Mi Susana Diaz
tiene más razón que una santa que, si todavía no lo es, debería serlo cuanto
antes.
Y además de
santa, mártir porque gente esaboria y envidiosa de su grasia trianera la trae
por la calle de la amargura: bajan los impuestos en sus comunidades autónomas
no para que los que vivan en ellas paguen menos, sino para cabrear a los
andaluces porque Susana los obliga a pagar más.
Y, para mayor
inverecundia, alardean de que cobrando menos impuestos que Susana, las cuentas les salen mejor que a ella porque,
concretamente, su Andalucía ha pasado en una década de tener un 27%
menos de deuda pública que la Comunidad de Madrid, a tener un 9,4%
más.
Y no será, dice
mi Susana, porque en la Comunidad de Madrid sus políticos roben menos que en
Andalucía, como demuestran las noticias sobre corrupción política madrileña que
publican todos los periódicos, mientras que casi no hablan sobre los casos de
malmanejo oficial de los dineros andaluces.
Van a obligar a
Susana los que la critican por sacarle más dinero a los andaluces del que sacan
los del Partido Popular a los madrileños a los que malgobiernan, a utilizar un argumento definitivo en favor de
su sistema y en contra del sistema madrileño:
Si tan malo es
el sistema andaluz, ¿por qué están gobernando los socialistas
ininterrumpidamente en Andalucia desde que se inventó lo de las autonomías,
mientras que en Madrid los echan del gobierno cada dos por tres?
¿O es que los
votantes de Madrid son tontos? Que no lo son los votantes andaluces está
demostrado: se fian de los socialistas porque desconfían de los del Partido
Popular.