el vendedor del que le ofrezca el que pretende comprar.
Así, a mayor oferta y menor demanda, los precios bajan y, mientras mayor sea la demanda en relación a la oferta, los precios subirán.
¿Y a qué caso concreto se refieren tantas generalidades?
Naturalmente al fútbol, esa obsesión que libera a la gente de trivialidades tan intrascendentes como el dinero, el trabajo, la familia, la Patria, el municipio y los sindicatos.
Y es que parece que el Real Madrid, cuyos dirigentes y aficionados no acaban de estar satisfechos de cómo le va el campeonato de liga este año, quieren poner pié en pared y están decididos a comprar lo que haya que comprar para que el equipo vuelva a la senda triunfal por la que anteriormente había transitado.
Dicen que cediendo al Paris Saint Germain a Cristiano Ronaldo y  poniendo  además los millones que hagan falta, quieren traerse al Bernabeu a Neymar, por el que su actual propietario había pagado 222 millones al Barcelona.
Ya puestos a comprar, dicen que el Real Madrid quiere también a Eden Hazard ( Chelsea, 135 millones) y Mauro Icardi ( Inter de Milan, 110 millones).
Así anda el deporte, esa actividad lúdica que los médicos recomiendan practicar para que los gordos tripudos nos hagamos esbeltos y elegantes.
Y, eventualmente, ricos.