Si hubiera rehalas
tan industriosamente entrenadas como la de Podemos, no quedarían jabalíes ni
venados hasta los Cárpatos, esos cerros tras los que hace ya años que asomó la
coleta de un chino.
Ahora han husmeado
a un periodista de la televisión llamado Vicente Vallés y, como su husmo no le
gusta, se han empeñado en que los telemandones, que son los tiradores de la
línea de monteros, se lo carguen.
Y es que, con
tanta filosofía como ha pretendido el hombre disimular el propósito de su vida,
iguales serán—más o menos esbeltos, más o menos instruidos—los abuelos de mañana
que sus abuelos de ahora.
-- ¿Y cuál es el propósito de la vida del
hombre?
--Mandar sobre los
demás hombres para que lo obedezcan.
--¿Sobre todos los hombres?
..Mientras sobre
más, mejor.
--Vale .
--Vale, ¿qué?
--Lo que usted diga,
señor.
--Señor, ¿qué?
--Señor Presidente,
señor.