martes, 3 de julio de 2018

LA FIN DEL MUNDO


Para que los españoles acusen el estado de turulatez actual no ha hecho falta que Rusia eche del campeonato mundial de fútbol a la selección española.
La verdad es que los representantes del futbol español estaban condenados al fracaso, firmada y rubricada su sentencia de despido desde hace más de un mes.
Exactamente desde que la antiespaña echó del gobierno de España al gabinete de la auténtica España presidido por Mariano Rajoy, el primero de Junio.
La sabiduría popular, que únicamente se equivoca cuando no acierta, sentencia que las desgracias nunca vienen solas.
Si así fuera, verdes las han segado.
Hasta el imprevisible momento en que la socialdemocracia del Partido Popular recupere el gobierno, el rojo de la bandera sociocomunista ondeará en España, o en lo que vaya quedando de ella.
¿Y qué hacemos?
Lo aconsejable es que los españoles nos mimeticemos con el paisaje, como hacen los astutos guerrilleros, y enrojezcamos paulatinamente hasta que, en comparación, Pablo Iglesias parezca la encarnación beatífica de un liberal ingenuo.
También podrían los que tengan algo ahorrado para tiempos peores concienciarse de que peores que los actuales no van a llegar, y derrochar sus caudales guardados dedicando el tiempo que les quede a bailar el mambo y comer perrechas.