jueves, 9 de enero de 2020

POLITICA Y SOMETIMIENTO


Uno, al que la experiencia le ha demostrado que ni de uno mismo debe fiarse, es muy suyo.
   Tanto que de los que menos se fía es de los políticos, esos tunantes que se empeñan en hacer por ti lo que cada uno debería hacer por sí mismo.
   Si prometen hacer lo que yo debería hacer, ¿por qué no van a acabar decidiendo lo que yo debería decidir?
   En esa suplantación de roles entre el que elige y el electo es inevitable que el segundo induzca al primero para que sea el que aspira a ser electo el que inspire al elector lo que le conviene querer.
   Es una martingala ingeniosa para conseguir mediante la marrullería lo que es más difícil lograr a pecho descubierto: que el otro haga lo que a uno le conviene.
   Y, como el objetivo funcional del ser humano es someter a otros seres humanos, la politica es una hedionda, artera y vil manera de los menos para someter a los más.